Escribe sobre el clima político durante la vida de Francisco de Goya, y luego, a través de un análisis de su Tres de mayo de 1808

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Escribe sobre el clima político durante la vida de Francisco de Goya, y luego, a través de un análisis de su Tres de mayo de 1808 (Fig. 29-5), demuestra cómo la política afectó su arte.

(Recuerden:responder solamente una de las preguntas en un máximo de 30 reglones)

En 1807 Manuel Godoy autorizó la instalación de tropas francesas a España con el propósito de una nueva campaña de invasión y adjudicación de Portugal. Bajo la excusa de la marcha portuguesa, Godoy confabuló la huida de la familia real a Andalucía o a América, pero su objetivo se malogró con el motín de Aranjuez. El levantamiento provocó el arresto de Godoy, obligando a Carlos IV a abdicar a favor de su hijo Fernando VII. Sin embargo, Napoleón no amitió a Fernando, y Carlos IV se desdecidió de su renuncia. Ese momento fue aprovechado por el Napoleón para impulsar a padre e hijo a resolver sus diferencias en Bayona. Con el traslado de la familia real a los reyes en Francia, Napoleón obligó a ambos a transferirle el trono, que, a su vez, confiaría a su hermano, José Bonaparte. El traslado  de la familia real a Francia es la chispa que enfureció tanto a los madrileños que el 2 de mayo de 1808 se levantaron contra las fuerzas francesas en la capital, en la llamada Guerra de la Independencia, que tuvo mucho de guerra civil y acarrió la ruina del régimen estamental, el hundimiento colonial y la aparición del liberalismo tan radical en algunos instantes como endeble en casi todos. Es decir, fue una conflagración nacional y popular, pero no revolucionaria; al mismo tiempo fue un pugna internacional. La contienda contra los franceses aumentó el sentimiento de pertenencia a una misma colectividad y constituyó una nueva mentalidad, cuyo alegato ideológico fue proporcionado por el bajo la iglesia. La Guerra de la Independencia puede dividirse en las siguientes etapas: Conquista francesa y reacción española (1808); la ocupación francesa y fase de desgaste (1808-1811); y la contraofensiva aliada (1812-1814). Como consecuencia de esta guerra se incrementó la mortalidad, fue muy cruenta en ambos mandos, causando bajas; las actividades productivas como la agricultura se paralizaron por el abandono de las tierras y cultivos. Al estallar la guerra, la sociedad española se divide en dos: los afrancesados; los liberales (estaban en contra de José I y de la invasión napoleónica, amparando a Fernando VII como rey auténtico); y los tradicionakes o absolutistas (que estaban en contra del sometimiento francés y defendían también a Fernando VII como rey legítimo).

Luego de seis años de conflagración, el 17 de abril de 1814 la milicia españolal se pronunció en defensa a la reposición de Fernando VII en el trono de España. Esto significó el retorno de la monarquía autócrata que el 4 de mayo de 1814 anuló la Constitución de Cádiz de 1812, a solo dos años de haber sido promulgada.

La vida de Goya estuvo sometida a estos problemas de su tiempo. En 1808 pinta el retrato ecuestre de Fernando VII, pero ya eran casi pocos los retratos oficiales y de personas públicas que realice. La Guerra de la Independencia es motivo de algunas pinturas narrativas de la época, nada heroica; su visión sobre esta conflagración es como se puede aprecuiar en la colección de 82 estampillas titulada “Los desastres de la guerra” plasmando la crueldad, la tortura, el hambre y la miseria. Los acontecimientos del 2 y 3 de mayo como mencionamos fueron motivo de exaltación del patriotismo y lucha contra el opresor francés. En su obra Tres de mayo de 1808, conocido también como Los fusilamientos  de la Moncloa o los fusilamientos en la montaña del Príncipe Pío, fue pintado por Goya en 1814, el artista recurre a una composición habitual en los Desastres, plasma la pared donde fueron fusilandos a los campesinos españoles indefensos y aterrados el pelotón francés, que no tuvo piedad. Se aprecia el diferente tratamiento de los ejecutores y ejecutados; la luz ilumina a los patriotas, a la muerte, convertidos así en el centro de atención de la pintura. Y desde la muerte observamos un patriota levantando los brazos, ofreciendo su pecho a las balas. Esta obra  constituye una muestra del romanticismo por su dramatismo

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