Economia Y Comunicaciones En El Estado De Guerrero

ECONOMIA Y COMUNICACIONES EN EL ESTADO DE GUERRERO.

Los primeros intentos por colocar una vía ferria en el estado de guerrero estuvieron ligados a los proyectos del gobierno central al querer construir un ferrocarril que une al océano atlántico con el pacifico a través del puerto de Veracruz con el de Acapulco. Estos propósitos tenían la finalidad de lograr una comunicación interoceánica y permitir con ello, el comercio mundial.

Hacia la segunda mitad del siglo XIX, este tipo de proyectos permanecieron como una tendencia nacional para integrar el país y hacer del territorio el centro de tránsito de mercancías entre Europa y Asia. Sin embargo, esta posibilidad no alcanzo el éxito que se esperaba.

La construcción de vías férreas encontró un mayor estimulo cuando Porfirio Díaz llego al poder. Pero sobre todo, fue a partir de 1880 en que se registro un número mayor de proyectos y concesiones. En el primer periodo de dicho gobernante el secretario de fomento Vicente Rivera Palacio promovió una política ferrocarrilera que consistió en otorgar concesiones a los gobiernos de los estados, con la mira de articularse entre si, y poder construir un sistema nacional.

Fue así como en el año de 1880, el gobernador de Guerrero Rafael Cuellar presento una solicitud federal para que se concesionara una vía ferria por su territorio. Pretendía construir una línea partiendo de Acapulco hasta la ciudad de México, en tres secciones: de Acapulco a Chilpancingo; de esta capital a iguala y de iguala a México.

Al año siguiente, 1881, el gobierno del estado presidido por el gobernador electo Diego Álvarez decidió traspasar la concesión al ingeniero Delfino Sánchez quien pretendió integrar la línea a un proyecto mas general.

El proyecto despertó el interés de los grupos de poder económico y político regional, pues el propio Diego Álvarez fue nombrado representante de la compañía, pero, a pesar del gran optimismo que se genero, las obras se suspendieron al poco tiempo, y hubo que prorrogar en un año los plazos establecidos. Finalmente, un nuevo decreto de abril de 1882, quito a la compañía el derecho de toda gratificación, restringió sus facultades y la obligo a ceder al gobierno mil postes de fierro para el telégrafo.

Delfino, logro controlar varias empresas, que mas tarde se fundieron en una sola bajo la denominación de Ferrocarril Interoceanico de Acapulco Morelos- México, Irolo y Veracruz. Esta integración se llevo a cabo de la siguiente manera: concesionarios como Ramon Zangroriz y Francisco Pineda adquirieron permisos para construir algunos tramos entre Veracruz- Jalapa y Chalchimoluca- Morelos considerados como de importancia regional, los cuales, al poco tiempo se fundieron en una sola empresa, formándose el ferrocarril Nacional Interoceanico.

Existían algunas razones por las cuales los inversionistas ingleses se inclinaron por la ejecución de la línea. Primero, que este ferrocarril mexicano “que había producido dividendos sumamente elevados a sus impulsores y por lo tanto consideraban que habían suficientes ganancias para ambos ferrocarriles”. Y segundo, que pretendían desarrollar un activo comercio por cualquier lado de los mares, así como también lograr por este medio un eficiente acarreo de los principales productos agrícolas y mineros que pudieran explotarse en los lugares cercanos al recorrido de la vía.

La sola presencia en la entidad de los ingenieros encargados de los estudios topográficos, incito a la prensa local y nacional a expresar sus comentarios sobre las ventajas de este ferrocarril. Se argumentaba que con una línea férrea hasta Acapulco, el gobierno había abierto las puertas al progreso; y realizaría una considerable economía con la reducción de sus fuerzas armadas, pues pudiendo transportar rápidamente tropas hasta el puerto no había necesidad de un ejército tan numeroso.

El mineral de Taxco, afirmado por su riqueza y gran bonancibilidad que adquirió en la época colonial, fue un punto de interés para los empresarios ferrocarrileras. Para comunicarse este lugar se otorgaron varias concesiones.

Entre 1896 y 1910, se hizo paréntesis al propósito de enlazar también zonas productivas del estado de México a Guerrero. No menos de cinco contratos pretendieron comunicar la ciudad de Toluca o algún punto del territorio mexiquense con la estación de iguala del ferrocarril

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