EL FÚTBOL COMO COMPONENTE PROPIO DE LAS SOCIEDADES DE CONTROL

EL FÚTBOL COMO COMPONENTE PROPIO DE LAS SOCIEDADES DE CONTROL

La sociedad de control es aquella en la cual el comando social se construye a través de sistemas que producen y regulan costumbres, hábitos y prácticas productivas. El fútbol es uno de los componentes que conllevan al hombre a ser dominado, este es un deporte de equipo, conocido en Europa y Latino América con el nombre de balompié y en los Estados Unidos como soccer. El fútbol Forma parte del mundo actual de la sociedad  y puede representar para las personas un juego, un estilo de vida, negocio o ideología y una pasión, está presente en cualquier parte del mundo y tras este deporte se encuentran  intereses ocultos. Dentro de ellos están las personas que utilizan este deporte como instrumento de poder para hacer dinero, controlar y manipular, y así llevar a los aficionados a presenciar un espectáculo. Por lo tanto es necesario observar los diferentes aspectos que controlan el futbol y los hinchas a través de noventa minutos, veinte jugadores y un balón.

El fútbol evolucionó de forma paralela a la sociedad, sin embargo se puede ver reflejado desde la antigüedad como el deporte influye en las personas, un ejemplo claro es la iniciación de las Olimpiadas de Grecia, estas eran consideradas una preparación para la guerra, se presentaban como un periodo de paz y concordia cada cuatro años. Muchos atletas eran soldados y la práctica del deporte representaba un entrenamiento. La relación entre la civilización griega y el deporte es un ejemplo de la influencia del proceso de civilización en el desarrollo del deporte.

Así mismo el fútbol se ha convertido en algo más que un deporte, cuando persona se hace hincha de un equipo ánima y forma parte de la colectividad de todos sus seguidores, hasta puede llegar a dedicar su tiempo de descanso a la práctica de este deporte.

El aficionado es utilizado por su pasión a un equipo, si este gana se alegra y si pierde, se entristece. El conflicto surge cuando ese sentimiento se manipula y se pasa de la experiencia vicaria a la acción real. Esto puede ser derivado en la violencia, que es una acción agresiva generada por el odio contra otra persona, o más bien dicho porque ganó el contrincante, ahí es donde entra a jugar los 90 minutos de angustia en los cuales se convierten en sociedades de control

En cuanto al aspecto profesional se toma de referencia a los trabajadores relacionados con el fútbol como jugadores, técnicos, médicos, abogados, periodistas, directivos y empresarios. Este juego fue convertido en negocio, pues empresarios observaron que el deporte de pueblo y las competencias sobrepasaron a lo deportivo, es decir, un nuevo producto para el  mercado. La sociedad lo convirtió en un verdadero fenómeno social y de ahí derivó el instrumento de poder, que actualmente sirve a los intereses de unos pocos.

Ahora, los futbolistas como James Rodríguez son iconos publicitarios y grandes  empresarios, como David Beckham. Es decir que como el futbol influye sorprendente en la sociedad, estos personajes ayudan a la imagen de varias compañías, promocionando la misma y sus productos, con el fin de que las personas compren, con el simple hecho de que la imagen es su jugador favorito.

Los medios de comunicación también entran a jugar en las sociedades de control, el consumo masivo de información deportiva provoca una clara desinformación en otros aspectos importantes para el desarrollo de los países.

Es evidente que el futbol es utilizado por empresarios y medios de comunicación para alcanzar distintos fines,  es un negocio que reporta grandes beneficios y por eso tantas empresas se introducen en él. Los valores deportivos han sido sustituidos por criterios mercantiles y los jugadores son productos para comerciar, mientras que los aficionados son una sociedad controlada por la victoria o derrota de su equipo, y esto puede conllevar a la violencia y al surgimiento de barras bravas.  En Colombia se ha evidenciado que la pasión por un equipo trasciende, a tal punto que asesinan por una camiseta.  

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