El diario de Ana Frank

‘EL DIARIO DE ANA FRANK’

 Sabemos que en la época de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), desde que el Führer Adolf Hitler quien llegó al poder en Alemania desde la fecha antes dicha, comenzó a acosar a las personas de raza judía que desde esa fecha hasta su rendimiento provocó la muerte de millones de personas. Cabe mencionar que el famoso diario de Ana Frank fue escrito durante esa época, que ante la situación que vivía Ámsterdam (Holanda), Ana y su familia tuvieron que mudarse a una pequeña oficina que tenía Otto, su padre, junto con otra familia, los Van Daan, donde estuvieron ocultos por más de dos años, pero…

¿Qué ganaban los Nazis con hacer sufrir a la gente de esa manera? ¿Qué es lo querían? ¿Porque Ana llamaba “Tumba” al tiempo en el que estuvo escondida en ese lugar?

Debo decir que somos dichosos de tener lo que hoy en día tenemos, LIBERTAD en la extensión de la palabra, si nos ponemos a comparar nuestro mundo actual, con el de aquella época nos daremos cuenta que ha tenido un cambio pleno.

Ana Frank una chica que en su cumpleaños 13 recibió un diario a quien le llamó Kitty, su vida en 1942 no era de muchos problemas, a pesar de que ya había comenzado la guerra, a la adolescente le llamaba mucho la atención los libros, le gustaba ser imperativa y tener muchos amigos, diré que no pasó mucho desde ese momento cuando un amigo de su padre le dijo que los nazis buscaban a jovencitas de la edad de Margot, su hermana, inmediatamente después de ese momento la familia Frank comenzó a empacar y a mudarse a lo que ella llamaba “Tumba”, el Anexo… ¿Por qué? Estimados lectores, díganme ¿Cómo se sentirían si tuviesen que hacer sus necesidades del organismo y fisiológicas enfrente de más de 8 personas?, ¿No sería repugnante? Desde mi punto de vista sí. Pero es sorprendente como a pesar de los miedos, peleas, incomodidades, consiguieron organizarse y apoyarse mutuamente para llevar una ‘’vida normal’’.

Estamos conscientes de que a esa edad los adolescentes buscan la atención de los padres, Ana menciona en todo su diario que ama a su padre y lo prefiere como a nadie más en la familia. Les diré que me identifique en ese aspecto demasiado con ella, mi padre es una de las personas a las que más quiero en este mundo, y al igual que a Ana a mí me inquieta mucho su estado de Papá, en fin, tiempo después Ana se hizo amiga del hijo de los Señores Van Daan. Peter, quien después de charlar con él durante un buen tiempo surgió un enamoramiento que ni uno de los dos se lo esperaba, llegó a mencionar que era una de las mejores cosas que ella había vivido durante su estadía en aquel escondite.

El terror en el Anexo cada vez era peor, cerca de ahí ya se escuchaba frecuentemente como bombardeaban las casas de alado, en ocasiones cuando había oportunidad de asomarse a la ventana, Ana veía como los Alemanes comandados por Hitler tiraban las bombas desde sus aviones de Caza, o con el uso de los aviones de bombardeos, ya no se podía descansar bien con el simple hecho de pensar que los Nazis podrían llegar por ellos en cualquier momento.
¿Cómo se sintiesen si estuviesen en el lugar de Ana?

De acuerdo, diré que por una parte no retiro mis ganas o ansias de estar en una situación así, sé que es algo absurdo, y que vivirlo no es lo mismo que leerlo, pero imagínense estar en los zapatos de aquella adolescente, sería algo estupendo y espeluznante a la vez ver cómo funcionaba el Holocausto, estar presente en ese momento, ver como los Nazis querían acabar con las personas, y quiero decir que no solo estaba contra los judíos, sino también contra los bisexuales, politeístas, testigos de Jehová, y entre muchas otras “razas”, bien, el fin de Hitler era crear la raza perfecta.

Sabíamos que esto no duraría por mucho tiempo, finalmente un 4 de agosto de 1944 las familias del anexo fueron encontradas por los Nazis. Ana y su hermana Margot después de estar un tiempo en los campos de concentración fueron deportadas a Bergen-Belsen, donde murieron a causa de las condiciones del lugar.

Ana quería ser escritora y periodista, sin embargo tuvo una vida muy corta, pero eso no impidió que fuese así. Entre el caos en el anexo se encontraron el diario y los papeles de Ana, Miep, una de las que conocía a las personas del anexo las guardó con la esperanza de que Ana volviera pero como saben, no fue así, Otto Franck, quien fue el único que sobrevivió a los campos de concentración en julio de 1945 cuando regresó, se enteró de todo lo que le paso a su familia, y Miep se encarga de entregarle los diarios, él al leerlos se dio cuenta que el sueño de Ana era publicar un libro, lo que tomo en cuenta, y con todos los apuntes le confeccionó un libro, es ahí donde hace realidad los deseos de Ana en convertirse en escritora. Es una de las cosas que más me ha conmovido.

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