El Espejo Enterrado, Introduccion Resumen
Enviado por danycs98 • 15 de Junio de 2015 • 472 Palabras (2 Páginas) • 1.368 Visitas
El 12 de octubre de 1492, Cristóbal Colón desembarcó
en una pequeña isla del hemisferio occidental. Colón
apostó a la hipótesis: puesto que la Tierra es redonda,
se puede llegar al Oriente navegando hacia el Occidente.
Pero se equivocó en su geografía. Creyó que
había llegado a Asia. No fue la primera ni la última desorientación
occidental. En estas islas, que él llamó “las Indias”,
Colón estableció las primeras poblaciones europeas en
el Nuevo Mundo. Colón
tuvo que inventar el descubrimiento de grandes riquezas
en bosques, perlas y oro, y enviar esta información
a España. Colón había descubierto el paraíso terrenal y el buen
salvaje que lo habitaba. Al principio Colón dio un paso atrás hacia la
Edad Dorada. Pero muy pronto, a través de sus propios
actos, el paraíso terrenal fue destruido y los buenos
salvajes de la víspera fueron vistos como “buenos
para les mandar y les hacer trabajar y sembrar y hacer. Desde entonces, el continente americano ha
vivido entre el sueño y la realidad, ha vivido el divorcio
entre la buena sociedad que deseamos y la sociedad
imperfecta en la que realmente vivimos. Quinientos años después de Colón, se nos pidió
celebrar el quinto centenario de su viaje, sin duda
uno de los grandes acontecimientos de la historia humana.
Pero muchos de nosotros, en las comunidades
hispanohablantes de las Américas, nos preguntamos:
¿tenemos realmente algo que celebrar? Un vistazo a lo que ocurre en las repúblicas latinoamericanas
al fi nalizar el siglo XX nos llevaría a
responder negativamente. En Caracas o en la Ciudad
de México, en Lima o en Río de Janeiro, el quinto
centenario del “descubrimiento de América” nos sorprendió
en un estado de profunda crisis. Infl ación,
desempleo, la carga excesiva de la deuda externa. Pobreza
e ignorancia crecientes; abrupto descenso del
poder adquisitivo y de los niveles de vida. Un sentimiento
de frustración, de ilusiones perdidas y esperanzas
quebrantadas. Frágiles democracias, amenazadas
por la explosión social. Pero la crisis también reveló algo que
permaneció en pie, algo de lo que no habíamos estado
totalmente conscientes durante las décadas precedentes
del auge económico y el fervor político. La crisis que nos empobreció también puso en
nuestras manos la riqueza de la cultura, y nos obligó a
darnos cuenta de que no existe un solo latinoamericano. Éste es un libro dedicado, en consecuencia, a la
búsqueda de la continuidad cultural que pueda informar
y trascender la desunión económica.
Los conquistadores españoles, franceses y
norteamericanos han entrado a México a través de
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