Die Welle

Die Welle

La película se desarrolla en un colegio alemán, durante una semana de actividades dedicadas a los sistemas de gobierno. Fueron distribuidos diferentes temas por profesor, el protagonista de la película debía enseñar sobre la autocracia, usando una metodología puramente práctica para que los alumnos pudieran realmente entender por experiencia propia y no por otras ajenas mediante la teoría

Durante el comienzo de las clases los alumnos no concebían que se pudiera repetir algo parecido al régimen nazi. Pero con el paso del tiempo el profesor fue haciendo a todos sus alumnos, parte de un experimento que demostraría lo contrario de lo que ellos pensaban. Él utilizó los recursos comunes del totalitarismo: poner en común deseos, valores, símbolos, vestimentas y saludos; cosa que los alumnos adoptaban con bastante entusiasmo, demostrando la capacidad de liderar del profesor, y de ser liderados los alumnos.

El proyecto de este profesor se fue desvirtuando logrando un movimiento autoritario incontrolable que él mismo tuvo que detener después de notar que ya había llegado muy lejos. Logró demostrar que sus alumnos estaban errados en cuán lejos estaban de repetir lo ya sucedido. Consiguió que su proyecto fuera comprendido por los estudiantes de manera mucho más palpable y real mediante la experiencia propia. Generó una reflexión muy profunda sobre qué tan inocentes y culpables podemos ser sin siquiera notarlo. Obviamente a un costo muy alto. Pero ¿cuántas maneras hay de generar una conciencia real sobre las consecuencias de nuestro accionar?

La película también genera un espacio a pensar sobre la necesidad que tenemos de pertenecer a un grupo, de no sentirnos excluidos de la sociedad, de poder tener cosas en común con más gente. Sentir que cosas superfluas, como las vestimentas, los logos o los saludos, nos mantienen unidos y nos conectan con más personas. El querer ser parte de algo importante, algo que trascienda y tener un objetivo común con más personas.

Más allá de los que conforman este grupo, se encuentran los más desbeneficiados, los que se no son parte del movimiento, representados por Karo y Mona, son los que sufren la discriminación y la exclusión. Así como cada personaje, llevado a un extremo, puede representar un sector de la sociedad de la Alemania nazi, estas dos jóvenes podrían estar ocupando el lugar de los exiliados, los gitanos, los negros, o hasta los judíos. De la misma manera que el profesor de la clase podría estar representando a un líder tal como Hitler o Mussolini, de modo muy exagerado pero bastante interesante. Y así también podemos reemplazar la metodología de trabajo de la clase por un concepto de movimiento fascista en el colegio:

Abraciano Carmen

6to 1ra

“El proyecto político del fascismo es instaurar

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