El decoroso rol femenino : en La Canciòn de Rolando y en el Poema de Mio Cid

                                   El decoroso rol femenino :

                                en La Canciòn de Rolando y en

                                     el Poema de Mio Cid

El mundo Medieval era un mundo eternamente masculino. En donde solo los varones tenìan importancia. De esto dan cuenta los diferentes textos literarios que narran la vivencia cultural de hombres y mujeres, de aquella epoca. Los cuales demuestran que, las apariciones de mujeres en los poemas caballerescos, son nulas o escasas. Y hasta obviadas por los primeros juglares y  luego por posteriores escritores que fueron conformado el idealismo històrico y social.

De aqui que se desprende a necesidad de pensar en: ¿Cueàl era el rol femenino en la Edad Media?, ¿Que papel tuvo la mujer?, ¿Còmo transcendio su rol femenino en la sociedad?.

De manera que, para dar respuesta, se han tomado dos poemas literarios: "La canciòn de Rolando", y, el "Poema de mio Cid", en los que se analizaran:              el rol femenino. Tambièn se contarà con la lectura de  Josè Luis Romero : "La Edad Media", y Chris Lowney : "Un mundo desaparecido", los que nos acentuaràn en contexto.

Para comenzar, debemos hacer una importante aclaraciòn: no hubo en la historia un sola manera o forma de "papel de mujer", màs bien se estableciò una gran diversidad de grupos, con roles diferentes. Condicionados a vinculaciones desiguales con respecto al poder, la riqueza, el acceso a la cultura y, sobre todo, con el grupo ètnico al que pertenecìan.

En este sentido podemos decir que las mujeres que aquì mencionaremos se pueden encuadrar en el grupo de Las mujeres de la elite.

La formaciòn de la elite se originaba por linaje,(transmisiòn de honores, beneficios, etc) y por alianzas. Las alianzas matrimoniales respondìan a estrategias familiares que afianzaban los vìnculos de poder del conjunto familiar. Por medio del matrimonio se fortalecìan los patrimonios de ambas familias.

Por lo tanto podemos afirmar que, el matrimonio era un momento clave de la vida para la mujer, puesto que para ello era preparada desde niña. Debìa ser dòcil, respetar la autoridad del marido y vivir confinada en su casa. Para conseguir èxito en ese modelo, la educaciòn de las niñas era confiada a religiosas, educàndolas en un esquema domèstico de sumisiòn. Muchas ingresaban a conventos, atraìdas por el interès de consagrarse a la fè. Los conventos eran lugares donde la mujer podìa instruirse y tambìen un àmbito aislado del control masculino.

Josè Luìs Romero desarrolla en su libro "La Edad Media", veinte renglones en los que explica que: " (...) fue la influencia de la iglesia  la que contribuyò a enaltecer la significacìon da la mujer, con cuyo predominio aparecieron costumbres y formas de vida muy diversas de las que antes prevalecieran.(...)", (pàg.151).  Y nombra a mujeres inspiradores que fueron capaces de alzar la bandera feminista, como Leonor de Aquitania y su hija Maria de Champagne.

Pero aquella es otra parte de la historia, que en este tratado no nos vamos a deleitar narrando.  

Màs bien daremos comienzo a las lecturas de los poemas:

La Canciòn de Rolando se escribe unos tres siglos despuès de los hechos. Tiempo suficiente para que los hechos se transformen y el personaje de Roldan, que solo era el conde de la marca de Bretaña, se convierta en el sobrino del viejo emperador Corlomagno. Los hechos son adornados por el juglar y se los dota de una dimensiòn èpica y heroica. El protagonista Roldàn se acompaña de un amigo imaginario, Oliveros. La envoscada de los vascones pasa a ser un ataque de 400,000 sarracenos, que solo pueden derrotar a Roldàn y a los doce pares de Francia, ademàs, debido a la traiciòn del pèrfido Ganelòn.

Mientras que el Poema de mio Cid, es un poema èpico anònimo del siglo XII que refiere las hazañas de madurez del Cid, en torno al episodio central de la conquista de Valencia, tras ser destarrado de Castilla por el rey Alfonso.

Chris Lowey nos cuenta que, "La mayorìa de los eruditos datan el Cantar de Roldàn alrededor de 1100 y el Poema de mìo Cid entre 1201 y 1207". (cap. 9, pag. 141)

En el Cantar de Roldàn, las ùnicas mujeres que son mencionadas son las que ocupan un lugar junto a dos de los hombres màs relevantes de la trama. Abraima, esposa de Marfil, y Alda, prometida de Roldàn. Esto se debe sin duda a que el alto estatus de un hombre, hace tambien poseer una alta posiciòn a su mujer, por lo que es digna de ser incluìda en la obra.

Gran diferencia hay entre las dos, Abraima, aparece como una mujer de caràcter enèrgico y colèrico , ya que se indigna, pero tambièn se duele, por la derrota y las heridas de su marido, (pàg. 124) . Nada se dice de su belleza y es la primera en dar la espalda a todos sus dioses, tanto que, ante la derrota pide hacerse cristiana, (canto CCXC). Alda en cambio,  se muestra como una hermosa dama, quien al saber de la muerte de su prometido, muere de amor, devota a lo que Dios le habìa destinado, (pàg. 165, canto CCLXVIII).

Con esto podemos ver la tajante diferencia que se elabora entre las dos mujeres relacionadas a lo malo y lo bueno, es decir: lo musulman y lo cristiano. Las imagenes de estas dos mujeres se crean y se cuentan solo con dicho propòsito, sin importar lo que sientan, aqui no se sabe ni de los sentimenentos, ni de los pensamientos  de cada mujer, porque no se nombran.

En el Poema de mio Cid la voz de la mujer no se escucha, es decir que , como personaje no tiene nunguna influiencia dentro de las acciones o desarrollo de la historia.

Doña Jimena, la esposa del Cid, y sus dos hijas Elvira y Sol, son las principales protagonistas femeninas de la historia del cantar.

Como todo està centrado en la figura del Cid, las mujeres tienen una funciòn accesoria y son funcionales a los objetivos del protagonista y del poeta. El hèroe, a travès de las hijas, logra obtener una posiciòn econòmica y social mejor, el cantor se sirve de los personajes femeninos para enaltecer la figura del protegonista.

Doña Jimena desempeña un papel muy importante, sobre todo con su conmovedora plegaria en la iglesia antes de que el Cid se marche. (pàg. 156). Por que como tal deslumbra delicadeza y honrradez, cristiana , que esta dispuesta ante todo a su marido.  

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