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El Contrato Social

karenrc1815 de Octubre de 2013

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LIBRO 1

CAPITULO II

De las primeras sociedades

Es muy interesante como habla de que la primera sociedad y la única natural es la familia ya que esta conformada por un jefe, que es el padre y el pueblo que es el resto de la familia, lo importante es que ésta sociedad no subsiste más que por convención. Sin embargo la diferencia entre el padre y el Estado es que el primero rige basado en el amor paternal, en cambio el Estado por el placer del mando.

Grotio niega que el poder que tienen los gobernantes se haya establecido a favor de los gobernados. Filón, el emperador Calígula, decía que el aspecto de gobernar era porque los reyes eran dioses o porque los hombres bestias. Finalmente Aristóteles decía que los hombres no son naturalmente iguales, sino que unos nacen para ser esclavos y otros para dominar, y según Jacobo Aristóteles tenía razón y en parte tiene razón solo que ahora son conocidas como clases sociales.

CAPITULO III

Del derecho al más fuerte

En éste capítulo Jacobo habla de que éste derecho no tiene fundamentos reales, ya que la obediencia y el derecho se baza en la fuerza, es decir en la potencia física, por lo tanto si no hay fuerza no hay obediencia, y si no hay obediencia no hay derecho. Por lo tanto se concluye que la fuerza no hace al derecho, nada se debería de hacer por la fuerza, solamente el acato de los poderes legítimos.

CAPITULO IV

De la esclavitud

En teoría ningún hombre tiene por naturaleza autoridad sobre su semejante, por lo tanto éste derecho no se puede dar. Decir que un hombre se da a otro de manera gratuita es algo que no existe porque si así fuera seria porque el que la lleva a cabo está totalmente loco, de igual manera el pueblo. Nadie quiere renunciar a su libertad sin que se le obligue, una forma podría ser como dice Jacobo, la guerra, ya que el vencedor con el derecho de matar al vencido (supuestamente) éste puede comprar su vida con su libertad, es decir, servirle en vez de ser asesinado, pero esto también es nulo ya que el derecho de conquista se basa en la ley del más fuerte, y si la guerra no da al vencedor el derecho de asesinar a los pueblos vencidos, menos de esclavizarlos, por lo tanto un “esclavo” hecho en la guerra no está obligado a nada más que de obedecerle mientras este forzado por lo tanto el vencedor decidiría matarlo. Asi que para finalizar las palabras esclavo y derecho, son palabras que no van juntas y que son nulas si se sigue el razonamiento dado anteriormente.

CAPITULO V

Necesidad de retroceder a una convención primitiva

Respecto a éste capítulo estoy de acuerdo en que hay una gran diferencia entre someter una multitud y regir una sociedad, primeramente que como en la revelación de la granja animal de George Orwell ante una dictadura los ciudadanos o el pueblo se terminan revelando, además como dice Jacobo si el dictador llegara a perecer, su imperio terminaría y permanecería sin una unión porque lo que hizo solo fue someter y no amarró lo que hizo rigiendo de manera soberana y competente. Y también estoy de acuerdo con Jacobo en que “la ley de las mayorías en los sufragios es ella misma fruto de una convención que supone, la unanimidad.

CAPITULO VI

Del pacto social

El ser humano solo puede sumar fuerzas porque no puede crear nuevas y aparte que puedan obrar unidas y en conformidad, es algo un poco difícil y no se puede hacer más que con la ayuda de muchos, la solución al problema es el contrato social ya que las clausulas que contiene tratan sobre como encontrar una forma de asociación que defienda y proteja a la persona y a los bienes de cada asociado y permanezca tan libre como antes.

Y para finalizar los principales instrumentos para la conservación de la fuerza del hombre son la libertad y la fuerza que el ser humano tiene que complementar con ayuda del contrato social.

CAPITULO VII

Del soberano

Al conformar ya la persona jurídica, por una asociación de personas enmarcada en el pacto, es necesaria la existencia del Soberano quien pueda dar viabilidad a las acciones del común del pueblo. La deliberación pública puede obligar a todos los súbditos para con el soberano.

Para finalizar el soberano es siempre lo que debe ser, aunque cada individuo piense de manera diferente al interés común. Pero a fin de que éste pacto social se cumpla se hizo un compromiso que pueda dar fuerza a los otros y así se cumplan.

CAPITULO VIII

Del estado civil

Este capítulo trata sobre el cambio que se produce en un hombre que cambia del estado natural al estado civil, como la razón y la moralidad. Tiene desventajas como el perder su libertad natural y ya no pensar impulsivamente, además de que ya no puede tener todo lo que desea sin pensarlo dos veces, pero se gana la propiedad, entre otras cosas.

CAPITULO IX

Del dominio real

Aquí se habla de la propiedad y la posesión que tiene cada miembro de la comunidad, dice que mientras mayor sea el numero de individuos, como por ejemplo una sociedad será más fuerte, sin embargo referente al Estado, este es más fuerte ya que es dueño de sus bienes por medio del contrato social.

Además dice que el hombre al convertirse en propietario de un bien cualquiera ya no puede tener derecho de lo demás, sin querer ser propietario de lo de la comunidad. Se debe respetar lo que es de otros. Para que se tome posesión de un terreno cualquiera se deben de cumplir tres condiciones: 1- Que el terreno no este ocupado por otro, 2- Que solo se utilice la parte necesaria para subsistir y 3- Que se tome posesión de el mediante el trabajo y el cultivo.

Aunque esto no tiene muchas ventajas más que para el poseedor de las tierras porque para los demás es una desventaja dado que ya no podrían hacer uso de estas de manera libre, se tendrían que atener a las condiciones del propietario, por desgracia los antiguos monarcas no lo tomaron muy bien porque ellos no solo se creían poseedores de las tierras sino que también de los hombres que habitaran en ellas, por eso se tuvo que hacer una regla que decía que si el terreno era muy grande se tendría que compartir para que todos disfrutaran de el o lo repartieran en partes iguales.

Jacobo termina este libro diciendo que los hombre deben de ser iguales por convención y derecho.

LIBRO II

CAPITULO I, II

En éste capítulo dice que la voluntad general es la única que puede dirigir las fuerzas del Estado de acuerdo con los fines de su institución, que es el bien común, y que tiene que haber un vínculo social para que todos estuvieran de acuerdo sino ninguna sociedad podría sobrellevarse.

Pero después se desmiente diciendo que es imposible que esto exista debido a que el soberano actua de acuerdo a la preferencia y no a la voluntad general, es decir que actua por conveniencia, a lo que estoy de acuerdo con Jacobo, desde el instante en que el hombre tiene el poder y observa que el pueblo lo obedece en ese momento desaparece el soberano y queda destruido el cuerpo político.

Los políticos dividen la soberanía en: fuerza y voluntad, en poder legislativo y poder ejecutivo, es decir que el soberano esta compuesto de varias partes y de una sola a la vez, esto según Jacobo es un error al no poder dividir la soberanía en principios, la dividen en lo dicho anteriormente por la falta de conceptos de autoridad soberana.

CAPITULO III, IV, VI

De si la voluntad general puede errar

Supuestamente la voluntad general es siempre recta, pero con lo que se ha hablado se deduce que no siempre es así, porque al pueblo siempre se le engaña, se le corrompe, asi que se deduce que hay dos tipo de voluntades diferentes: la voluntad de todos, que es lo que quiere el pueblo, y la voluntad general que es el interés privado. Es gracias a los ciudadanos comunicados que existe la voluntad de todos sino solo existiría la voluntad general. Lo que se espera es que con ayuda de estos ciudadanos que conforman asociaciones, creen una tan grande que la voluntad general pueda desaparecer dejando la voluntad de todos a flote.

el ciudadano debe de prestarle al Estado sus servicios cuando sea necesario, pero sin que sea algo inútil a la comunidad, habla también de la soberanía, el poder absoluto que tiene una persona sobre todos los demás miembros de un grupo, y de los diversos compromisos que tenemos con el cuerpo social por el simple hecho de pertenecer a el, pero siempre de manera equitativa, es decir, que todos tienen los mismos derechos y las mismas obligaciones y no se puede hacer distinción alguna.

CAPITULO V

Del derecho de vida y de muerte

Este capítulo habla de la pena de muerte, el Estado dice que cuando un criminal corrompe la ley este ya no es mas que un traidor a la patria y se le declara la guerra, por lo tanto uno de los dos debe morir, y se le lleva a un juicio, y al perder este como dice el derecho de la guerra, establece matar al vencido, claro que no es escusa, no hay derecho de matar aun cuando lo merezca, no se puede decidir el tiempo de vida de una persona por el simple hecho de que somos humanos y nadie merece morir.

CAPITULO VII

Del legislador

Aquí habla de que para que las reglas sociales se lleven mejor a cabo debe de existir una inteligencia superior, y que pudiera ocuparse de nuestra felicidad, y además transformar a cada individuo. Es como dice Jacobo “el mecánico que inventa la maquina, el príncipe el obrero que

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