EPOCA COLONIAL
carpintolio20 de Mayo de 2014
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Venezuela recién nacida de la gesta independentista que libró nuestro pueblo durante 20 años, tuvo que encarar las consecuencias de la guerra. Los campos estaban devastados, la población había disminuido y las exportaciones eran escasas. Paulatinamente, el país se fue insertando en el mercado mundial bajo el mismo esquema de la época colonial: abastecedora de productos tropicales, principalmente café y otros productos como cacao y tabaco hacia Estados Unidos y Alemania prioritariamente, con los que tuvimos un balance comercial positivo; e importadora de toda clase de manufacturas, principalmente de Inglaterra, con el que mantuvimos un balance comercial negativo. En síntesis, aunque ya Venezuela era una República políticamente independiente, mantuvo lazos de dependencia económica y una economía atrasada (monoproductora y monoexportadora), características propias de los países semicoloniales.
En el aspecto social, los campesinos y esclavizados que se habían incorporado a las tropas patriotas a partir de 1816 se sintieron engañados. Muchos tuvieron que regresar a los latifundios, trabajándoles a los dueños de la tierra en distintas condiciones de explotación (esclavitud, aparcería, peonaje). La esclavitud continuó legalmente hasta 1854, pues el Congreso de Cúcuta de 1821 sólo había aprobado una Ley de Manumisión que concedía la libertad a hijos e hijas de las esclavizadas al cumplir 18 años, previo pago de indemnización en dinero a sus dueños. Los aparceros tenían que pagarle a los dueños de la tierra con una parte de las cosechas, y los peones le trabajaban al latifundista por un salario mísero que generalmente era pagado en fichas y que únicamente eran aceptadas en la tienda del mismo amo de la tierra. Los otros grupos sociales eran: los sectores medios, constituidos por artesanos, pequeños comerciantes y profesionales por cuenta propia; y la burguesía comercial usuraria dedicada a las importaciones y exportaciones, y a otorgar préstamos.
En nuestros primeros tiempos republicanos la sociedad mantuvo las diferencias y prejuicios de antes: una mayoría empobrecida y analfabeta que tuvo la virtud de conservar los rasgos de nuestra cultura popular, y una minoría pudiente con acceso a la cultura académica elitesca.
Durante la Venezuela agraria, el poder político estuvo principalmente en manos de caudillos militares que habían ganado prestigio en la Guerra de Independencia y en la Guerra Federal, apoyados por viejos mantuanos que habían controlado el poder económico durante la Colonia, y por nuevos latifundistas surgidos al amparo de los gobernantes, como también por ricos comerciantes. Estos grupos llegaron a constituirse en una oligarquía, con exclusivos derechos de ciudadanía para elegir y optar a cargos políticos, y los gobiernos que servían a sus intereses se llamaron oligárquicos.
Cuando en 1830 Venezuela inició su vida republicana, el país estaba agotado a consecuencia de la guerra: la agricultura y la ganadería estaban devastadas, la población había disminuido a causa de las muertes, tanto entre los criollos pertenecientes a la clase social propietaria de la tierra, como entre las clases populares que aportaban la mano de obra para trabajarla.
La tarea era difícil porque era necesario reconstruir la producción agrícola y el comercio.
La reactivación económica se efectuó con mecanismos semejantes a los de la economía colonial: una producción agropecuaria en latifundios con fines de exportación, y una producción de subsistencia en conucos o minifundios. En ambos casos se utilizaban las técnicas atrasadas que tradicionalmente existieron.
Se prestó mayor atención al cultivo de café, porque su crecimiento y producción es más veloz que la del cacao y, además, tenía buen mercado internacional en aquel tiempo. El café desplazó el cacao del primer lugar que había tenido en la Colonia como producto de exportación.
La producción en grandes latifundios se destinó al comercio de exportación que permitía obtener divisas; es decir, monedas extranjeras con la que se podía pagar la mercancía que se importaba y las deudas de la nación.
La población de Venezuela había sido diezmada por la guerra. Al terminar ésta, el país tenía menos de 800 mil habitantes. A partir de ese año hubo un crecimiento lento durante toda la etapa agropecuaria de nuestra historia republicana.
A consecuencia de la escasez de trabajadores, el Congreso propició una política de inmigración extranjera. El más exitoso proyecto de inmigración fue la Colonia Tovar (1843) en tierras aragüeñas de don Martín Tovar, donde se asentaron familias alemanas dedicadas a la agricultura.
La población era predominantemente rural. La ciudad más poblada era Caracas y sólo tenían 50 mil habitantes. Había un marcado aislamiento entre ciudades y campos productivos debido a la falta de caminos.
En cuanto a la organización social, a partir de 1830 la sociedad venezolana tuvo una estructura social de clases semejante a la que hubo durante la Colonia. Es decir, una clase pudiente compuesta por terratenientes que controlaban la producción agropecuaria y algunos dedicados al negocio de la importación y exportación, y a prestar dinero; y una clase popular mayoritaria compuesta por esclavizados y campesinos “libres”. La población de Venezuela había sido diezmada por la guerra. Al terminar ésta, el país tenía menos de 800 mil habitantes. A partir de ese año hubo un crecimiento lento durante toda la etapa agropecuaria de nuestra historia republicana. A consecuencia de la escasez de trabajadores, el Congreso propició una política de inmigración extranjera. El más exitoso proyecto de inmigración fue la Colonia Tovar (1843) en tierras aragüeñas de don Martín Tovar, donde se asentaron familias alemanas dedicadas a la agricultura.
La población era predominantemente rural. La ciudad más poblada era Caracas y sólo tenían 50 mil habitantes. Había un marcado aislamiento entre ciudades y campos productivos debido a la falta de caminos.
En cuanto a la organización social, a partir de 1830 la sociedad venezolana tuvo una estructura social de clases semejante a la que hubo durante la Colonia. Es decir, una clase pudiente compuesta por terratenientes que controlaban la producción agropecuaria y algunos dedicados al negocio de la importación y exportación, y a prestar dinero; y una clase popular mayoritaria compuesta por esclavizados y campesinos “libres”.
A la clase de terratenientes se incorporó un nuevo grupo de hombres con poder, pues la guerra de independencia permitió el ascenso político, económico y social de jefes militares que, en muchos casos, eran de origen humilde y con bajo nivel de instrucción, como fue el caso de José Antonio Páez.
El grupo de jefes militares no solamente pasó a ejercer altos cargos en el gobierno, sino que también se enriqueció al recibir propiedades por efecto de la Ley de Reparto de Haberes Militares, prevista para cuando triunfara la independencia. La citada ley establecía la cantidad de tierras que correspondía a cada quien según el grado militar alcanzado durante la guerra, como recompensa por sus sacrificios a la patria: mayor extensión para los altos jefes (la cual decrecía de acuerdo con el rango militar) y pequeñas parcelas para los soldados.
La esclavitud no desapareció en la Venezuela republicana agraria, aunque sí había sido modificada, pues la Ley de Manumisión dictada por el Congreso de Cúcuta en 1821 concedía la libertad a los hijos de esclavizadas al cumplir 18 años de edad.
La citada ley fue modificada por el Congreso de 1830: aumentó la edad para otorgar la manumisión a 21 años. El artículo 2 de esa ley establecía lo siguiente:
“Art. 2: Los dueños de esclavas tendrán la obligación precisa de educar, vestir y alimentar a los hijos que éstas tengan o hayan tenido desde la promulgación de la Ley de 21 de julio de 1821; pero en recompensa, los que hayan nacido antes de la promulgación de esta Ley indemnizarán a los amos de sus madres los gastos (invertidos) en su crianza; y los que naciesen desde la promulgación de esta Ley en adelante, hasta los veintiuno.
En la Venezuela agraria, los campesinos pobres y los esclavizados y sus descendientes, quienes constituían la mayoría de la población venezolana, vivían sumidos en el analfabetismo sin tener posibilidades de recibir instrucción formal. A todos ellos se les debe la conservación y enriquecimiento de la cultura popular del pueblo venezolano, transmitida de 12generación en generación por medio de la tradición oral. Esta transmisión cultural permitió conservar los aportes culturales de los indígenas, los africanos y los españoles a la conformación de
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