El Movimiento Estudialtil

“EL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL”

Durante el gobierno de Díaz Ordaz el estudiantado realizó constantes manifestaciones de protesta, como: la revolución cubana, la vietnamita, el movimiento argelino de liberación, la revuelta de los negros en contra del racismo, el movimiento estudiantil en Europa, el movimiento de mayo en Francia, los cuales contribuyeron a politizar amplios sectores del estudiantado nacional. Fue la situación nacional lo que generó las protestas estudiantiles: El asfixiante clima represivo creado por el régimen pista, la ausencia de democracia, la existencia de presos políticos, el autoritarismo a ultranza y el monopolio de la político del PRI.

En Puebla (1964), el movimiento de la reforma universitaria desembocó una lucha contra el gobernador que finalmente fue destituido. Así sucedió en 1966 en la Universidad Nicolaíta en Morelia, una huelga por la alza de las tarifas del transporte público y contra la represión. En la Universidad de Sonora, una huelga contra la reforma académica y administrativa. La escuela “Hermanos Escobar” de Ciudad Juárez, huelga a escala nacional de todas las escuelas de agricultura del país, del IPN y otras escuelas técnicas, en 1967 el movimiento concluyo triunfante.

En 1966, en la UNAM se originó un movimiento que demandaba reformas a su estructura orgánica académica. El rector Ignacio Chávez se negó a negociar, así que estudiantes vinculados al PRI lo secuestraron en la Torre de Rectoría y lo obligaron a renunciar. El nuevo rector, Javier Barros Sierra, resolvió algunas demandas, como el “pase automático”.

El movimiento estudiantil del 68 se inició el 22 de julio con un asunto intrascendente: el enfrentamiento entre dos grupos estudiantiles, uno de la preparatoria Isaac Ochoterena y otro de la Vocacional dos. La intervención policiaca fue brutal, los granaderos penetraron las escuelas, maestros y estudiantes que no tenían nada que ver en el pleito fueron maltratados y golpeados, las protestas por estos actos provocaron nuevos actos de represión e invasión de escuelas.

La FNET organizó una manifestación de protesta el 26 de julio que coincidía con otra manifestación realizada para conmemorar el aniversario del inicio de la revolución cubana. Cuando ambas se juntaron en la alameda central, algunos grupos decidieron continuar hasta el zócalo. Al dirigirse hacia el zócalo los estudiantes se toparon con los granaderos, muchos huyeron a las preparatorias cercanas. En días siguientes continuaron los enfrentamientos, las clases se suspendieron en la UNAM y en el IPN. El 30 de julio intervino el ejército, utilizando carros de combate y jeeps con ametralladoras pesadas. El gobierno allanó el local del Partido Comunista, destruyó su periódico, aprendió a sus dirigentes y los culpó de los “desórdenes”.

El primero de agosto el rector de la UNAM deploró la violación de la autonomía universitaria, En provincia había acciones de solidaridad en Guadalajara, Monterrey, Puebla, Jalapa, Mérida y Saltillo. También comenzaron a hacerse brigadas, esto era que de 5 a 10 estudiantes se hacían grupos encargados de difundir las demandas del movimiento, hacer pintas, informar a la población, repartir volantes, realizar mítines relámpago. A principios de agosto se constituyó el Consejo Nacional de Huelga (CNH), estaba integrado por más de 200 personas, de ellos tres o cuatro por escuela. Las demandas estudiantiles eran: 1.- Libertad a los presos políticos. 2.- Destitución del jefe y subjefe de la policía y del jefe del cuerpo de granaderos. 3.- Disolución del cuerpo de granaderos. 4.- Derogación del delito de “disolución social”. 5.- Indemnización a los familiares de los muertos y heridos. 6.- Deslinde de responsabilidades entre los funcionarios por la represión. También se demandó entablar un diálogo público con los representantes del gobierno.

El primero de diciembre el presidente amenazó a los estudiantes a través de su informe de gobierno, los acusó de querer sabotear las olimpiadas, de imitar acciones extranjeras y no ofreció ninguna solución. La huelga abarco toda la educación del D.F. y de otras partes del país.

El 13 de septiembre se realizó la manifestación del silencio con miles de estudiantes y gentes del pueblo. Decidido a acabar con el movimiento, el régimen de Díaz Ordaz ocupó la UNAM con el ejército el 18 de septiembre; el 23, después de 11 horas de resistencia, cayó el casco de Santo Tomás, y las brigadas eran perseguidas por toda la ciudad. En la cámara de diputados se atacó al rector y se exigió su renuncia, renunció pero siguió frente a la rectoría.

El mitin convocado por el CNH el 2 de octubre en la Plaza de las Tres Culturas fue masacrado, sin justificación, el ejército que rodeaba la zona disparó contra los cerca de 10 mil manifestantes. Más de 2 mil personas fueron detenidas, la mayoría de la CNH. Nunca se supo el verdadero número de muertos, pero se calcula que fueron más de 400. El retorno a clases fue lento y difícil, algunos reiniciaron hasta 1969. El gobierno masacró al movimiento pero no lo venció, el costo político para el régimen fue enorme por la pérdida de consenso entre amplias capas de la población. El autoritarismo del sistema político mexicano había quedado al desnudo. Así, se inició la crisis del sistema político.

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