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El Mercantilismo Y El Surgimiento De Las Monarquías Absolutas


Enviado por   •  3 de Abril de 2015  •  1.196 Palabras (5 Páginas)  •  4.487 Visitas

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El Mercantilismo y el surgimiento de las Monarquías Absolutas

Se denomina mercantilismo a un conjunto de ideas políticas o ideas económicas de gran pragmatismo que se desarrollaron durante los siglos XVI, XVII y la primera mitad del siglo XVIII en Europa. Se caracterizó por una fuerte intervención del Estado en la economía, coincidente con el desarrollo del absolutismo monárquico. Las premisas de este sistema eran que la riqueza y prosperidad de una nación dependían del capital acumulable y que el mercado global es inalterable. Asimismo, dicho capital era significado por los metales preciosos, donde los estados buscaban aumentar sus arcas mediante una balanza comercial positiva.

El mercantilismo, para lograr su cometido de acumular capital, debía estar regido por una política proteccionista que favorezca a la exportación y disminuya la importación. De esta manera se llevó a los primeros casos de intervención y significativo control sobre la economía, y se sentaron grandes bases para el actual capitalismo.

Los rasgos esenciales del mercantilismo son:

1. La esencia de la actividad económica se centra en la adquisición de monedas y metales de oro y plata como única forma de enriquecerse el estado.

2. El mercantilismo es centralista al considerar que es el propio estado el que debe organizar y programar la adquisición de metales preciosos.

3. Con el mercantilismo aparece por primera vez el concepto de balanza comercial, ya que los países se ven forzados a desarrollar al máximo las exportaciones de productos pagaderos en oro y plata y reducir en lo posible las importaciones que supongan pagos en este tipo de moneda. El mercantilismo propicia una balanza comercial constantemente favorable.

4. Esta doctrina implica una gran dedicación al marco legal que regula la producción y el comercio, como vías de conseguir una óptima organización que lo facilite: desarrollo de la infraestructura del país, comunicaciones, puertos, desarrollos de mercados exteriores que absorban exportaciones, etc.

A lo largo de los siglos XVII y XVIII en los que se desarrolla esta doctrina económica, el mercantilismo se presenta con matices y modalidades distintas según los países o las épocas.

El mercantilismo español se basó más que en una actividad puramente exportadora en la defensa de los metales preciosos que entraban a España procedentes de América, atesorándolos en forma de lingotes básicamente mientras que el francés es muy diferente al español, al carecer Francia de minas de oro y plata, por lo que ésta intenta adquirirlos en los mercados exteriores. Colbert (1619-1683), ministro de Luis XIV, institucionalizó la exportación de productos franceses para crear oro y a cuyos efectos desarrolló de forma muy importante la industria gala. Por ello, el mercantilismo francés es conocido por colbertismo.

El mercantilismo inglés puede ser el más puro de todos, ya que además de un fuerte desarrollo de la industria y exportaciones propias, propició todo tipo de intercambios comerciales, siempre que supusiera para ellos un diferencial medio en oro y plata.

Pese a las críticas muy fuertes de que fue objeto el mercantilismo por la sociedad de su tiempo, este hecho no impidió la expansión del sistema, incluso bajo su forma más dictatorial, como fue el colbertismo, que no sólo pretendía un fuerte incremento de la industria como medida de hacer posible las exportaciones, sino que también suponía conservar y aumentar el poder del rey, poder que se medía a través de la abundancia de dinero; por ello, el colbertismo, además de ser una doctrina que suponía la industrialización, implicaba, también, un régimen muy ordenancista o burocrático, al situar todo el poder en manos del aparato del estado. Este tipo de mercantilismo rígido se extendió por Rusia y Alemania en el siglo XVIII, dentro de la generalización de la cultura francesa. En realidad, el auténtico mercantilismo fue una importante vía de progreso en países donde fue aplicado con más rigor como Holanda, Inglaterra y Francia, y fue precisamente su éxito lo que suscitó la necesidad y preparó el triunfo de las doctrinas liberales del siglo XIX.

Las Monarquías Absolutas

En el siglo XVII, el poder político de los monarcas se fortaleció hasta eliminar cualquier representatividad, dando lugar a las monarquías absolutas. La monarquía constituyó un estado moderno sobre la base de una dirección fuerte, contando con los medios para sostenerla. Con esto, el rey consiguió la resignación de la sociedad, a cambio de un cierto orden y progreso.

Uno de los más claros ejemplos del absolutismo fue Francia. Durante el siglo XVII, este país se convirtió en la mayor potencia europea. El rey Luís XIV (1643-1715) fue la mejor personificación de la imagen del monarca absoluto.

Causas del surgimiento de las Monarquías Absolutas

 La nobleza apoyaba la concentración del poder para estabilizar la economía dentro de todo el territorio de un Estado.

 El protestantismo iniciado por Lutero distanció a un Estado como Alemania de la Iglesia y los Estados papales, y disminuyó su importancia en las decisiones del Rey.

 La conquista de América llevó a países como España y Portugal a acumular grandes cantidades de riquezas en oro y plata lo que demostró que el absolutismo tenía más poder sobre los países vecinos.

 La necesidad de juntar fuerzas militares como en el caso de la guerra de los cien años entre Francia y el Imperio Británico obligó a los Estados a poseer un ejército regular comandado por el Rey y ya no por señores feudales dispersos e incomunicados.

 La crisis de la servidumbre

Características Principales

 El poder es de carácter divino: la autoridad del Rey fue designada por Dios.

 Todo el poder está en manos del rey, quien se asesora con un grupo de consejeros.

 No existe división de poderes o funciones del Estado.

 No existen organismos fiscalizadores del gobierno, debido a que todo lo que determina el rey es correcto porque él es el ministro de Dios.

 El pueblo no tiene derechos políticos.

 El rey es considerado naturalmente bueno, correcto y justo. Se establece que el rey vela por el bien común, es decir, sus acciones son favorables para el pueblo.

 Existía un rey único, vitalicio, hereditario y teocrático lo que hacía que el monarca dictara todas las leyes de acuerdo a sus intereses y la de los nobles, que estaban para aconsejar al rey en sus decisiones aunque éste siempre tenía la última palabra .

 Unificación territorial y sometimiento de la nobleza a la corona.

 Aumento del poder político de los monarcas apoyado en una administración muy organizada formada por funcionarios.

 Existencia de un ejército mercenario y permanente al servicio de la monarquía.

 Control de la administración de justicia por parte de los reyes.

 Organización de las relaciones exteriores a través de la diplomacia, con embajadores para resolver los conflictos de forma negociada

Crisis del Absolutismo

En el siglo XVIII se desarrolló el pensamiento ilustrado. La Ilustración favoreció que los reyes absolutos ejerciesen el poder para beneficiar al pueblo, velar por su prosperidad y felicidad: despotismo ilustrado (“Todo por el pueblo pero sin el pueblo”).

No obstante, pronto hubo pensadores que cuestionaron este pensamiento como Rousseau (“El contrato social”) y Montesquieu (“El espíritu de las leyes”). El primero fue un precursor de la democracia (voluntad general) y el segundo defendió la división y la separación de poderes del estado como forma de limitar el poder del rey y evitar abusos.

A finales del siglo XVIII hubo varias revoluciones (liberales) en las colonias británicas de Norteamérica (Independencia de EE.UU..., 1776) y Francia (Revolución Francesa, 1789) que supusieron la crisis final del Absolutismo.

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