Fuentes de la Etnohistoria

Aleisa Mendoza

Octubre 14, 2022

Etnohistoria

Documentos. Fuentes de la Etnohistoria.

En México sobre todo en los siglos XVI y XVII la historia era recopilada de la forma clásica que era narrar lo visto o repetir lo que otros cronistas habían ya narrado. No existía la conservación de archivos. En 1977 con Alejandro Moreno Toscano como director del Archivo General es cuando se empezó a documentar en las bibliotecas y no tanto en el archivo ya que tenían más accesibilidad y limpieza, los historiadores prefieren esto aunque sacrificaran el orden y una óptima catalogación.

De la misma manera, la donación de colecciones privadas de documentos alimentó la base de información en México y en 1978 el archivo máximo del país a través de su departamento de investigación y localización de documentos se dedicó a descubrir, inventariar y hacer accesibles los archivos privados. Los archivos repartidos entre las parroquias y las municipalidades junto con las colecciones privadas a las que se ha tenido acceso ayudan a conectar los puntos faltantes o dar validez a información que tal vez no se tenía confirmada, esto siendo de gran valor para los historiadores.

Existen muchos distintos tipos de historiadores con diferentes enfoques y maneras de trabajar  pero al final todos tienen la misma finalidad, conservar el acervo histórico y compartir sus investigaciones para que todos tengamos acceso a la historia de México.

En México existen documentos históricos desde la época prehispánica, ya que se considera que los códices son fuentes valiosas de información de nuestros antepasados, aunque oficialmente en 1792 se hizo un serio esfuerzo por establecerlos como archivos, y así incluirlos al archivo general que contendria tanto archivos administrativos como históricos.

Con la independencia de México llegaron nuevas actividades administrativa para poder construir un gobierno propio, pero siendo un país relativamente nuevo, siempre se sintió cierta inestabilidad social, politica y economica y esto repercutió en el interés que se le proporcionó a los archivos históricos que hasta la época actual tienen un tinte de abandono y desorganización que los manchó con perdidas de documentos históricos.

Por otro lado, está establecido en la ley que no se pueden destruir los documentos pertenecientes a los archivos de las Oficinas Federales tanto de la ciudad de México, del Distrito y Territorios así como de los Estados y los judiciales y notariales de la Federación, “sin el permiso correspondiente de la persona designada por la Dirección del Archivo para que dictamine sobre su valor histórico y la conveniencia de su destrucción o enajenación”, así se sabe que la depuración controlada de documentos que ya son innecesarios o han cumplido su vigencia es importante pero que de igual manera expertos deben determinar su valor histórico si es que ya carecen de valor administrativo antes de ser desechados, se sabe que la mayoría pueden llegar a ser basura pero es importante tener la confirmación de que no se está tirando documentos que pueden ser relevantes para la nación. Que aunque pocas veces se acata esta regla, es indispensable para la protección y propia conservación de cualquier archivo histórico.

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