Derecho Internacional Publico

CELAC: ¿Reemplazo de la OEA?

EDITORIAL

A partir de ayer lunes, en La Habana, Cuba, está teniendo lugar la segunda cumbre de la denominada Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), constituida en diciembre de 2011, en Caracas, Venezuela, como un organismo alternativo integrado por los países latinoamericanos y caribeños, que excluye a Canadá y los EE. UU.,

cuyo objetivo es promover la integración y desarrollo de los países miembros.

Con motivo de la fundación de la CELAC, el expresidente de Venezuela, Hugo Chávez, afirmó que la CELAC debía ser un escudo protector contra la injerencia de las grandes potencias y convertirse en un cortafuego contra la “locura imperial”. Asimismo, Chávez dijo que la Organización de Estados Americanos (OEA) llegaría a ser reemplazada y la calificó de organismo obsoleto para promover el desarrollo económico y combatir los problemas sociales en América Latina.

Por consiguiente, extraña que entre los asistentes a la segunda cumbre de la CELAC se encuentre el Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, cuya gestión ha sido extremadamente controversial, sobre todo en lo que respecta al vigente Sistema Interamericano de DD. HH., que ha sido y es una piedra en el zapato para los gobiernos de los países miembros de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América –ALBA– (Ecuador, Venezuela, Nicaragua, Bolivia, Cuba, etcétera) y otros que sistemáticamente violan los derechos humanos de sus

ciudadanos.

De hecho, en septiembre del año pasado, el régimen de Nicolás Maduro retiró a Venezuela del Sistema Interamericano de DD. HH., en protesta por los fallos desfavorables al gobierno venezolano. A su vez, el Gobierno de Brasil, presidido por Dilma Rousseff, ha condicionado el pago de sus cuotas a la OEA a que se elimine la facultad de la Comisión Interamericana de DD. HH. (CIDH) de dictar medidas cautelares en defensa de los derechos humanos.

El Sistema Interamericano de DD. HH. es parte integral de la OEA y si esta desapareciera también aquel dejaría de existir; y si dicho Sistema se extingue ya no habría Comisión Interamericana de DD. HH., Corte Interamericana de DD. HH. ni Relatorías. Sería ideal para los gobernantes que rechazan la protección supranacional de los derechos humanos, pero pésimo para los habitantes de los países latinoamericanos.

En todo caso, cabe advertir que la CELAC es un espacio intergubernamental sin mecanismos de protección y defensa de los derechos humanos.

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