El Amor En El Antiguo Egipto

Introducción

Si bien hay un gran avance en lo que se considera objeto de estudio histórico, siguen prevaleciendo las cuestiones económicas y políticas. Si bien hoy ya los estudios sobre lo social, religioso, cultural van adquiriendo mayor importancia, hay temas que pasan desapercibidos. Uno de ellos, a nuestro parecer, es el que tiene que ver con los sentimientos, con las demostraciones de cariño, amor, etc. Por otro lado, la historia de la mujer, que aún está en desarrollo, también tiende a caer en estos estereotipos, estudiando así, su participación política o importancia social. Olvidando que hablar de la mujer es hablar de todo un mundo interior que le aqueja y del cual no se puede desprender. Por ello hemos querido abordar la historia de la mujer pero desde lo amoroso en una cultura que se caracteriza por haber considerado al sexo femenino como complemento y no como inferioridad, la egipcia.

Es sabido que en la cultura egipcia de la antigüedad, antes de la llegada del cristianismo y del islam, la mujer tuvo mayor consideración que en cualquier otra cultura de la época. Lo que le permitió, por ejemplo, llegar a ocupar cargos políticos como el de faraón. O cuidar de sus propios bienes, sin pasar a ser estos patrimonios del esposo. Mas este estudio pretende enfocarse en la parte más privada, aquella donde se encuentra y manifiestan los sentimientos. Pues la valorización de la mujer no solo fue en ámbitos políticos o económicos, sino que alcanzó al ámbito amoroso. Esto plantea la interrogante sobre la construcción del imaginario femenino que le permitió poseer este status en la sociedad egipcia, Considerando esta imagen de la mujer, es que cabe preguntarse ¿tiene algo que ver en ella la visión de las diosas de la cultura egipcia? De este modo se pretende estudiar el alcance que tuvo la religión en el imaginario construido alrededor de la mujer y cómo éste permitió que la mujer fuese, sin problema, objeto de amor y cuidados que el hombre debía entregar. Dicho enfoque se plantea con el fin de demostrar que fue gracias a la religión, en particular a la figura de la diosa Isis como modelo de esposa y madre, que en el mundo egipcio de la antigüedad, la mujer encarnó virtudes como la perseverancia, fidelidad, valor ante la adversidad, entre otras, que le permitieron ser de gran estima para la sociedad, cumpliendo así un rol de complementariedad con el hombre (y no como inferior a éste), enfatizando la importancia del cuidado de ellas, especialmente por parte de sus esposos, a quienes se exhortaba a amar, cuidar y proteger a sus esposas. Lo que se tradujo en la compilación de cantos donde se expresaba abiertamente el amor y dependencia amorosa hacia la mujer; así como en la escritura de proverbios que definieran como hombre sabio aquel que entrega su vida al cuidado de su mujer.

Ahora bien, para lograr comprender este mundo es necesario dejar claro conceptos tales como Antiguo Egipto, es decir, dejar clara la cronología que abarcará esta investigación. La cual irá desde el siglo XIII a.c apróx., que es desde la época en que están fechada las fuentes de las cuales haremos uso, hasta el siglo VI d.c aprox., que es la fecha en que Egipto ya es parte del imperio romano y se prohíbe el culto a la diosa Isis.

También debemos entender que el concepto de amor que utilizaremos se acota al amor romántico, de esposos, más que al familiar o de amistad, pues es nuestro interés estudiar los elementos que hicieron posible que en esta civilización se desarrollase una cultura romántica abierta a las demostraciones de amor desde el hombre hacia la mujer, demostraciones en palabras o gestos, pues tampoco es interés de este estudio investigar sobre la vida sexual de las parejas en esta época.

En cuanto a la metodología, esta investigación se realizará sobre la base de una fuente escrita como guía y una discusión bibliográfica en torno a ella o a aspectos relevante de la misma. En cuanto a la fuente guía, utilizaremos Cantos de amor del antiguo Egipto, fuente literaria que nos muestra la demostración clara de amor de un hombre hacia su amada, en la cual manifiesta, sin dudas, que ella es la solución a todos sus males, Mi amada es para mí el mejor de los remedios, Para mí es más que un formulario, Su venida es mi amuleto. En este canto se muestra la imagen de una mujer prácticamente perfecta, quien siempre tiene la palabra precisa, cuyo andar ilumina, entre otras cualidades.

Para ello estudiaremos en primera instancia el mito que envuelve a Isis y Osiris para entender las circunstancias en que se basan la construcción de la imagen de Isis como esposa fiel y amada. También estudiaremos la Lamentaciones de Isis y Neftis. Traducidas por López, Francisco, canto que consolidará la imagen de Isis, y por ende de la mujer en general, no como la fuente de mal ni de una desnaturalización del conocimiento (como sucede en el cristianismo), sino como aquella que había superado los peores obstáculos y descubierto el secreto de la resurrección. A la que a su fidelidad se sumaba un valor indestructible ante la adversidad, una intuición fuera de lo común y la capacidad de penetrar el misterio

A través del análisis de esta fuente, veremos cómo las demostraciones de amor se dan en primera instancia en el mundo de lo divino, lo cual no puede estar ajeno a nuestra comprensión, pues es este mundo el que explica el funcionamiento del mundo humano.

En cuanto al análisis bibliográfico, Christian Jacq, Doctor en Egiptología Director del Instituto Ramsés, y Christiane Desroches, egiptóloga francesa, serán fundamentales para establecer el contexto de la mujer en antiguo Egipto, tanto en su relación con el hombre como en su papel en la vida familiar.

Davinia Albalat en La mujer en el Antiguo Egipto, también nos otorga un visión interesante del tema en cuanto nos habla de una mujer que era vista a través de la imagen que presentaba como divinidad, y que transmitía fundamentalmente la idea de una mujer madre, que es fuente de vida y de fecundidad. “Las diosas Netert y Ma-at personifican el principio del orden cósmico. Ellas mantienen el equilibrio, el orden y la armonía del universo. Su fuerza cósmica es la fuente sin la que otros dioses y diosas no serían nada.”

Ahora bien, si Isis representa la imagen de la mujer por excelencia, Hator lo es del amor, y Christian Jacq bien nos expone cómo esta diosa del amor y del deseo plantea las pautas para la realización del amor. De este modo en su texto Las egipcias, es un excelente guía para comprender los cantos de amor escritos en la época, basados en lo que la diosa Hator ha predispuesto para asegurar la atracción entre el hombre y la mujer, y escribe “La mujer impone a su amante diversas pruebas para averiguar si realmente la ama. Le cierra su puerta;

...