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EL ESTADO INCA


Enviado por   •  3 de Diciembre de 2014  •  29.227 Palabras (117 Páginas)  •  198 Visitas

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1. El Estado Inca

2. Se puede conocer el Derecho Inca

3. El origen y el desarrollo del Estado Inca

4. La ley del Inca y las costumbres locales pre–Incas

5. Por qué pre–Derecho Inca

6. Fundamentos del pre–Derecho Inca

7. El Derecho pre–Inca

8. El Derecho Penal en los pueblos primitivos

9. Caracteres generales del Derecho Penal Incaico

10. Clases de delitos

11. Catálogo de penas

12.

13. Bibliografía

1. Si bien los Incas aparecen en el escenario histórico peruano recién en el siglo XII d. C. y perfeccionan su Estado con ribetes de imperio a partir de 1438 cuando Pachacuti –el segundo arquetipo jurídico– vence a la aguerrida tribu de los chancas, sólo pueden ostentar una escasa duración de 94 años, puesto que en 1532 fueron derrotados y conquistados por un minúsculo grupo de españoles. En verdad, no fueron los europeos los titanes de la jornada bélica, sino las mismas etnias que en otrora fueron conquistadas y expoliadas por los Incas. Estas, empujadas y apoyadas por los españoles aprovecharon la oportunidad para vengarse de sus antiguos conquistadores: los quechuas. Con justa razón, Pablo Macera señala "que los Incas serían más bien originarios de la puna alto andina, agricultores secundarios, cultivadores de tubérculos y criadores de auquénidos, de cultura inferior a la que los de los primitivos habitantes del vale, pero superiores a ellos en capacidad bélica, por su mismo grado de barbarie".

Hasta ahora hemos visto una nueva versión de la historia Inca. Hemos dejado de lado, esa historia narrativa maravillosa para convertirnos en severos críticos de esa realidad llamada Estado Inca, alejados de la retórica y de las inefabilidades, pero animados a determinar si realmente hubo o no Derecho en aquel entonces. Por eso, al igual de Pease, tenemos que decir que "una nueva perspectiva del Tawantinsuyo requiere entonces asumir críticamente el camino recorrido y recoger sus experiencias".

Hablamos de Estado y no de Imperio, porque esta palabra obedece más a idiosincrasias de otros pueblos allende los mares. (Rostworowski). Antes que los Incas, fueron los wari quienes desarrollaron una hegemonía estatal amplia o extensa y de mayor duración que los mismos quechuas del siglos VII al X después de Cristo. La doctora Rostworowski apunta: "Cuando se trata de las conquistas incaicas debemos aclarar que, según las evidencias arqueológicas conocidas a la fecha, su expansión databa de poco más de un siglo antes de la llegada de los europeos"; y, más adelante, agrega que l conquista sobre los chancas apertura las fronteras para la expansión Inca.

Este rápido crecimiento en tan corto tiempo, los llevó a expoliar a lo rublos o etnias conquistadas o aliadas y, lo peor aún que la reciprocidad cada día fue más asimétrica, hasta el grado que quiso ser desconocida por los propios Incas, lo que origino el descontento e las etnias que se tradujo en las sublevaciones y apoyo a los europeos cuando éstos se presentaron como enemigos de los quechuas.

Espinoza Soriano señala enfáticamente "Los Incas prácticamente ya se dijo, no crearon instituciones nuevas, no agregaron en realidad nada a lo que ya venía funcionando y conocían las sociedad andinas desde centenares y milenios antes de la aparición de la etnia Inca en el valle del Cusco. La acción de ésta se circunscribió a consolidar y a afianzar la subordinación de los pueblos vecinos y a extender su imperio mediante la anexión de etnias o nacionalidades extranjeras. No añadieron nada. Ni siquiera adicionaron modernas prerrogativas a la autoridad del sapainca. La aparición y crecimiento cuantitativo del Estado del Tahuantinsuyo, asimismo, no provocó ninguna transformación cualitativa o estructural respecto a las sociedades anteriores sobre cuyas bases se impuso. Constituye simplemente una faceta más de un vasto proceso histórico, virtualmente estacionario y repetitivo, o meno dicho, cíclico, que es tal como concebían al mundo y a la historia ellos mismos".

Este Estado convulsionado en crisis al decir de Pease, que no es lo mismo que decadencia no logró la unidad política, social, económica, religiosa y jurídica que los historiadores de la escuela tradicional plasmaron en sus monumentales obras. Esta hermosa retórica se subsume hoy en una literatura obsoleta frente al nuevo y científico enfoque histórico del mundo andino. En efecto, el Estado Inca creció o no tuvo integración, como aún hoy en día no la tiene realmente el Perú.

De todo lo expuesto podemos colegir, entonces que el Estado Inca fue un conglomerado de tribus, pueblos o etnias (naciones), con característica y peculiaridades diferentes, disímiles y hasta contrarias entre sí. De ahí que la colonización Inca y los vínculos de reciprocidad y distribución de los excedentes, también se aplicaron diferentemente en función a cada etnia. Las relaciones del Estado Inca con los pueblos o naciones conquistados o aliados, según el caso, diferían de unos a otros. Esta situación también contribuyó a la desintegración.

2. EL ESTADO INCA

En su libro A Panorama of theWorld Legal Systems, J. H. Wigmore more no incluye el sistema Inca aduciendo para ello tres razones: 1) los Incas no tuvieron un sistema de escritura, sólo cuerdas y nudos, de modo que sus leyes no han llegado hasta nosotros; 2) lo que sabemos acerca de ese Derecho proviene de los conquistadores españoles que no son dignos de entero crédito a este respecto; 3) los relatos o versiones existentes son muy incompletos para reconstruir el sistema.

Cierto es que los Incas carecieron de escritura en el sentido que la cultura occidental da a esta palabra; pero tampoco quedan leyes escritas de otros pueblos cuyo sistema jurídico se estudia científicamente. Sabemos aceran de ellos no sólo por testimonios españoles directos sitio también por crónicas escritas por indios (Guamán Poma), mestizos (Garcilaso) y aún españoles "aindiados" (Betanzos). La crítica externa de autenticidad y de procedencia y la crítica interna de sinceridad y exactitud son viables tratándose de todos estos testimonios directos en razón de su multiplicidad, la variedad de los puntos de vista, las diferencias de condición de los autores (soldados, juristas, sacerdotes, etc.) y, sobre todo, por sus múltiples orígenes

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