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Descubrimiento De America

yhoelmontilla2 de Junio de 2014

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La búsqueda de una vía de comunicación alternativa causó el descubrimiento de América por Colón

por María Saavedra Inaraja

Doctora en Historia de América

1492 marca un hito en la historia de la humanidad que pocas fechas han conseguido igualar en trascendencia. El día 12 de Octubre de ese año, dos carabelas y una no arribaban a una costa desconocida hasta entonces por el hombre europeo. Esa llegada significaría el inicio de una serie de contactos que desembocarían en el proceso de descubrimiento y conquista del continente americano.

Cristóbal Colón fue el capitán de aquella expedición que puso en contacto a los españoles con el Nuevo Mundo. Se trata de un "descubrimiento" en toda regla, aunque no fuera buscado, ya que el objetivo perseguido era llegar a tierras del Lejano Oriente. A partir del momento en que los reyes españoles fueron conscientes de la magnitud de lo descubierto, asumieron como tarea de la Corona una intensa labor de penetración en esos territorios, y que llevaría consigo de forma inseparable el objetivo de evangelizar y de llevar la cultura occidental a los habitantes de aquellas tierras.

1.- LA GÉNESIS DEL DESCUBRIMIENTO

El descubrimiento de América se produce en un momento en que las circunstancias económicas, sociales y culturales de Europa eran favorables a su proyección ultramarina. Por una parte, el resurgimiento cultural del siglo XIII, que abrió las puertas al Renacimiento, con su consiguiente carga de humanismo cristiano. Por otra, las nuevas necesidades económicas, que aumentaron la circulación monetaria y facilitaron las exigencias de lujo con la importación de artículos suntuarios, y particularmente las especias, que alcanzaban precios altísimos como condimentos, como medio para la conservación de alimentos, y como fármacos, cuyo peso en la economía medieval no dejó de aumentar. El deseo de alcanzar las tierras donde se producían tales especias creció al mismo tiempo que el precio y las dificultades para su aprovisionamiento.

El principal obstáculo para llegar a esos países, aparte de la distancia, era la interposición islámica: el paso a Oriente por el Mediterráneo se hallaba interceptado por los musulmanes, y las posibilidades de un recorrido con éxito por tierra eran escasas. Pero la idea de la esfericidad de la Tierra, recuperada desde el siglo XIII, permitía albergar la esperanza de alcanzarlos por la vía de Occidente El problema estaba en calcular las distancias que separaban el Occidente europeo de ese mundo oriental fabuloso. En ese sentido, una serie de errores de cálculo, como luego veremos, fueron los que impulsaron a Colón a adentrarse en el Atlántico pensando en llegar a las Indias Orientales.

También la técnica tenía mucho que decir en la génesis de los viajes de descubrimiento. Los progresos técnicos de la navegación fueron otro de los factores definitivos en este proceso descubridor. Entre estos avances, es preciso destacar dos: la brújula y la carabela, nave de origen portugués y árabe, muy ligera y adecuada para la gran travesía oceánica.

Por otro lado, desde la época de las Cruzadas los contactos de Europa con Oriente habían despertado la curiosidad y el afán de evangelizar las tierras desconocidas de Asia. Además, se recibían noticias, como las aportadas por el veneciano Marco Polo, sobre la existencia de un príncipe cristiano que habitaba en tierras remotas, el Preste Juan de las Indias, con el que se quería establecer relaciones para frenar la expansión islámica. Estas inquietudes, unidas a los problemas del comercio con Oriente, provocaron la búsqueda de una vía de comunicación alternativa. Esta búsqueda fue iniciada por los portugueses, que centraron sus fuerzas en un objetivo: llegar a Oriente rodeando África. El culmen de estas exploraciones, iniciadas por el Infante don Enrique el Navegante, tiene lugar cuando Bartolomé Días dobla en 1487 el extremo sur africano, que recibirá significativamente el nombre de Cabo de Buena Esperanza.

Cuando ya Portugal se empeñaba en la vía africana, los reyes españoles aún estaban centrando sus esfuerzos en la Reconquista de la Península. La Guerra de Granada, última fase de este empeño, estaba llegando a su fin cuando apareció en la Corte de los Reyes Católicos un personaje que iniciaría el camino hacia un cambio fundamental en la historia de la humanidad: Cristóbal Colón.

2.- COLÓN Y SU PROYECTO

¿Quién era Colón?

Marino de origen genovés, había arribado a las costas portuguesas hacia 1474, donde se consolidó su vocación de navegante. Portugal había terminado hacía ya tiempo su empresa de Reconquista y comenzaba su expansión atlántica, iniciando los viajes a las islas Azores, Madeira y Cabo Verde. Además de conocer las técnicas de la navegación, Colón era un hombre de cierta cultura, y sus lecturas le permitirán concebir un proyecto que tardaría algunos años en gestarse. Decisivamente influido por los cálculos de Ptolomeo, un error de éste –que había calculado la circunferencia de la Tierra 10.000 kilómetros menor de lo que es en realidad– fue decisivo para el esbozo del proyecto colombino.

¿Cuál era ese proyecto? Básicamente, se trataba de llegar a la India y al imperio del Gran Khan atravesando el Atlántico hacia Occidente. En un principio, Colón presentó su proyecto al rey Juan II de Portugal, en el año 1484, pero tras convocar una junta para su estudio los portugueses lo rechazaron por considerarlo inviable, y porque ya estaban empeñados en abrir el camino hacia Oriente rodeando las costas de África. Es entonces cuando aparece Colón en la Corte de Castilla, y, con el apoyo de los monjes franciscanos del monasterio de La Rábida, se presenta ante los Reyes Católicos e insiste en su proyecto. En 1486 comienzan unas negociaciones que se alargan por siete años, hasta que, finalizada la Guerra de Granada, se firman en Abril de 1492 las Capitulaciones de Santa Fe.

En este documento, los reyes hacen suyo el proyecto colombino y conceden al navegante ligur una serie de privilegios. Los reyes se titulaban "señores de las mares océanas", concediendo a Colón el título de Almirante en las "islas y tierras firmes" que descubriera, con carácter hereditario para sus descendientes; el cargo de virrey y gobernador de esas mismas tierras; y se le otorgaba el diez por ciento de todos los beneficios, una vez que se hubieran satisfecho las deudas del viaje. Nada se decía de momento acerca de la cristianización de los habitantes de las tierras descubiertas: el gobierno que se establecería sobre esas tierras desconocidas se refería a las tierras que se hallasen y se juzgasen apropiables por parte de la Corona, en virtud de la doctrina jurídica de la época, que suponía vacantes las tierras de infieles no sometidas a un príncipe cristiano, y por tanto con derecho a ocuparlas.

3.- EL DESCUBRIMIENTO Y LA ANEXIÓN DE AMÉRICA

Sabido es por todos que el 3 de Agosto de 1492 parte de Palos la primera expedición al mando de Colón, compuesta por dos carabelas, la Pinta y la Niña, y la nao capitana, la Santa María, en la que viajaba Cristóbal Colón. La expedición paró en Canarias, en el puerto de San Sebastián de la Gomera. Desde allí, aprovechando una corriente marítima arrastrada por los vientos alisios, los barcos pusieron rumbo a Occidente, internándose en el Atlántico. El 12 de Octubre, cuando ya decaían los ánimos de la tripulación, se avistó tierra y llegaron a la isla de Guanahaní, a la que denominaron San Salvador. Recorrieron la isla y descubrieron varias otras, hasta llegar a la actual Cuba, a la que nombraron Juana en honor del príncipe heredero. De allí se pasó a Haití, que recibió el nombre de La Española. En esta isla encalló la nao Santa María, y con sus restos se construyó el Fuerte Navidad. Allí quedaron treinta y nueve hombres con abundancia de provisiones y rodeados de indígenas que parecían amistosos.

El viaje de regreso comienza el 16 de Enero, y tras una serie de dificultades, y habiéndose separado las dos naves supervivientes por una tormenta, Colón arriba a Lisboa y desde allí, por mar, viajará hasta Palos, donde llega el 15 de Marzo. Los Reyes Católicos hacen llegar a Colón a Barcelona, donde ellos se encuentran, y le piden explicaciones del viaje. Colón, aunque desencantado por no haber encontrado las riquezas que esperaba, está convencido de haber llegado a las Indias Orientales. Comunica a los reyes el resultado de su proyecto y les muestra diversos objetos y animales, y diez indígenas que había traído de las tierras descubiertas.

Comenzaba ahora otro problema, esta vez en torno a los derechos y propiedades sobre el Océano. Al tener noticias del descubrimiento de Colón, el rey Juan II de Portugal reivindicaba para sí las tierras descubiertas. Los Reyes Católicos, al auspiciar la expedición colombina, habían actuado con arreglo al criterio romanista de descubrimiento y ocupación de territorios imperante en el derecho de la época: las tierras no sometidas a otro príncipe cristiano eran anexionadas al reino que las descubriera. Pero la postura del rey portugués obligó a Don Fernando a apoyar la posesión de lo descubierto con la autorización pontificia, como habían hecho los anteriores monarcas portugueses para con sus respectivos descubrimientos, y de este modo obtuvo del Papa Alejandro VI las cuatro bulas que sancionaban la soberanía española sobre las nuevas tierras de Occidente, y supuestamente de Oriente.

Estas bulas, redactadas entre Mayo y Septiembre de 1493, ya contenían un claro carácter de evangelización y conferían a la empresa un nuevo título: el de misión. En ellas se requería

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