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El Popol Vuh


Enviado por   •  16 de Agosto de 2013  •  2.718 Palabras (11 Páginas)  •  305 Visitas

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POPOL VUH (SEGUNDA PARTE)

I CAPITULO

Aquí empieza la historia de Hun-Hunahpú y Vucub-Hunahpú.

Vucub-Hunahpú era soltero, pero su hermano tuvo dos hijos llamados, hunbatz y hunchouén la madre se llamaba Ixbaquiyalo.

Hun-Hunahpú y Vucub-Hunahpú, eran grandes sabios y grande era su sabiduría, eran divinos aquí en la tierra, de buena índole y buenas costumbres. Se ocupaban de jugar a la pelota y jugaban en el camino de Xibalbá. Y dijeron los señores de Xibalbá: Que vengan a jugar con nosotros para vencerlos, ya no nos respetan, no tiene consideración, ni miedo

II CAPITULO

Ellos aceptaron la invitación, y fueron a despedirse de su madre, se fueron pues, y comenzaron a bajar por una escalera muy empinada hasta llegar a un rio con muchos jícaros, pero no se lastimaron. Había después un rio de sangre y lo atravesaron sin problema alguno, después otro rio solamente de agua y no fueron vencidos.

Hasta que llegaron al cruce de los cuatro caminos y ahí sí fueron vencidos. Los llevaron a la casa oscura (Quequma-ha) en la cual hacia mucho frio, la casa de castigo. Les dieron un ocote encendido con un cigarro encendido para cada uno, y les dijeron que los devolvieran enteros. Ala mañana siguiente ya se habían consumido y los sacrificaron. A Hun-Hunahpú le cortaron la cabeza y la colgaron en un árbol del camino del cual empezó a dar fruto desde ese entonces, y a causa de eso nadie podía acercarse ni tomar de este fruto.

III CAPITULO

Es la historia de una doncella que se llamaba Ixquic; que escucho lo del árbol de jicaro que se encontraba en el camino, con curiosidad y duda de los fruto se dirigió a dicho lugar y se preguntaba que cuales eran los frutos de ese árbol, y Hun-Hunahpu le dijo que extendiera mano derecha, y la doncella acepto en ese momento la calavera de la cabeza de Hun-Hunahpu lanzo un chisguete de saliva que fue a caer directamente en la palma de la mano, en ese momento le dice Hun-Hunahpu en mi saliva y mi baba te he dado mi descendencia. Así es como fueron engendrados Hunahpu e Ixbalanque. A los seis meses los padres de Ixquic descubrieron que estaba embarazada. Reuniéndose los señores Hun-Came y Vucub-Came con Cuchumaquic, padre de Ixquic, le dijeron al padre que la interrogara para que dijera la verdad y si no lo hacía que la iban a sacrificar, ella le dijo a su padre que no estaba embarazada que no había conocido varón, el padre acusándola de ramera la mando a matar por los búhos y les dijo que le llevaran el corazón de Ixquic ese mismo día. Ella convenció a los búhos para que no la mataran, en lugar de su corazón llevaron un jugo rojo de un árbol el cual se coagulo y tomo la forma de corazón y fue esto lo que les llevaron a los señores de Xibalba.

CAPITULO IV

Estaba con su madre Hunbatz y Hunchouen, cuando llego Ixquic; llevaba a sus hijos en su vientre y le faltaba poco para que nacieran, le contó a la mujer anciana que los hijos que estaba esperando eran de Hunahpu y ella le contesto que no era posible porque su hijo había muerto en tierras de Xibalba, Ixquic explico lo que había sucedido y la anciana le dijo que para demostrar tenía que ir a conseguir alimentos, traer la red llena de maíz, pero cuando llego a donde tenían la milpa, solo había una mata de maíz, invoco a los dioses de los alimentos que le ayudaran y luego corto los pelos de la única mazorca que había y los puso en la red como si fueran mazorca y la red se llenó completamente. Los animales del campo ayudaron a la joven muchacha para llevar la red a un rincón de la casa sin que la anciana se diera cuenta; y cuando la anciana se dio cuenta de la red llena de maíz exclamo que la joven había acabado con el maizal y corrió a ver. Pero la única mazorca de maíz que había en el lugar aún estaba ahí, entonces dijo la anciana que era prueba suficiente para creerle que era su nuera.

CAPITULO V

Este capítulo nos habla del nacimiento de Hunahpú e Ixbalanqué. De cómo Hunbatz y Hunchouén no los querían y los mandaron a dormir en el hormiguero o sobre las espinas para que se murieran, no demostraban su sabiduría por envidia.

Hunahpú e Ixbalanqué solamente se ocupaban de tirar con la cerbatana todos los días para conseguir pájaros para la comida de los hermanos mayores y la abuela, estos copian hasta llenarse y luego lo que quedara se lo daban a Hunahpú e Ixbalanqué. Un día regresaron sin ningún pájaro y la abuela le pregunto qué es lo que había pasado y estos contestaron que los pájaros que habían matado se habían quedado en las ramas de los árboles y que no podían bajarlos por lo que fueron a decirle a sus hermanos mayores que los bajaran, Hunbatz y Hunchouén fueron con ellos y al subir al árbol donde se encontraban los pájaros el árbol empezó a aumentar de tamaño y el tronco se hincho y Hunbatz y Hunchouén no pudieron bajar y se convirtieron en monos.

CAPITULO VI

Hunahpú e Ixbalanqué para darse a conocer empezaron a sembrar la milpa, pero al llegar al lugar de la siembra ensartaban el azadón en la tierra y el azadón empezaba a trabajar solo, de la misma manera clavan el hacha en los palos y estos caían al suelo solo.

Subiendo a un animal que se llamaba Ixmucur, a la sima de un gran tronco para que les avisara cuando la abuela llegara con los alimentos. Poco después canto la paloma llamada Ixmucur, y los hermanos se ensuciaron la cara, las manos y el pelo como si estuvieran trabajando. Pero en realidad no lo hacían cuando llego la abuela comieron sin merecer los alimentos que la abuela llevaba. Al día siguiente se dieron cuenta que todo el trabajo que supuestamente tenían se había deshecho todo los árboles, las zarzas las espinas. Y dedujeron que eran los animales quien les deshizo todo. Volvieron a hacer lo mismo y esta vez decidieron, velar la milpa y se dieron cuenta que efectivamente eran los animales quienes hacían que su trabajo se deshiciera, intentaron agarrar al venado y al conejo pero solo agarraron sus colas y es por eso que los venados y los conejos tienen la cola corta. Luego agarraron a un ratón y le quemaron la cola por eso los ratones no tiene pelo en la cola. El ratón les dijo a Hunahpú e Ixbalanqué que su trabajo no era sembrar la milpa, les contó de los instrumentos que había dejado su padre en la casa y con engaños asía su abuela y su madre lograron apoderarse de la pelota y los guantes, los anillos y los cueros y luego los escondieron en el camino que conducía al juego de pelota.

CAPITULO VII

Este capítulo nos relata la forma en que

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