El Arte De La Guerra

Declara la guerra a tus enemigos:

La estrategia de la polaridad

Como lo mencioné con anterioridad, en la vida siempre vamos a encontrar problemas, hasta por debajo de las piedras. Aquel dicho que enuncia “hasta lo que no comes te hace daño” cobra mucho sentido pues, muchas veces, pareciera que las personas se empeñan en estar buscando y creando problemas aunque no les competa en absoluto. Por esta razón debemos siempre estar alertas de las personas que significan una amenaza para nosotros, saber quiénes son nuestros aliados y a quiénes no les interesamos en lo absoluto.

Cuando me refiero a detectar las amenazas, me estoy centrando en todas las personas que de alguna forma representan algún tipo de riesgo para logar nuestros objetivos. Son obstáculos. Algunos más grandes que otros y con riesgos de distintos parámetros.

No será la misma acción que ejerza un enemigo escolar que uno laboral y por consiguiente, no será la misma repercusión. En la escuela, ele enemigo puede sabotear nuestra exposición, cerrando el salón, obstruyendo los contactos eléctricos, incluso robado nuestro equipo, sin embargo en el ámbito laboral, se pelea por dinero y por un lugar dentro de la institución y aunque muchas veces las acciones pueden ser muy similares, las consecuencias no.

No será lo mismo sacar un ocho en una exposición que perder el empleo. Los acontecimientos que a partir de estos resultados se desencadene son muy diversos. Por lo anterior, es importante estar conscientes de nuestros enemigos, lo mismo de las personas que nos apoyan, que simpatizan con nosotros y que sobre todo, estarían dispuestos a ofrecernos su apoyo en un momento de crisis así como de aquellos a los que no les interesamos en lo más mínimo y que, vernos en una situación victoriosa o de fracaso, les es totalmente indiferente.

Sin embargo no es un trabajo fácil; las personas solemos ser calculadoras y siempre buscamos anteponer el beneficio propio. Somos sutiles y evasivos, disfrazamos nuestras intensiones, y en muchos casos, fingimos apoyar a alguien o ser partidarios de una idea o partido, aunque la realidad nos contrapone con ese pensar.

Necesitas claridad para aprender a descubrir a nuestros enemigos, a detectarlos mediante los signos y patrones que indican hostilidad hacia nuestra persona, en los diferentes ámbitos de la vida.

La hostilidad se manifiesta con las conductas agresivas en forma de violencia emocional de un individuo o de un grupo de personas contra otro. Cuando la hostilidad se rompe, cuando va un paso más allá, se pasa de las agresiones emocionales a las agresiones violentas que pueden llevar a discusiones, conflictos, peleas y en un caso más grande, a una batalla o guerra.

Cuando esto sucede, no es necesario hacer un esfuerzo para reconocer a nuestros

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