ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Fundacion De Jalisco


Enviado por   •  26 de Febrero de 2014  •  2.423 Palabras (10 Páginas)  •  302 Visitas

Página 1 de 10

ESTILOS DE VIDA Y EL PAPEL QUE ENTONCES DESEMPEÑABA LA MUJER EN EL SIGLO XIX

Introducción

Las ventajas de las aproximaciones al ser o a la historia del hombre, es que nunca terminan, que siempre hay algo más por hacer y que cada aportación es apenas el eslabón de una larga cadena por investigar.

En un intento por recuperar la historia de Guadalajara a finales del siglo XIX, y en especial recrear la vida cotidiana y el papel de la mujer en este tiempo. He obtenido en un recorrido por diversas fuentes de información el simple reflejo de los aspectos de la vida cotidiana en aquel entonces.

El material que presento es apenas una parte de lo que logre recopilar a partir de una búsqueda de información con finalidad educativa. Pues es increíble la ausencia de información sobre, los valores de la época, la moral, la ética, los consejos que se les daban y recibían las damas, de las poesías, cuentos y novelas por entregas que aparecían en los diarios. Por otra parte, sería muy interesante recuperar los testimonios directos de la época o la lectura por correspondencia de entonces, llena de contenidos.

Para finales del siglo XIX, algo que permaneció, entre las costumbres de la sociedad tapatía fue el paseo sabatino y las visitas a las casa de los amigos para las tertulias y los saraos.

La Guadalajara de esta época era aun pequeña.

Sin embargo, existía un lugar en donde todo giraba alrededor de su centro histórico. Y prueba de ello son los Portales, pues gran parte de la vida social y la riqueza comercial de Guadalajara estaba centrada en esta reducida zona.

Los portales, lo han visto todo y han sentido las pisadas de tantas generaciones. Como sociedad y comercio, han sido siempre escenario relevante en la vida social, política y cultura. Por lo tanto, gran parte de la historia tapatía, la conocida hasta el detalle, la que esta aun por descubrir, y la tan sepultada, que jamás será conocida, por haber quedado disuelta en la corriente misma del tiempo, la podemos encontrar en este lugar.

Algo que permitió una significativa transformación en la vida cotidiana de los tapatíos fue sin duda los avances tecnológicos como el drenaje, alumbrado público, los tranvías, el automóvil, el teléfono y el cinematógrafo.

Cuando Ramón Corona, tomo protesta como gobernador de Jalisco en 1887, realizo acciones que mejoraron significativamente la vida de los jaliscienses en materia de: educación, economía, y comercio. De hecho con él se incrementaron los planteles educativos, por primera vez se dan dotaciones de libros y uniformes para los alumnos, se crean las cajas de ahorro, los montes de piedad y por medio de las reformas se propicia la abolición de las alcabalas.

Pero la vida de los habitantes transcurría sin grandes sobre saltos.

Las diversiones eran de carácter cívico y religioso que no pretendían alterar el ritmo de la vida cotidiana. Pues las veladas y tertulias en los salones familiares, eran parte de los pasatiempos donde se tocaban diferentes instrumentos y se jugaban cartas y múltiples juegos de mesa como la oca.

Sin embargo, según la clase social a la que se pertenecía se pueden atribuir diferentes estilos de vida, por ejemplo: La clase alta, asistía a eventos como: la opera, ballet y visitar el lago de chapala, lugar que fue el punto de distinción entre las familias más acaudaladas y sobre todo porque era el lugar que el entonces Presidente Porfirio Díaz, lo convirtió en su centro vacacional.

La clase media, practicaba deportes como: el Golf, el tenis, el polo y el cricket. Y las clases populares, asistían a corridas de toros, circos y los paseos al aire libre donde prevalecía el contacto con la naturaleza, procurando excursiones, serenatas, paseos campestres, carreras de caballo, peleas de gallos, ferias y representaciones en carpas.

Esta dinámica de convivencia social, nos permite comprender la presencia y la importancia que tiene la mujer tapatía en esta época.

Hablar de las mujeres, nos lleva plantear las cualidades que estas debía tener como: ser buena hija, esposa y madre. Y lo menciono en este orden por que según la visión de las clases altas tapatías, la mujer era la de un ser “bello, noble y digno”, solo debían pertenecer al hogar y a su familia; su “natural delicadeza y su debilidad” hacían muy difícil que ejercieran ciertos “oficios, arte o estudios” que solo podían ser aptos para los hombres. Aunque por otra parte, si aceptaban que estuvieran preparadas en oficios propios de su sexo para que pudieran salir adelante por si solas en el caso de que perdieran a sus padres o esposos.

En el caso de las mujeres de clase media y baja, la necesidad de dedicarse a alguna actividad remunerada estas debía salir de sus espacios tradicionales y cambiarlos por otros más abiertos como “calles, mercados, tiendas y talleres”, pues estas representaban actividades consideradas femeninas o por lo menos bien vistas para el resto de la sociedad tan conservadora y mocha.

Según un artículo publicado por Juan Panadero en 1898, los únicos trabajos decentes para las mujeres eran fabricando “tapices, bordados, pinturas en porcelanas o sobre abanicos, una lección de piano en las propias casas”, claro esto para las mujeres que tenían dinero. Que mas que trabajo era un simple pasatiempo o diversión, pero para una mujer que quisiera ganarse la vida fuera del teatro, porque ese trabajo era poco decente”.

Pero para una mujer de clase media o baja y especialmente soltera, se convirtieron en sirvientas, hilanderas, modistas, cigarreras y obreras, aunque la gran mayoría se empleo en trabajos considerados como femeninos como lavar, cocinar, planchar, floristas, etc. Conforme fue avanzando el siglo las mujeres no se limitaron en los trabajos “domésticos”, principalmente en la clases medias se hicieron maestras, secretarias y enfermeras.

Por otra parte, otros elementos que las “adornaban” era que supiera algo de música, canto, dibujo y baile, así también era provechoso que supiera confeccionar flores y ropa, cualidades muy bien vistas en las damas de sociedad. Esta era la única educación que debía de recibir una mujer decente.

Y hablando de decencia, el papel de la Mujer-Madre fue una de las tareas más especiales que tuvo en esta época, pues en ella recaía la educación de sus hijas. Debían tenerse los “cuidados mas esmerados, como la planta más rara y más bella”, debían dirigirlas con el amor y el corazón, sin olvidar que la razón era la guía del sentimiento. Las hijas debían

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (14.6 Kb)  
Leer 9 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com