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EL RÉGIMEN DE LA RESTAURACIÓN. CARACTERÍSTICAS Y FUNCIONAMIENTO DEL SISTEMA CANOVISTA

alisanjesApuntes6 de Noviembre de 2016

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TEMA 6.         EL RÉGIMEN DE LA RESTAURACIÓN. CARACTERÍSTICAS Y                             FUNCIONAMIENTO DEL SISTEMA CANOVISTA  (1875-1923).

La Restauración constituye un largo periodo de la historia de España que se extiende desde el pronunciamiento de Martínez Campos en 1874 hasta el golpe de Estado de Primo de Rivera en 1923, con una importante inflexión en 1898.

Se produce en un contexto internacional que tiene las siguientes características:

  • Se está desarrollando la 2ª Revolución Industrial, que supone una nueva reorganización del capitalismo con la aparición de la concentración de empresas, la aparición de nuevas industrias, nuevas técnicas de trabajo, etc.
  • Es la época del Colonialismo. Europa coloniza el resto de los continentes.
  • Cobra fuerza el movimiento obrero: el sindicalismo. Y se consiguen las primeras legislaciones sociales.
  • Se consolidan dos nuevos Estados: Alemania e Italia.
  • Alemania se convierte en la gran potencia económica de Europa.
  • Aparece una gran potencia extra-europea: EEUU.

Este periodo fue globalmente un tiempo de estabilidad constitucional, de modernización económica y de alejamiento del ejército de la vida política, pero también lo fue de dominio de una burguesía oligárquica, de caciquismo y de falseamiento electoral.

Supone la vuelta a la monarquía borbónica, encarnada ahora en una monarquía parlamentaria; la vuelta al poder de los viejos partidos moderados y progresistas que habían perdido protagonismo en el periodo anterior (Sexenio) y el protagonismo de la burguesía terrateniente y la burguesía industrial catalana, que serán los apoyos de régimen.

En líneas generales el periodo se va a caracterizar por:

  • La consolidación definitiva del sistema político liberal, plasmado en la Constitución de 1876, de larga vigencia.
  • Una gran estabilidad política debida al apoyo de los distintos sectores burgueses; al  deseo de estabilidad tras el fracaso de la I República y a la existencia de una buena coyuntura económica que favorecerá el desarrollo económico de España, con progresos en la industrialización y en el sistema capitalista, lo que influirá en el mantenimiento del régimen.
  • A pesar de todo, la Restauración tendrá que hacer frente a una serie de problemas,  que aunque al principio no se manifiestan, se irán agravando con el tiempo: La cuestión social (agitaciones obreras y campesinas); el problema colonial: pérdida de las últimas colonias y los problemas políticos (corrupción del sistema, la radicalización de la oposición y el surgimiento de los nacionalismos.

1. La Restauración Borbónica

Tras el golpe del general Pavía y la disolución de las Cortes, en enero de 1874, se estableció un régimen militar bajo la presidencia del general Serrano.

Serrano pretendía establecer una República conservadora, con mucho poder para el presidente. Formó un gobierno compuesto por demócratas radicales y militares que concentró todo su esfuerzo en sofocar los últimos focos cantonalistas, hacer frente a los carlistas en el norte y volver a establecer el orden y el control del país desde el poder central.

Pero poco a poco iba ganando terreno el partido alfonsino, creado algún tiempo antes  por Antonio Cánovas del Castillo y que contaba con el apoyo de los grupos burgueses y las clases medias.

Cánovas, verdadero artífice de la restauración, consideraba los años anteriores correspondientes a la monarquía de Amadeo de Saboya y a la Primera República, como un periodo de caos. Veía como única salida la reposición de la dinastía histórica, pero no en la figura de Isabel II, desacreditada por sus errores, sino en la del heredero, el príncipe Alfonso.

En junio de 1870, Cánovas consiguió la renuncia de la ex reina a sus derechos en favor de su hijo que contaba con diecisiete años. El joven príncipe se había educado en la corte austriaca y en la academia militar inglesa de Sandhurst.

El 1 de diciembre de 1874 Alfonso XII firmaba el manifiesto de Sandhurst en el que el futuro rey garantizaba una monarquía dialogante, constitucional y democrática, y una voluntad de integrar en su nuevo régimen buena parte de los progresos políticos recogidos en el Sexenio.

Aunque Cánovas preparaba la vuelta a la monarquía de manera pacífica y sin la intervención del ejército, los militares monárquicos Martínez Campos y Jovellar se le adelantaron y se pronunciaron, a favor de la monarquía, el 29 de diciembre en Sagunto.

El gobierno no opuso resistencia y, ante los hechos consumados, aunque disgustado por el procedimiento, Cánovas formó un gabinete de regencia el día 31 y comunicó a Alfonso XII, entonces en París, su proclamación como Rey.

La llegada del monarca supuso una gran satisfacción para los conservadores, pero Cánovas dejó claro desde el inicio que no pretendía el regreso a los tiempos de Isabel II. No estaba dispuesto a repetir los errores del período anterior por lo que se propuso eliminar de la política española problemas endémicos del liberalismo anterior como el carácter excluyente de los moderados, el intervencionismo de los militares o la proliferación de enfrentamientos civiles. Era fundamentalmente un pragmático y para conseguir sus propósitos se propuso dos objetivos:

  • Consolidar la monarquía borbónica con la creación de un sistema capaz de adaptarse a la realidad política, eliminando las decisiones más radicales del Sexenio.

  • Pacificar el país, afrontando las dos guerras abiertas: la guerra carlista y la guerra de Cuba.

2. El sistema político de la Restauración: El sistema Canovista

Antonio Cánovas del Castillo será el hombre clave de la restauración borbónica. Fue una personalidad polifacética: jurista, historiador, periodista, escritor, conferenciante, aunque su principal actividad será la política. Su trabajo de historiador contribuyó decisivamente a la gestación de su pensamiento político. Comenzó su carrera política en la Unión Liberal, siendo ministro en tiempo de Isabel II. A partir de 1873 se dedicó a la defensa de la causa alfonsina, diseñando la estrategia para devolver la corona a los borbones y, una vez conseguido esto, organizar el nuevo sistema político, conocido como Sistema canovista o turnismo.

Este nuevo sistema político pretendía conseguir los objetivos deseados por Cánovas:

  • Asentar firmemente la monarquía como forma de Estado y conseguir que ésta recuperara el prestigio perdido durante el reinado de Isabel II.
  • Crear un marco constitucional igualmente válido para todos los partidos (moderados, progresistas, demócratas), con la única condición de aceptar la monarquía y la alternancia en el gobierno de forma pacífica.
  • Eliminar los pronunciamientos. El ejército debía volver a los cuarteles y cumplir su misión constitucional.
  • Garantizar el orden social, así como la posibilidad de acceso pacífico al gobierno, a través del sufragio, para todos los partidos integrados en el sistema.

Para el éxito del sistema fue decisivo el papel ejercido por Alfonso XII, un Rey-soldado con formación militar, capacidad de mando y excelente imagen desde su llegada al país.

Ideológicamente el sistema de la Restauración tuvo un marcado tinte conservador tanto en el terreno de la política, como en materia social y económica. Pretende consolidar lo conseguido en el periodo de grandes transformaciones socioeconómicas de 1833-1868 y asegurar el dominio de la clase aristocrático-burguesa sobre una mayoría de población campesina y obrera.

El desarrollo del capitalismo sobre la base de la expansión industrial y financiera, y el control político de las instituciones completan este dominio burgués.

La Restauración obedece, pues, a los intereses de la alta clase dirigente formada por terratenientes, banqueros e industriales, una elite social muy restringida.

Para Cánovas, historiador profundamente convencido de las raíces históricas de la Monarquía y de las Cortes y gran admirador del sistema inglés de bipartidismo, el régimen político debería asentarse en cuatro pilares institucionales: Rey, Cortes, Constitución,  y turno de partidos.

  • Rey. Cánovas constató que a lo largo de los siglos la monarquía era una institución permanente, por lo tanto, indiscutible.
  • Cortes. Junto con el monarca las Cortes son la otra institución permanente en la Historia de España.
  • Constitución flexible, que posibilitara distintas opciones.
  • Turno de Partidos. Siguiendo las lecciones del parlamentarismo inglés, el ideal es la existencia de dos partidos, uno en el poder y otro en la oposición, que se turnarán de forma pacífica en el ejecutivo.

Aunque las bases sociales del régimen de la Restauración fueron en sí muy exiguas, sin embargo la elite dirigente (la vieja nobleza terrateniente, los financieros, los propietarios de las plantaciones coloniales, la burguesía industrial y la comercial, los profesionales urbanos de prestigio, las altas jerarquías de la Iglesia, del ejército y de la administración) logró ganarse el apoyo de las clases medias urbanas, que compartían con la clase alta su deseo de orden social y respetabilidad, al mismo tiempo que sentían temor de ser absorbidas por el proletariado urbano. Todos estos grupos compartían unos intereses y una visión comunes: la defensa del orden social y la propiedad; la monarquía como garantía de estabilidad; la identificación de la república con la anarquía y la subversión; la identificación de la unidad de la patria con el mantenimiento de las colonias.

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