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Estudios Políticos y Sociales De México

Manuel F FierroEnsayo17 de Marzo de 2017

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Durante este curso he aprendido mucho sobre las enseñanzas que deja la historia con el paso del tiempo, y que es importante conocer los puntos importantes que sucedieron en nuestro país y lo que prevalece. Por eso para mí ensayo he escogido hacer una remembranza de lo que dejó la constitución de 1917 y varias cosas más como ya hemos visto anteriormente; Los cambios que ha tenido México de acuerdo a su forma de gobierno, economía, educación entre otras cosas que se ha vivido fue una gran lucha que tuvo que atravesar, a base de guerras, explotaciones, abusos, guerras etcétera; pero no solo son cosas buenas las que se tuvieron, los malos gobiernos y los chantajes fue algo que se ha vivido desde un principio y que hasta hoy en día esto nos está afectando. Las personas fueron explotadas en trabajos duros, los cambios en la constitución sirven para un mejoramiento que se deben dar en las leyes y así mismo que este cambio sea de ayuda para las personas; los presidentes como aportaron y al mismo tiempo tuvieron guerras y muertes que a continuación todo esto se darán a conocer a gran parte.

La política de conciliación comenzó a dejar de operar y, para los disidentes, el régimen de Díaz se mostraba como un servidor cada día más exclusivo de una nueva entidad social y económica: la oligarquía adinerada, ligada estrechamente cada vez más con los intereses extranjeros.

Su gobierno da una fatiga social por todas las guerras civiles y la pérdida de los liberales; se pensaba que el positivismo había sido traicionado, ya que existía demasiada corrupción. Los católicos vivían en una nueva doctrina social de la iglesia, la situación de los trabajadores eran preocupantes, todos estaban de acuerdo en monopolizar la economía y el poder político.

La caricatura sirvió como distracción burlándose de la situación en la que estaba, para las personas ya que no sabían leer ni menos escribir; destacaron Daniel Cabrera, redactor de El Hijo del Ahuizote y El Ahuizote Jacobino; Jesús Martínez Carrión fundador de El Colmillo Público; Paulino Martínez director de La Voz de Juárez, Jesús y Ricardo Flores Magón de Regeneración, y el más tenaz de todos, Daniel Cabrera, quien por 30 años publicó El Diario del Hogar.

Los liberales en 1901 realizaron un congreso nacional, como resultado del congreso se multiplicaron los clubes y renació una vida política al margen del sistema, señalándose la necesidad de integrar un partido político y participar en las elecciones federales de 1904.

La política represiva del régimen impulsó la violencia y acrecentó las posiciones cada vez más radicales de los intelectuales. Se persiguió a todos los promotores de los clubes liberales y de los periódicos de oposición.

Para 1900 los militares, y un amplio grupo de clase media, encontraron un líder en el general Bernardo Reyes, que ocuparía la Secretaría de Guerra. En lo político, impulsó Reyes una campaña periodística de desprestigio contra José Ives Liman tour, el ministro de Hacienda promotor de la modernización y la inversión extranjera, lo que provocó que el general fuera renunciado por Díaz en 1902; En 1903 la atención se vertió en la sucesión presidencial. En marzo se fundó el club liberal Redención en la Ciudad de México. El primer sexenio inició en un clima de prosperidad, en 1904, que incluyó un superávit en las arcas nacionales. El impresionante desarrollo de la industria nacional llevaba de acompañante el problema social, que estallaría como luchas obreras.

El Partido Liberal Mexicano contestó a esta represión con múltiples insurrecciones, que si bien no tuvieron gran impulso, si formaron a múltiples dirigentes en el clandestinaje y la sublevación; así, existieron levantamientos entre 1906 y 1908 en Jiménez Coahuila, Acayucan e Ixtlahuaca en Veracruz y Palomas en Chihuahua.

El siete de enero de 1907 no todos los obreros regresaron al trabajo y un grupo de trabajadores atacaron la empresa textil en Río Blanco, Veracruz, cercano a Orizaba.

Francisco I. Madero, integrante de una familia de hacendados, banqueros, mineros, industriales y comerciantes publicó La Sucesión Presidencial en 1910; pensaba que se debía remover al porfiriato y abrir las puertas a la libertad. En enero de 1909 un grupo heterogéneo formó el Partido Democrático, que al emitir un programa los dividió.

El 15 de abril de 1910 se realizó el congreso anti reeleccionista, donde se aprobó la declaración de principios del partido y se le nombro a él y a Francisco Vázquez Gómez, antiguo rey, como candidatos a la Presidencia y Vicepresidencia. En una quinta gira, que inició el 3 de junio, visitó San Luis Potosí y Saltillo, siendo aprehendido en Monterrey, acusado de sedición y ofensas a la autoridad, y fue recluido en San Luis Potosí mientras se celebraban las elecciones y era reelecto, nuevamente, Porfirio Díaz.

El 27 de septiembre el Congreso declaraba Presidente y Vicepresidente a Díaz y Corral, y Madero huía hacia los EUA el 5 de octubre, emitiendo el Plan de San Luis Potosí, donde declaraba nulas las elecciones y se autonombraba Presidente provisional, haciendo un llamado a la insurrección el 20 de noviembre, a las 6 de la tarde y con distintivos tricolores como distintivo. En Puebla el 18 de noviembre los hermanos Aquiles y Máximo Serdán fueron denunciados y asesinados, antes de poder iniciar la revuelta; mientras que en la sierra de Chihuahua se levantaron en armas Pascual Orozco y Francisco Villa; en Coahuila lo hacían Luis y Eulalio Gutiérrez; en Sonora José María Maytorena; en Zacatecas Luis Moya; en Guerrero Rómulo, Ambrosio y Francisco Figueroa Mata y en Morelos Emiliano Zapata. La sublevación aún no trascendía a nivel nacional, mientras que los EUA movilizaron 20 mil soldados en la frontera y pusieron en alerta a su flota de guerra, mientras dejaban que los maderistas actuaran libremente a lo largo de la frontera, sin interferencia del Departamento de Estado norteamericano. Madero planeo la toma de una ciudad fronteriza, con el propósito de llamar la atención de los EUA; para ello entró nuevamente a México el 13 de febrero de 1911, mientras que Díaz intentaba calmar a las buenas conciencias citadinas con anuncios de terminar el reeleccionismo, e incluso repartir las propiedades rurales; sin embargo, la insurrección estaba en el campo. El 6 de marzo la tropa de Madero intentó apoderarse de Casas Grandes, Chihuahua, en donde fue derrotado por el ejército porfirista; se retiró a las afueras de Ciudad Juárez, donde se le unieron las fuerzas armadas organizadas por Villa y Orozco. Ambos líderes decidieron, el 10 de mayo y sin autorización de Madero, capturar Ciudad Juárez. La presidencia de Madero duró 16 meses y estuvo marcada por la inestabilidad política que acompañaron las insurrecciones de diversos porfiristas, y de sus antiguos seguidores; acompañó su gobierno la incomprensión de una sociedad acostumbrada a la mano dura de la dictadura, que había olvidado el sentido de la democracia; el terror urbano ante la emergencia política de las clases bajas y del campesinado, “los pelados”; la ambición 2 desmedida de los militares porfiristas y de todas las clases acomodadas y, en especial, el terror de los inversionistas extranjeros que veían en peligro sus inversiones y riquezas, ante la emergencia de un fuerte nacionalismo en toda la sociedad. Los líderes del movimiento fueron Félix Díaz y Bernardo Reyes, que fueron liberados de la prisión de Santiago Tlatelolco, donde se encontraban presos por sublevaciones anteriores. Mientras el Presidente se encontraba en la residencia presidencial, en el Castillo de Chapultepec, los insurrectos trataron de tomar el Palacio Nacional; fueron rechazados y las tropas golpistas se refugiaron en un cuartel conocido como La Ciudadela. Reyes murió en el ataque y el levantamiento quedó en manos de Félix Díaz. Las tropas que permanecían leales a Madero se encontraban combatiendo a los zapatistas y no se contaba en la ciudad de México con fuerzas suficientes para derrotar a los insurrectos, que contaban con artillería. Se nombró a Victoriano Huerta como jefe de las tropas que permanecían leales al gobierno, que sin ningún entusiasmo evitaron el combate, mientras su jefe llegaba a acuerdos con los insurrectos; el problema consistía en el nombramiento de un presidente interino. El hecho de que se tratara de un gobernador democráticamente electo en 1911, que contara con la autorización del Congreso de Coahuila y que fuera una prominente figura del maderismo, todo ello invistió a Carranza con todos los requisitos legales y el prestigio nacional para enfrentar a la ilegalidad de los militares golpistas, la complicidad del Congreso de la Unión y de un Poder Judicial corrupto.

Carranza entró de nuevo en la capital y convocó a un Congreso, que redactaría una nueva Constitución, del cual quedaron excluidos villistas, zapatetas y convencionistas. La mayoría de los diputados del Congreso Constituyente provino de sectores de la clase media civil y militar.

El resultado fue una innovación respecto a las constituciones existentes en todo el mundo por el establecimiento de las “garantías sociales”, incorporadas en los artículos 27 y 123.

El primero de éstos otorgó un carácter verdaderamente revolucionario a la Carta Magna, pues determinó que la propiedad de tierras y aguas correspondía a la nación y que el interés público estaba por encima de la propiedad privada. Otra vertiente importante de este artículo fue la distinción del suelo y el subsuelo, con lo que se retomó el dominio del subsuelo para la nación.

Por su parte, el artículo 123 fue el fundamento del nuevo régimen laboral. Fijó en ocho horas la jornada máxima de trabajo, reguló el descanso semanal,

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