Dictadura Jorge Ubico

Páginas

• Introducción 01 - 03

• Importancia del Problema 04

• Ubicación del Problema 04

• Definición del Problema 04

• Hipótesis 05

• Antecedentes 06 - 07

• Dictadura Jorge Ubico Castañeda 08 - 11

• Desaciertos de la Dictadura 12

• La Políticas en tiempo de Ubico 12

• La Caída de Ubico 13

• Causas de la Descomposición de la Dictadura 14

• Había en el fondo un resentimiento de este sector 14 - 15

Hacia la Dictadura

• Conclusiones 16

• Bibliografía 17

• Anexos 18

• Biografía 19 - 20

• Acta No. 01-2005 21

• Acta No. 02-2005 22

• Acta No. 03-2005 23

El general Ubico gobernó desde 1931 gracias a la gestión del embajador de Estados Unidos en Guatemala, para representar sus intereses en ese país, hijo y nieto de finqueros cafetaleros y representante de éstos, asumió la presidencia en el momento más agudo de la crisis.

Bajo su mandato quedó definitivamente integrada la Banana Republic, que había comenzado a organizarse con Estrada Cabrera y se completó el dominio de las grandes corporaciones estadounidenses en Guatemala. El monopolio frutero se convirtió allí en un Estado sobre el Estado a través de la entrega gratuita de nuevas tierras en el Pacífico, la remisión de deudas e impuestos y la concesión de la explotación de servicios públicos.

Desde el punto de vista económico, Ubico se concretó a garantizar los intereses de la fracción burguesa agropecuaria, aplicó una torpe política de contracción del gasto público, equilibrios presupuestales, disminución de salarios, defensa de la paridad monetaria a cualquier precio.

Todo esto combinado con una renovada política de fuerza que lo llevó a asesinar el núcleo fundador del Partido Comunista, a destrozar El movimiento sindical y perseguir a sus rivales políticos combinando deflación con represión, pues afirmaba que al pueblo que le falta el pan y la libertad se dedica a conseguir el primero.

Ubico emitió una ley agraria que gravaba la tierra inculta, peor que nunca se aplicó más que como medida de represión política. Para tratar de atenuar las tensiones sociales, se dictaron leyes que supuestamente mejorarían la situación del campesinado, sin perjudicar los intereses de los terratenientes; quedaban abolidas las deudas de los peones, pero se estableció inmediatamente coto al mercado libre de trabajo, por medio de dos leyes que obligaban al indio a trabajar por un salario de miseria.

La primera de estas leyes, la de la viabilidad, establecía que tenía que trabajar 30 días al año en las construcciones de carreteras nacionales, salvo que pudiera pagar una contribución deliberadamente superior a sus posibilidades; y la segunda, la ley de la vagancia. Lo compulsaba a devengar cierto número de días al año en empresas ajenas, aunque tuviese terrenos propios. El sentido de esta disposición era el de hacerlos trabajar en las haciendas cafetaleras de manera forzosa y sin ninguna de las relativas ventajas del régimen salarial. El salario era fijado a capricho por el terrateniente y pagado en su mayor parte en especie, a través de vales o fichas intercambiables sólo en la tienda del patrón; la jornada era de 10 horas o más de trabajo.

Este sistema de trabajo forzoso denomina mandamiento, sustituyó hipócritamente a las llamadas habilitaciones o personajes establecidos por la Reforma de 1871, para garantizar el mercado de trabajo a la economía agrícola. El mandamiento sujetaba al peón, al empresario por toda la época de la cosecha, limpia y siembra y anulaba su libertad de trabajo, ya que el terrateniente le anticipaba salario, de manera de endeudar definitivamente al trabajador.

La situación del campesino, sobre todo el indígena, no podía ser peor; un siervo, un esclavo misérrimo por generaciones y generaciones, sepultado vivo, explotado desde la más tierna infancia hasta la tumba.

En las ciudades las condiciones de trabajo no eran muy diferentes. No, existía legislación obrera, ni se respetaba ninguno de los derechos mínimos reconocidos desde el final de la primera Guerra Mundial por la Oficina Internacional del Trabajo y los obreros y empleados percibían salarios de hambre. No existían tribunales de trabajo y un departamento de la dirección de policía era el encargado de dilucidar los escasos conflictos que llegaban a presentarse.

El régimen de Ubico no hizo nada por diversificar la economía del país, como otros países que durante la depresión trataron de hacer frente al estancamiento de las inversiones extranjeras. Por el contrario, favoreció el status que, sin tomar medidas para estimular nuevas áreas de producción o aliviar el desempleo.

Salvo las manufacturas artesanales, el país dependía en todo de la importación de productos industriales, necesarios y suntuarios. A la burguesía guatemalteca no le convenía aventurarse en una industria, ni había mercado para ella y la mayoría de la población campesina desposeída, ni entre las capas medias urbanas.

• El dar a conocer los hechos ocurridos en Guatemala hace varios años, y la forma en como los gobernantes pasados hicieron que Guatemala fuera decayendo día a día, además del abuso ejercido a la población indígena y trabajadora de nuestro país, y el lamentable deceso de muchos guatemaltecos que dieron

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