El Laicismo

El laicismo y el trabajo en el aula.

Introducción.

A lo largo de este semestre hemos visto las leyes que regulan a la educación, como lo son la Ley General de Educación, la Ley Estatal de Educación y la Constitución Política De los Estados Unidos Mexicanos, en ellas nos hablan de los derechos y las obligaciones que tienen los mexicanos en cuanto a educación un tema de suma importancia en cuanto nos marca las leyes que rigen la educación es el laicismo. En este trabajo se hablara del laicismo y el trabajo en el aula donde nos basaremos de las bases filosóficas que hemos ido conociendo a lo largo del semestre.

Para empezar se describirá a continuación el termino laicismo: el laicismo es el respeto a las creencias religiosas y a la no distinción de razas ni culturas, por lo tanto ser laico significa reconocer el derecho de todos a practicar una religión, es una de las características más importantes de la educación en la cual nos dice que la educación debe de estar independiente de la religión, no debe relacionarse con instituciones religiosas y no debe de haber ministros de culto en la enseñanza. La educación laica no debe suponer ni la carga antirreligiosa ni la neutralidad. En el artículo 5 de la ley general de educación se nos dice que La educación que el Estado imparta será laica y, por lo tanto, se mantendrá por completo ajena a cualquier doctrina religiosa.

Mientras tanto en nuestra constitución se establece que la educación que imparta el estado debe ser laica, y la define como aquella que se mantiene por completo ajena a cualquier doctrina religiosa. El laicismo en el ámbito educativo es la expresión del principio histórico de separación del Estado y las iglesias, así como de un conjunto de normas que, por un lado, impiden al Estado establecer preferencias o privilegios a favor o en contra de religión alguna y, por otro, de la garantía de la libertad de creencias (articulo 24), de la cual se derivan derechos específicos para todo individuo, a saber: que son libres para profesar la creencia religiosa que mas le agrade y para practicar las ceremonias, devociones o actos de culto respectivo, siempre y cuando no constituyan un delito o falla penados por la ley, y no ser objeto de discriminación, ni ser obligado a declarar sobre ellas.

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