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EL MAESTRO IGNORANTE


Enviado por   •  13 de Septiembre de 2014  •  Tesinas  •  586 Palabras (3 Páginas)  •  265 Visitas

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EL MAESTRO IGNORANTE

(Jacques Rancière)

A lo largo del texto Jacques Rancière, expone la aventura de Joseph Jacotot, lector de literatura francesa en la Universidad de Lovaina. Quien cuenta su experiencia al encontrarse frente a un grupo de estudiantes a los cuales deseaba enseñar francés. Lo interesante de esta propuesta es la vuelta de tuerca que Joseph utiliza, de manera inconsciente tal vez, para enseñar el francés a sus alumnos.

Entre ellos, existía la falta de algo común, pero el profesor se rebusco para no encerrarse en la falta, sino más bien descubrir lo común entre ellos.

No compartían el mismo código lingüístico, pero sin embargo ambos compartían el deseo. Jacotot, el deseo de que sus alumnos aprendiesen el francés, sus alumnos el deseo de aprender francés.

Envió un libro a los estudiantes y pidió que aprendieran el texto francés ayudándose de la traducción. He aquí el lazo común que los unía.

El desafío: lograr que los alumnos a través de la traducción del texto aprendieran francés. Pero con una gran novedad, sin maestro explicador. Es decir, los alumnos debieron encontrarse solos frente al texto y comenzar a desplegar estrategias, formas nuevas de decodificación del texto. A partir de ello, Jacotot, pidió a los alumnos que escribiesen en francés lo que habían comprendido de lo leído; grande fue su sorpresa al ver que los alumnos habían realizado esto tan bien como lo habrían hecho muchos franceses.

Esta experiencia invita a replantearnos el posicionamiento docente frente a nuestros a alumnos: ¿realmente es la explicación de un docente fundamental para que exista viabilidad en el aprendizaje? ¿Para que nuestros alumnos construyan nuevos conocimientos?

Debemos animarnos, en el aula, a poder generar que los alumnos se encuentren frente situaciones para las cuales no tengan repuesta inmediata y se vean obligados a buscar nuevas formas de resolución. Poder generar espacios de mutismos y no romper con ellos. Dejar que nuestros alumnos hablen. Salir del posicionamiento de un docente sabelotodo, portador del conocimiento; y comenzar a reconocer al niño, su conocimiento. Vivimos en un mundo que es portador de conocimientos en el cual cada día nos encontramos más dentro de él, de la información. Entonces, ante este contexto ¿es posible seguir pensando que el niño nada sabe? animarnos a retomar las ideas previas y de ahí partir, de ahí comenzar a reformular a generar nuevos esquemas, nuevos conocimientos.

Es conveniente intervenir en la lógica del explicador: solo se sabe lo que se comprende y para comprender hace falta un maestro explicador. ¿Cómo poder hacerlo? Antes que nada, confiando en el niño, confiando en lo que sabe, en lo que podrá hacer, en que será capaz de generar nuevas estrategias para poder salir de su “no

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