ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

El Equipo Del Pueblo


Enviado por   •  27 de Marzo de 2014  •  681 Palabras (3 Páginas)  •  171 Visitas

Página 1 de 3

Escrito por Reinaldo Spitaletta

El fútbol, decía un escritor, es la recuperación semanal de la infancia. Es la asistencia a un ritual con multitud de feligreses que oran ante esa suerte de oficiantes-danzantes, erigidos como símbolos de la divinidad durante noventa minutos.

El goleador de un campeonato –según Pasolini- es siempre el mejor poeta del año. El fútbol, para algunos el nuevo opio del pueblo, es poesía. Y prosa. No hay que meterle mucha ideología al asunto: ninguna espectacular gambeta podrá detener una revolución social, pero un gol del equipo amado sí nos acerca a las prometidas glorias del paraíso.

El DIM, llamado el equipo del pueblo, el Rey de Corazones, el Poderoso, fue, en otras calendas, una forma permanente del fracaso. Sus seguidores parecían peregrinos del infierno. Estaban condenados, como Sísifo, a un flagelo eterno. Ellos y su divisa estaban ligados a la tristeza, a ser los derrotados, los sufrientes, los parias y descastados de una realidad que cada vez los alejaba más de un posible redención.

Ser hincha del DIM significaba pertenecer al gremio de los vencidos. Y aunque de alguna manera el dolor da carácter, se estaban acostumbrando, como ciertos pueblos, a las penas. A una especie de resignación cristianoide. Y la pena aumentó cuando, en 1993, fue campeón por siete minutos. Las llamadas “fuerzas oscuras”, en un país experto en trampas, le esquilmaron el título y lo convirtieron en rey de burlas.

La oncena rojiazul, que tuvo la dicha de tener, por ejemplo, a jugadorazos como el Charro Moreno, Omar Orestes Corbatta, José Vicente Grecco, el Caimán Sánchez, tuvo una sequía de campeonato de 45 años. En 2002 logró que en su firmamento brillara la tercera estrella, que en realidad parecía, por la espera perpetua, toda una Vía Láctea. Y dos años después se dio el gustazo de derrotar a su rival de patio, en una demostración de poderío que todavía sus miles de seguidores albergan como uno de los logros máximos del equipo.

El DIM, escuadra de los de abajo, de los proscritos, de los herejes, había dejado de ser el hazmerreír de los hinchas del otro equipo de la ciudad, que un poeta calificó como el Atlético Guanábana. Y pese a que el sufrimiento es inherente a todo lo que tenga que ver con el cuadro rojo y azul, hoy toda la cofradía de “indigentes y de borrachos” goza con la quinta estrella.

El Poderoso, equipo de poetas y artesanos, nos hace memorar a Malevo, el cronista, cuando decía que “Medallo, nos vas a homicidar”, y vuelve a ser el equipo que, como dicen los muchachos de la Rexixtenxia Norte, no es moda, sino una pasión, un sentimiento popular, un canto a la existencia con dificultades. Por eso fue hermosa la celebración en Manrique y La Toma, en La Floresta y Belén, en Bello y Envigado...

El Medellín

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (4 Kb)  
Leer 2 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com