El Aprendizaje En Las Corporaciones
kefr21 de Abril de 2013
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Del año mil, el punto de vista de la historia de la educación, surgimiento de los maestros libres y de las universidades nacimiento de los municipios y de las corporaciones de artes y oficios; en fin, los siglos del primer desarrollo de una burguesía urbana. Nuevos modos de producción: observación e imitación, tendencia a la consolidación y asimilación a la escuela.
El campo pierde los oficios ejercidos antes por los prebendarios o servi ministeriales de las cortes señoriales; se transfieren a la ciudad y empiezan a elaborarse unos estatutos regulares, estatutos, hay numerosas normas que regulan no sólo las relaciones externas del oficio o corporación con el poder público y con el Mercado (adquisición de materias primas y venta de las productos), sino también las relaciones internas entre los trabajadores, que pueden ser maestros, socios, aprendices o también jornaleros asalariados, el aprendiz era aceptado entre los maestros y podía pues ejercer el oficio por su cuenta. Los aprendices, a diferencia de los jornaleros asalariados, los cuales no presumen de aprender el oficio para ejercerlo después como maestros, magistri y discipuli; estos últimos participan en el trabajo, pero en vistas a la adquisición de los conocimientos y habilidades de la profesión.
No existe un lugar separado, distinto del lugar de trabajo de los adultos, donde los adolescentes aprendan. No existe una escuela del trabajo: el mismo trabajo es escuela; pero van creciendo los aspectos intelectuales. No hay una pedagogía del trabajo: no se nos muestran las materias primas ni su cualidad, las herramientas y su empleo, los modos verbales y gestos de la comunicación del maestro hacia el discípulo.
Cuántos aprendices podía tener cada maestro: en general, además de los componentes de la familia, uno (para orfebres, cordeleros, herreros, etc.) o dos (para cuchilleros, lavanderos, etc.); sin límite, en cambio, los carpinteros; pero todos podían tener muchachos o trabajadores (vallets o sergeants), no aprendices, en la cantidad que quisieran. Ningún lavandero puede o debe dar trabajo a un muchacho a aprendiz que sea bribón, ladrón, asesino o expulsado de la ciudad por alguna acción indigna, se exigía además que fueran nacidos de matrimonio legítimo.
El ingreso a un trabajo se hacía bajo la forma de un verdadero y propio contrato, al cual asistían como testimonios dos expertos de aquel arte, La duración del contrato de aprendizaje se podía dejar a la discreción del maestro variando de cuatro a diez años y podía prolongarse si el aprendiz no pagaba, no siempre este pago podía realizarse, dada la pobreza media de las familias de los aprendices. Diversa era también la edad en que podía empezar el aprendizaje; según el contrato, el aprendiz se convertía en una especie de propiedad temporal del maestro, el cual podía incluso venderlo o alquilado a otros maestros; pero sólo, diríamos, por causas de fuerza mayor: "si está enfermo en cama, Además, el aprendiz tenía entre las garantías, incluso una especie de caja de mutuo socorro, dado que tal vez parte de lo que él ingresaba "va a los prohombres del gremio, para ser devuelto a los muchachos pobres del mismo gremio y para preservar los derechos de los aprendices con relación a sus maestros”
Si el aprendiz se alejaba del maestro sin despedirse, por locura o ligereza, tres veces, el maestro no lo debe aceptar a la tercera vez, ni ningún otro del oficio, ni como muchacho ni como aprendiz. Esta decisión la toman los prohombres del gremio.
Las mujeres presentes en algunos estatutos como eventuales viudas de maestros. Es aquí donde los trabajadores de cristales y piedras son más negativos y explícitos, ya que decían que ninguna viuda de un artesano podía tomar aprendices “ya que no es del parecer de los prohombres del gremio que una mujer pueda saber
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