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Europa después de la caída de Napoleón Bonaparte y el Congreso de Viena

Stephanie Alejandra Medal RuízEnsayo2 de Marzo de 2020

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Tema:

Europa después de la caída de Napoleón

y el Congreso de Viena

Introducción

El Primer Imperio francés, conocido comúnmente como Francia Napoleónica, Imperio Napoleónico o simplemente Imperio francés, se centraba en un estado soberano el cual incluía dentro de su territorio gran parte de Europa occidental y Central; además contaba con numerosos dominios coloniales llamados Francia de Ultramar y Estados Clientelares (satélites). Mencionado periodo abarca desde la coronación de su emperador, Napoleón I, hasta su abdicación y exilio en la isla de Elba, en 1814.

Básicamente, el término “Imperio Napoleónico” hace referencia al periodo comprendido entre el fin del consulado hasta la Restauración Borbónica. Aunque, posteriormente vivió un epílogo entre el periodo de los Cien Días (1 de marzo de 1815), la abdicación final de Napoleón (22 de junio de 1815), y la entrada de Luis XVIII en París, conllevando esto la salida el 7 de julio del emperador Napoleón II y su Comisión de Gobierno.

Durante la Francia Napoleónica, Bonaparte se caracterizó, principalmente, por los ataques a diversos países europeos (entre ellos: Gran Bretaña, Rusia y Prusia) con el fin de convertir en Francia en una potencia mundial y por ello, Bonaparte usó todas sus fuerzas y recursos para cumplir con su objetivo, lo cual, en sí dio resultado llegando casi a tener el dominio absoluto de toda Europa.

Napoleón logró poner orden interno en Francia, fomentó en gran medida la cultura, el liberalismo y legisló el código civil o constitución. Aunque en sus inicios Napoleón tomó decisiones que trajeron prosperidad para Francia, todo cambió. Durante todo este periodo Europa vivió en constante guerra. El resto de estados europeos abrieron numerosos frentes bélicos destacando el frente ruso y la Guerra de Independencia española.

La batalla de Waterloo no solo significó la caída absoluta del Imperio Napoleónico Francés, sino que generó cambios sobre el futuro de todo el continente europeo con el Congreso de Viena, en el cual se redefinieron las fronteras de los países continentales y las monarquías absolutas ganaron poder y fuerza para establecerse nuevamente, ya que éstas se habían visto amenazadas desde la Revolución Francesa.

Europa Después de la Caída de Napoleón y el Congreso de Viena

Napoleón Bonaparte

Napoleón Bonaparte nació en Córcega, en 1769, un año después de que la isla pasara al dominio de Francia. Estudio en la Academia Militar Francesa y logró proyectar su genio militar después de la Revolución Francesa (1789). En el año 1795, Napoleón fue promovido a general, y a los 26 años de edad, comando el ejército francés que conquisto la península Itálica (Campaña de Italia) y el Egipto (Campaña de Egipto) entre los años 1796 y 1797.

El Imperio Napoleónico tiene sus inicios en el año 1799 mediante un golpe militar propiciado por Bonaparte para tomar el poder en Francia. Poco después, fue instituido el Consulado, y Napoleón se convierte en Primer Cónsul. En 1802, fue proclamado Cónsul vitalicio y, dos años después, Emperador de los Franceses. En los quince años en que permaneció en el poder, Bonaparte se propuso transformar a Francia en la mayor potencia mundial, lo cual lo llevo a usar todos sus recursos y fuerzas para conseguirlo.

El Golpe del 18 de Brumario

Habían pasado diez años del inicio de la Revolución Francesa, sin embargo, Francia seguía sin obtener una estabilidad política, económica y social anhelada. Primeramente, la pobreza y miseria que vivía gran parte de la población del campo, eran causas primordiales que generaban presión hacia la monarquía reclamando una solución para acabar con dicha situación. Por otro lado, la burguesía, veía sucumbir sus negocios debido a las crisis económicas y política que parecían no tener fin. Añadido a todo esto, varios países europeos conspiraban para dar fin al régimen revolucionario francés.

En medio de este escenario caótico, sobresale victorioso en el campo de batalla un joven general llamado Napoleón Bonaparte, el cual, con la fama y el respeto adquirido en el campo de batalla, era visto como un héroe por el pueblo y la alternativa política ideal para dar fin a los problemas de los franceses. Respaldado por su gran popularidad, comandó el 9 de noviembre de 1799 (18 de brumario del año VIII, según el calendario revolucionario de Francia) un golpe de estado contra el gobierno del Directorio conocido como el "Golpe del 18 Brumario".

En el plano externo, Napoleón Bonaparte consiguió reestablecer la paz por medio de victorias militares y de negociaciones diplomáticas, neutralizando a los adversarios de Francia. En este ámbito, uno de los aspectos más destacados del gobierno fue el acuerdo de paz firmado en el 1802 con Inglaterra, que ponía fin a años de conflicto, lo que aumentaría más su prestigio. En 1804, Napoleón Bonaparte, que dos años antes se había convertido en cónsul vitalicio, fue autorizado, por medio de un plebiscito, a asumir el título de Emperador de los Franceses.

Consolidación del Imperio Napoleónico

La paz firmada con Inglaterra no duro mucho, ya para 1803 los ingleses se aliaron con Rusia y Austria para combatir a la Francia Napoleónica. Dos años después, Bonaparte organizó una expedición con el fin de invadir Inglaterra; como resultado, las fuerzas navales de Francia y España (aliada de Francia) fueron derrotadas en la batalla de Trafalgar. Sin embargo, en la batalla de Austerlitz en 1806 (conocida como la Batalla de los Tres Emperadores: Francia, Rusia y Austria), el ejército francés obtuvo la victoria derrotando a las fuerzas rusas y austriacas.

Las múltiples guerreras encabezadas por Bonaparte condujeron a numerosos cambios en el mapa de Europa, entre estos, el fin del Sacro Imperio Germánico, el cual existía desde el siglo X. En su lugar, Napoleón constituyó la Confederación del Rin. En su mayoría todas las regiones bajo el dominio de la Francia Napoleónica se convirtieron en gobiernos leales al Emperador francés, consiguiendo aumentar su hegemonía y poder.

A pesar de la Francia poderosa que había construido Bonaparte, Inglaterra su principal oponente, seguía resistiendo los ataques militares, ya que ésta, también contaba con una economía desarrollada y una poderosa fuerza naval. En vista que Francia no podía derrotar a través de la fuerza militar a Inglaterra, Napoleón decidió dirigir su ataque hacia la economía, y es entonces que impulsa el Bloqueo Continental en 1806, este decretaba el cierre de los puertos europeos al comercio ingles, el Emperador esperaba derrumbar su economía para posteriormente dar el golpe militar a los ingleses.

Teniendo como propósito y objetivo firme el cumplir con el Bloqueo Continental, Napoleón, dio inicio a una política de intervenciones y anexiones. En 1807, ordenó la intervención militar en la península Ibérica, teniendo en mira a Portugal ya que esta era fiel aliada de Inglaterra y había rehusado aceptar el bloqueo hacia los ingleses, sin embargo, para lograr penetrar en territorio portugués era necesario invadir España, teniendo en mente colocar en el trono a su hermano José Bonaparte. Los españoles pusieron resistencia a la imposición de un nuevo monarca y dieron batalla hacia las fuerzas francesas.

El ejército francés no logro derrotar completamente al ejército español. Sin embargo, esto no detuvo a Bonaparte a seguir con el plan original de invadir Portugal ese mismo año. El país fue ocupado sin ningún problema. La familia real portuguesa, escoltada por navíos ingleses, decidió escapar hacia América del Sur (Brasil) en donde tenían posesiones. Los franceses, por su parte, no alargaron demasiado su estadía en Portugal debido a los ataques de Inglaterra y demás aliados.

Además de las repercusiones en Europa, la invasión napoleónica en la península Ibérica tendría importantes consecuencias en la América colonial. La caída del rey español acabo siendo el detonante que conduciría la creación de juntas de gobierno, para autogobernarse, en la américa española, que luego derivaría en la independencia de las colonias americanas de España.

Declive del Imperio Francés

En 1810, a pesar de los problemas en la península Ibérica, los franceses eran los señores de la gran parte de Europa Occidental. A partir de esa época, sin embargo, una sucesión de obstáculos acataría llevando al agotamiento del Imperio Napoleónico. En la propia Francia el prestigio de Napoleón Bonaparte estaba siendo sacudido en todos los estratos sociales en consecuencia del despotismo del régimen y las guerras continuas. No solo las bajas humanas eran grandes, sino también millares de jóvenes trataban de escapar del servicio militar.

Cuando más se intensifican las manifestaciones de oposición, el gobierno recurría a la censura de los periódicos, libros y represión policial esas medidas aumentaban el descontento de la mayoría de los franceses.

En el plano externo, Francia no conseguía vencer a la resistencia de los ingleses, que frecuentemente encabezaban coaliciones militares formadas con otros países adversarios como Austria y Prusia - para derrotar al Imperio Francés. El Bloqueo Continental era también cada vez más irrespetado. Prueba de eso es que, en 1810, el Zar de Rusia rompió con el acuerdo con Francia y promovió una reaproximación con Inglaterra; en represalia, Napoleón Bonaparte y sus tropas invadieron Rusia en 1812.

A pesar de haber tomado Moscú, los franceses no lograron la victoria. A su llegada, hallaron una ciudad desierta y en llamas, no consiguieron abrigo para descansar, ni alimentos para reponer

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