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Estarnos en un Titanic?


Enviado por   •  6 de Noviembre de 2013  •  Exámen  •  1.582 Palabras (7 Páginas)  •  326 Visitas

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¿Estarnos en un Titanic?

Edgar Morin

in: Etica y Desarrollo, la relación marginada, B.Kliksberg 9ed, Buenos Aires, El Ateneo, p.143 – 148., 2002

Hay dos conceptos de desarrollo. El concepto que fue usual durante muchos años era la idea de que el desarrollo tecno¬científico, económico, basta para remolcar, como una locomotora, los vagones de todo el tren del desarrollo humano, es decir: libertad, democracia, autonomía, moralidad. Pero lo que se ve hoy en día es que es un hecho que estos tipos de desarrollo han traído muchas veces subdesarrollos mentales, psíquicos y morales.

Es evidente que el problema fundamental es el desarrollo humano, que debe ser un concepto rnultidimensional. Hay un concepto promedio, el concepto enmendado del desarrollo únicamente técnico. Fue en cambio la idea del desarrollo sostenible la que introdujo la idea del porvenir del planeta, del porvenir de los seres humanos, y también la necesidad de la salvaguardia vital de los humanos, que es una consideración ética.

Debemos ver, ante todo, eso que resulta del desarrollo técnico¬económico. Muchas veces fue el individualismo, en el sentido de pérdida de las solidaridades tradicionales; el egocentrismo, que también destruye y olvida las solidaridades, y que se consagra únicamente a su propio interés; la pérdida de muchas aptitudes polivalentes del ser humano por la hipen especialización de cada persona, la pérdida de muchas facultades por la adaptación y para enfrentar su destino.

Se puede decir también que un cierto tipo de alfabe¬tización no consistió solamente en el hecho de enseñar el lenguaje, de enseñar cultura, sino que se caracterizó también por el hecho de rechazar, de despreciar culturas orales multimilenarias, que no sólo tenían supersticiones, sino también saberes y sabidurías.

En este desarrollo, tal como podemos verlo en los países llamados desarrollados (o más desarrollados), se produce la disminución del sentido de la responsabilidad personal, y también muchas más cuestiones contraproducentes, como lo decía hace treinta años Ivan Illich, en todos los sectores: la polución urbana, la burocratización de las actividades, la hiper especialización de la medicina que olvida las personas, todos los defectos, y enfermedades de la vida cotidiana.

Pienso que la incapacidad profunda de estos tipos de desarrollo es que están basados únicamente en la cuantificación, el cálculo, y consideran el bienestar humano únicamente en términos cuantitativos y monetarizados. No se ven los problemas de las calidades de vida, y la calidad misma de la vida, que escapan a la cuantificación. Sabemos, por ejemplo, que un tipo tradicional antiguo de agricultura familiar polivalente era una economía que permitía subsistir con un pequeño sector monetarizado para los intercambios. ¡Es una vida menos fea que la vida de una persona que se encuentra sin dinero en las villas miseria, callampas o favelas, en un mundo totalmente monetarizado!

Podemos decir entonces que el desarrollo, en el sentido únicamente técnico y económico, provoca el agravamiento de las dos pobrezas la pobreza material para tantos excluidos, y también una pobreza del alma y de la psiquis . Desarrollo humano significa entonces integración, la combinación, el diálogo permanente entre los procesos tecno económicos y las afirmaciones del desarrollo humano, que contienen, en sí mismas, las ideas éticas de solidaridad y de responsabilidad. Es decir que hay que pensar de nuevo el desarrollo para humanizarlo. ¿Cómo integrar la ética? No se puede hacer una inyección de ética como se hace una inyección de vitaminas en un cuerpo enfermo. El problema de la ética es que debe encontrarse en el centro mismo de este desarrollo.

La ciencia, la técnica y la economía están fundadas en el hecho de su aislamiento de la ética. Pensemos en la ciencia y sus orígenes. El desarrollo de la ciencia occidental, a partir del siglo XVII, necesitaba la eliminación de la ética, y sólo salvaguardar la única ética de conocer por conocer. ¿Y por qué debía hacerse esta eliminación. Porque en el siglo XVII y en los primeros siglos de la ciencia, esta debía plantear su autonomía frente a los grandes poderes teológicos y políticos, y la ciencia debe tener únicamente juicios de hecho y no juicios de valor. Pero en dos o tres siglos cambiaron totalmente las perspectivas, porque la ciencia y la técnica pasaron de la periferia de la sociedad al centro de la sociedad. De un papel auxiliar a un papel de motor, de la debilidad a los poderes gigantes hoy en día muy bien conocidos de la energía nuclear y de las manipulaciones biológicas. Ahora se plantea entonces el problema contrario al del siglo XVII: la necesidad de regular y de controlar éticamente la ciencia.

¿Pero cómo? Como no bastan los comités que tanto se multiplican en la actualidad (como los comités de bioética), es necesaria una regulación ética con ayuda de la política.

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