“El enclave salitrero y la economía chilena 1880-1914”

Universidad de Santiago de Chile[pic 1]

Departamento de Historia

Licenciatura en Historia y Ciencias Sociales

Cátedra: Expansión, madurez y crisis del orden oligárquico

Prof. Luis Ortega Martínez.

Ayudante. Elizabeth Martin

María José Vallejos Latorre.

“El enclave salitrero y la economía chilena 1880-1914”

Manuel Fernández C.

Manuel Fernández Canque, licenciado en Historia de la Universidad de Chile, y doctor en Historia Económica de la Universidad de Glasgow en Escocia, establece un análisis crítico con respecto al significado de la industria salitrera para la economía chilena de la época. La temporalidad en la cual limita su estudio va desde 1880, periodo posterior a la Guerra del Pacífico, conflicto que significó un impulso para la industria del salitre, y finaliza en 1914, año marcado por el inicio de la Primera Guerra Mundial, primer factor que afectaría a la caída de la industria salitrera.

Para el autor, el salitre significó un enclave económico para el desarrollo del país, el cual, en contraste con otros autores como Cariola y Sunkel, Mamalakis, y otros, considera que la industria salitrera, más que impulsar la actividad capitalista en Chile, “fue un fracaso respecto a un proceso de formación de capital”^[1], puesto que generó una riqueza, un avance tecnológico y transportista, el cual se mantuvo limitado dentro de la región salitrera, es decir, el Norte Grande, e incluso, existió un flujo de capitales que entraba y salía, sin mayor alcance para ser ocupado en el mejoramiento de las condiciones sociales y laborales de la misma región.

La producción del salitre se desarrolló como un enclave económico, puesto que se configuró como una economía cerrada en torno a la industria, la que no extendió de manera integral los recursos producidos para el resto del país, sin desplegar impulsos que lograsen fomentar aún más la economía nacional, siendo básicamente un enclave foráneo, alejado del resto de la economía chilena, considerando que “las vinculaciones con el resto de la economía, cuando ellas existieron, de ninguna manera fueron capaces de destruir el carácter de enclave de la región”^[2].

Esta alegación está relacionada a la ubicación geográfica en la cual se desarrolló la producción del salitre, debido a que la lejanía en la cual se encuentra -considerando además la mayor distancia perceptible de la época- el Norte Grande, lo cual implicó que ésta fuera entendida como una región aislada y además como centro productivo autónomo, siendo el principal responsable de la caída del sector agrícola, por la masiva emigración de mano de obra hacia el norte.

El siguiente fundamento con el cual el autor considera como enclave a la industria del salitre, está relacionado a la fuga de capitales que Fernández estima, debido a la alta participación extranjera en la actividad salitrera, lo cual significaría una circulación de capital cuyo destino no denotaría una mayor preponderancia para la economía del país, siendo destinados en su mayoría hacia Gran Bretaña.

Además, la escasa fracción de los capitales resultantes, habrían sido captados por el Estado, dirigido por una pequeña oligarquía, la cual no habría hecho buen uso de los recursos. Asimismo, Fernández hace alusión a las precarias condiciones laborales en las cuales estaban insertos los trabajadores del salitre, al destacar las complejas relaciones que se vivían al interior de las oficinas salitreras, específicamente por los bajos salarios que recibía el proletariado, obstaculizando el surgimiento de un mercado interno por el limitado poder adquisitivo que éstos tenían. Además, hace énfasis en el aspecto de enclave, por los represivos métodos con los cuales los capitalistas ingleses confinaban a la población salitrera, impidiendo la movilidad de estos hacia otros sectores productivos.

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