El Estudio De Los Adolescentes

la idea de la enorme importancia que representa seguir relacionando la niñez y la juventud con el desarrollo de la raza humana, viene la convicción de que solo ahí podemos encontrar normas verdaderas para enfrentar la tendencia a la precocidad en el hogar, la escuela, la iglesia y civilización en general.

Para ello la psicología y la pedagogía son indispensables para ello, he tratado de demostrar como la verdad a cerca de la cuestión del alma nunca es segura ni completa sino hasta que se aplica a la educación.

El periodo de lo 8 a los 12 años es único en la vida humana, la salud esta en su mejor estado, la actividad es mayor; el niño desarrolla una vida propia fuera del circulo del hogar existe una gran inmunidad al riesgo, al peligro, al accidente y a la tentación.

El niño es padre del hombre en un nuevo sentido por que sus cualidades son indefinidamente más viejas y ya existían consolidadas desde incalculables épocas antes que se desarrollasen atributos humanos mas claros.

El arte del maestro debe animar todo lo que los recursos de la literatura, la tradición y la historia ofrecen, lo cual representa las exuberantes e imperfectas virtudes de la niñez, de manera que el niño con su imaginación casi visual, pueda disponer de toda su herencia, advertir en si mismo las múltiples tendencias de esta y vivir al máximo cada etapa de su vida.

A los 8 años debemos cerrarle la naturaleza, y abrir los libros, el niño debe someterse en bancas y trabajar los pequeños músculos que agitan la lengua y la pluma, para permitir que los otros mas de la mitad de su cuerpo se debilite.

El arte pedagógico consiste en estimular al niño a que vaya a su encuentro en buena hora, de manera intensa y rápida como se pueda, Acosta del menor esfuerzo posible y con el mínimo de explicaciones o coqueteos por el interés natural.

La adolescencia es un renacimiento, pues rasgos humanos mas elevados y completos surgen en ella. Nacen cualidades del cuerpo y del alma.

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