Economía Mexicana, en los últimos 20 años

En los últimos 20 años, se cree que no se supo reconocer los obstáculos del desarrollo económico y que en la actualidad sucede algo similar. El texto intenta explicar la forma en que México ha pasado estos años. Lo divide en tres etapas: 1) las reformas de mercado en el siglo XIX, 2) el traumático surgimiento de un Estado desarrollista al estilo de Gershenkron, y 3) el giro de la relación mercado-Estado desde mediados de los años ochenta.

Las reformas de mercado en el siglo XIX: para el siglo XVIII, el país era una de las regiones más prosperas del mundo, la productividad y economía superaba la de la propia España, siendo menos agrícola y teniendo una industria minera avanzada y un importante sector manufacturero. Básicamente era un país con un potencial muy grande para un desarrollo capitalista acelerado.

Sin embargo para los años 1780-1870 se presentaran obstáculos que evitaron el creciente desarrollo económico. Las guerras civiles e internacionales fueron algunas de las causas que mermaron los recursos necesarios para que el Estado y el sector privado reactivaran el sector minero y mejoraran la infraestructura de transportes.

La independencia trajo consigo la eliminación de la carga fiscal que estaba sobre el hora y la plata extraídos cuando era una colonia, esto perturbo para 1812 y 1822 la producción de plata, reduciéndose en una quinta parte del total. En el sector minero no se logró recuperar el nivel de producción anterior a la independencia hasta el decenio de 1860, esto implicó un desperdicio en el volumen del comercio internacional y la disminución de los medios de pago disponibles en la economía nacional.  En resumen, el estancamiento económico e industrial fue consecuencia de la sostenida falta de mercados y de su fragmentación.

Al revisar los datos de esta época, los historiadores creen que el desarrollo económico está mal redactado, sobre todo en lo programas económico-liberal, como lo son el libre comercio, la privatización de la propiedad corporativa y publica y la liberación del mercado de tierras. Por ejemplo, el libre comercio, estimula demasiado la caída de la industria manufacturera local, pues al expandirse los ferrocarriles para finales del siglo XIX, se redujo la protección natural que aportaba el transporte tradicional.  La privatización de la propiedad corporativa y pública trajo consigo la destrucción de la principal institución bancaria de la economía. Y por último, la liberación del mercado de tierras, contribuyo a concentrar la propiedad agrícola y con el entiempo a la expansión social que hubo en 1910.

El traumático surgimiento de un Estado desarrollista al estilo de Gershenkron: el porfiriato, fue una época que abarco los años de 1877 a 1910, bajo el lema de “Orden y Progreso” Porfirio Díaz transformo al país. Según él, El Orden era algo indispensable del crecimiento económico, empezando por poner fin a las luchas políticas y militares dentro del país. En cuanto al Progreso, significaba transformar a México en una nación industrializada, eliminando las barreras tradicionales que impedían la reactivación económica, como la falta de infraestructura de transportes y de capital financiero.

Estimuló la expansión de la red ferroviaria, logrando que el Estado otorgara concesiones e incentivos financieros, esto aumento enormemente el tamaño del mercado, derribando las barreras locales y regionales al comercio y acrecentó la competencia.

Díaz acepto la inversión extranjera, estimulada activamente mediante diversos incentivos, esto ayudo a la afluencia de capitales externos. Esta inversión significo el acceso a los mercados mundiales y entre 1870 y 1913 las exportaciones de México se triplicaron como proporción del PIB.

Pero no todo fue miel sobre hojuelas, a principios de 1900, el patrón de desarrollo comenzó a decaer, los salarios reales empezaron a caer sistemáticamente y sostenidamente, entre otras consecuencias. La interrogantes es en donde estuvo el error? Los historiadores aseguran que el desequilibrio creciente entre el crecimiento económico acelerado y la lentitud de los avances políticos y sociales, no ayudo a que México fuera una nación industrializada moderna.

El giro de la relación mercado- Estado desde mediados de los años ochenta: en 1980, la economía mexicana tuvo dos shocks de origen externo, la crisis de la deuda de 1982, que aumento los pagos por concepto de servicio de la deuda y dificultó la obtención de nuevos créditos externos, la crisis del petróleo de 1986, que corto espectacularmente gran parte de la principal fuente de divisas y de ingresos fiscales del país.  En esta época se llevaron a cabo procesos de reformas de amplio alcance con el fin de aumentar la función económica del sector privado y dar mayor margen a la acción de las fuerzas de mercado, y acelerar la inserción en la economía mundial.

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