Democracia

DEMOCRACIA

La palabra “democracia” proviene del griego Demos, pueblo, y Kratos, autoridad o gobierno. Es un método de elección popular en el que se confiere al pueblo el poder de elección de sus propios gobernantes, mediante el mecanismo de elección popular. Pero como en cualquier decisión no se puede contar con la unanimidad total del pueblo y por lo tanto lo que priva es la decisión de la mayoría. Es inaceptable la existencia de privilegios individuales, el predominio de intereses de grupos o clases a costa del bienestar colectivo.

Existen ciertos requisitos, que necesitan cumplirse para que un estado pueda declararse con el régimen democrático, y que con los instrumentos políticos y jurídicos necesarios para el funcionamiento de una verdadera democracia.

El voto popular

Un estatuto constitucional, o cuerpo fundamental de leyes

La división de poderes dentro del Estado

La adopción y vigencia de principios fundamentales (establecidos en la Constitución y en las leyes secundarias).

Es difícil imaginar una sociedad en el cual no existe la democracia, como en el caso de las sociedades primitivas en las cuales el miedo, la superstición y la fuerza eran los pilares sobre los que se asentaba el poder. Pero entre todo este lapso histórico, es en Atenas, Grecia donde por primera vez se utiliza el término democracia y se domina tanto en teoría como en la praxis.

Entre los grandes filósofos clásicos, se encuentran Platón y Aristóteles. Platón, en su obra La Republica, proclamo la división de clases, asignando a los mejores, es decir, los sabios, las funciones de gobierno, y las tareas manuales a los menos educados. La relación entre las clases debía estar inspirada en principios de justicia y respeto mutuo. Por otro lado Aristóteles más que postular un Estado ideal, propone que la mejor forma de gobierno es aquella en que todos los individuos actúan en la vida política. Justifica la esclavitud, como una necesidad para el cumplimiento de ciertos servicios dentro de la vida colectiva.

Luego en la Edad Media se fomenta una nueva ética cristianizada basada en la igualdad de los hombres ante Dios, el desprendimiento de los bienes terrenales, del amor al prójimo y la caridad. Sin embargo el cristianismo ejerce una influencia democratizante, es decir, más ligado a los intereses del poder temporal, y pierde contacto con la gleba, la tierra, donde trabajan y sufren los siervos, también hijos de Dios.

Entre los principales exponentes de la Edad Media en esta nueva ética, se encuentran San Agustín y Santo Tomás de Aquino, los cuales buscan una relación entre el poder divino y el poder temporal, por lo cual intentan coordinar los postulados racionalistas griegos con el dogma cristiano, es decir, cristianizan las teorías de los antiguos griegos como Platón y Aristóteles.

San Agustín postula que el gobernante representa la voluntad de Dios en la tierra, por lo cual no hay justicia en los Estados que no son cristianos, en los cuales no reina el poder de Dios. Justifica la esclavitud “como un reflejo de la caída del hombre”. La esclavitud solo afecta al cuerpo. El alma es siempre libre. Y, para el cristianismo el alma, y no el cuerpo, es lo importante.

Por otra parte Santo Tomás de Aquino sostiene que la monarquía es forma más perfecta de gobierno que existe

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