Elogio A La Patria

Lo que para muchos es el país de Machu Picchu, del ají de gallina, o de la marinera; para nosotros los peruanos, es algo más. Es un sentimiento, es algo que se lleva dentro del corazón. Ser peruana, para mí es un orgullo debido a que es un país con historia, con héroes y con un pasado que muestra la calidad de su pueblo, valiente y luchador. Así es como comienzo este escrito sobre la patria que me vio nacer, aquella que creció conmigo y así lo hará a través de los años.

El Perú es un país rico en muchos aspectos, todos sabemos que es lo máximo en cuestiones gastronómicas, tenemos sazones únicas. Qué otro lugar puede disfrutar de un delicioso ceviche, o una maravillosa carapulcra, un dulce suspiro a la limeña, acompañado todo por una Inca Kola helada, claro. Tenemos la suerte de disfrutar de todos estos manjares que nos han llevado a ser un país reconocido por su alta cocina y variedad de platos, todos exquisitos.

También, diverso en música y en bailes que han levantado de su asiento a más de uno en algunos restaurantes, fiestas o eventos. Quién no se emociona al oír un Alcatraz o un Festejo. Al son de los cajones, de la guitarra y de la increíble voz de los peruanos, podemos alegrarnos en cualquier momento solo escuchando unas notas. Y cómo hablar de música si no hablamos de los grandes: Chabuca Granda por ejemplo, con la Flor de la Canela y más nos ha deleitado a más de uno, llegando a oídos extranjeros que pagarían tanto por volverla a escuchar. Y el Perú es tan variado que no se conforma solo con la música criolla, Juan Diego Flores, que ha llegado a los corazones de más de mil personas con su increíble voz y conquistó Italia, dejando el nombre de nuestro país bien en alto.

Música, comida, bailes, todos muy importantes, pero cómo hablar del Perú, esa patria fantástica, sin mencionar que somos todos dueños de una de las Siete Maravillas del Mundo: Machu Picchu. Increíble ciudadela de piedra, construida a mediados del siglo XV, los que han tenido la suerte de visitarla, son testigos de esta colosal obra maestra de nuestros antepasados los Incas, que pusieron en pie este santuario, conocido por todo el mundo y fuente de tantos turistas que desean visitar nuestro país para disfrutar de la magia del Cusco y de nuestro inigualable: Machu Picchu.

Pero estos son temas que escuchamos muy a menudo cuando hablamos del Perú, hoy queremos algo nuevo. Por eso quiero remontar a la época prehispánica, a las culturas que estuvieron aquí incluso antes que los Incas: Huari, Chimú, Mochica, Chavín, Paracas, son solo unas de las tantas que habitaron el país de manera silenciosa y nos dejaron un legado tremendo: las Líneas de Nazca, por ejemplo. Colosales, increíbles e inexplicablemente maravillosas, tanto que muchos han volado en aeroplanos para tener una mejor vista. Y todos aquellos textiles, que con sus diferentes coloridos se han mantenido hasta nuestros tiempos, al igual que las cerámicas, polícromas o monocromas que, también han permanecido para indicarnos que estuvieron presentes y no se van. Cómo olvidar también las cabezas clavas de Chavín de Huántar, y tantas cosas más que el Perú tiene para ofrecernos.

Luego, acercándonos ya al año 1532 está la cultura del Tahuantinsuyo con ello recordamos a los Incas. Gobernantes del Imperio más grande de toda América en ese entonces, fueron los primeros en regir el país con tanto orden, con tanta honestidad, que deberíamos recordarlos por sus trabajos útiles y por su manera de controlar todo tan ordenadamente. No había entre ellos un ladrón o una mala persona, simplemente todos trabajaban unidos por el bien de su Imperio.

Los españoles llegaron, pero eso no nos detuvo, nos mantuvo firmes en nuestro amor a la patria. Ejecutaron a nuestro último Inca: Pachacútec, pero siempre con la frente en alto, como debe hacerlo todo peruano.

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