El Cafe

Millones de personas en todo el mundo se despiertan cada día con una taza de café recién preparado y luego se encuentran con amigos o hacen negocios en elegantes y costosas cafeterías. Pero para muchos agricultores, se ha producido una crisis en el cultivo de café.

Si bien el consumo crece en algunos mercados, el café es víctima de su propio éxito y recientemente la oferta ha superado a la demanda. El café es el segundo producto básico que más se comercializa en los mercados internacionales, superado sólo por el petróleo. La industria proporciona trabajo a más de 100 millones de personas en todo el mundo. Alrededor de tres cuartos de todo el café cultivado ingresa al comercio internacional. Su valor minorista se estima en aproximadamente $70.000 millones y esta cifra se ha más que duplicado en la última década. Sin embargo, ahora sólo $6.000 millones llega a los productores de café - menos del 10%, comparado con más del 30% hace diez años. Como el 70% del café se cultiva en pequeñas plantaciones de menos de 10 ha en más de 60 países, la mayoría en desarrollo, esta situación tiene graves consecuencias para muchos agricultores pobres, sus comunidades y el medio ambiente.

El Fondo Mundial para la Vida Silvestre (WWF), la organización conservacionista independiente más grande y con más experiencia del mundo, indica que los principales problemas ambientales en el cultivo de café son:

• Pérdida de hábitats y efectos sobre la biodiversidad

• Degradación del suelo

• Efectos del procesamiento sobre la calidad del agua

• Uso excesivo de plaguicidas

Una de las principales preocupaciones es que la expansión en los más importantes y recientes países productores de café ha sido a expensas de los bosques naturales. Sin embargo, el WWF declara que:

“... no existe ninguna razón para limpiar hábitats vírgenes para plantar café. Con los agroquímicos disponibles hoy y con una producción general mejorada y prácticas de manejo, se puede hacer que gran parte de la tierra previamente degradada vuelva a producir.”

El herbicida no selectivo desempeña una función clave en la búsqueda de una producción sustentable de café al controlar las malas hierbas que de lo contrario reducirían seriamente la productividad, en conjunto con otras prácticas agrícolas que protegen el medio ambiente y ayudan a reducir el uso general de plaguicidas.

El paraquat es una herramienta esencial en el café

El paraquat es un herbicida de amplio espectro porque su modo de acción consiste en inhibir la fotosíntesis. Este proceso es esencial para las plantas y significa que el paraquat destruye todo el tejido verde. Sin embargo, si bien se dice que es ‘no selectivo’, el paraquat es seguro para los cultivos de café por varias razones. Primero, se inmoviliza al contacto con el suelo, lo cual significa que no puede desplazarse a las raíces y ser captado por las plantas.

Puede leer más sobre las exclusivas propiedades del paraquat en el suelo aquí.

Segundo, se pulveriza alrededor de las plantas de café, que están protegidas por la corteza en la cual no puede penetrar el paraquat. En tercer lugar, aún si pequeñas cantidades de paraquat aterrizan sobre las hojas de café no causa ningún daño o muy poco porque el paraquat no se mueve a través de las plantas sistémicamente como el herbicida alternativo no selectivo glifosato.

A diferencia del glifosato, el paraquat es de muy rápida acción y resistente a la lluvia.

Aquí puede ver un video que muestra la insuperable velocidad de acción del paraquat.

Las malas hierbas pulverizadas por la mañana con frecuencia mostrarán síntomas por la tarde, haciendo que resulte fácil para los operadores de pulverizadores y los administradores de plantaciones ver qué áreas ya han sido pulverizadas. Esto se mantiene aún si

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