Guerra Cristera
tigger8710 de Diciembre de 2014
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VOCES DESDE EL PASADO:
LA GUERRA CRISTERA
EN EL ESTADO DE GUANAJUATO
1926-1929
EL CASO DEL MUNICIPIO DE SALVATIERRA
Luz Paola López Amescua
Universidad de Celaya
Roberto Hernández Sampieri
Universidad de Celaya
Llegó Agustín y con simpleza dijo:
-Nomás llega el Gobierno y nos lleva como
vientecito y la lumbre al pasto.
Antioco lo miró y le dijo:
Pos ya estará de Dios...
pa’ eso nos metimos...”
Diálogo entre Agustín Vega
y Antioco Vargas
(cristeros de Tarimoro)
INTRODUCCIÓN
El siguiente reporte forma parte del estudio “Voces desde el pasado, la Guerra Cristera en Guanajuato: por Dios y por la Patria”, el cual fue realizado en campo por la investigadora Luz Paola López Amescua, con apoyo en todo el proceso investigativo por Roberto Hernández Sampieri.
La investigación fueconcebida para efectuarse en los 46 municipios del estado de Guanajuato. La primera parte de ésta, realizada durante el 2005, incluyó 11 municipios, entre ellos: Acámbaro, Apaseo El Alto, Apaseo El Grande, Celaya, Irapuato, Juventino Rosas, Salamanca, Salvatierra, Tarimoro, San Miguel Allende y Villagrán.
A continuación se muestra como ejemplo de un estudio cualitativo narrativo el caso de Salvatierra, los otros 10 municipios sobre los cuales se recolectaron datos en 2005, se presentan en un solo reporte que se podrá localizar en la página web de esta cuarta edición de Metodología de la investigación. Una vez que se complete el estudio (todos los municipios), éste se incluirá en dicha página electrónica.
En este reporte sobre Salvatierra no se comprenden las conclusiones del estudio general y las preguntas de investigación se adaptaron, como si la indagación se hubiera efectuado únicamente en esta población.
SALVATIERRA
Salvatierra fue fundada en lo que los antiguos habitantes prehispánicos denominaban “Guatzindeo” o “lugar de hermosa vegetación”. No fue sino hasta el primero de abril de 1644 en que se le concede el título de ciudad con el nombre de San Andrés de Salvatierra, en virtud de la ordenanza expedida el 9 de febrero del mismo año por el virrey García Sarmiento de Sotomayor. Esta licencia se otorgó conforme lo dispuesto por Felipe IV, rey de España, en su real cédula firmada en Cuenca el 12 de junio de 1642. Se señaló su jurisdicción en las diligencias que practicó don Pedro de Navia, fiscal de su Majestad y de Justicia Mayor de dicha ciudad, el 19 de febrero de 1646 y se confirmó el 26 de noviembre de 1705 (Gobierno Municipal de Salvatierra, 2005).
Es cabecera municipal y limita al norte con el municipio de Tarimoro; al sur con el de Acámbaro y el estado de Michoacán; al oeste con los municipios de Yuriria y Santiago Maravatío y al noroeste con el de Jaral del Progreso. La superficie del municipio comprende 507.70 kilómetros cuadrados, equivalente al 1.66 % del territorio del estado. Su división la conforman 64 localidades (Gobierno Municipal de Salvatierra, 2005).
Salvatierra tiene poco más de cien mil habitantes (Instituto Nacional para el
Federalismo y el Desarrollo Municipal, 2002).
Como toda ciudad de Guanajuato, se encuentra poblada de iglesias y tiene un bello jardín central cuadrado, en cuyos lados se localizan el templo del Carmen, los portales (arcos coloniales) y la presidencia municipal.
Foto 1
Jardín central de Salvatierra
Fotografía: www.e-local.gob.mx/.../ municipios/11028a.htm
PREGUNTAS DE INVESTIGACIÓN
¿Qué significados tuvo la Guerra Cristera para la población de Salvatierra de la época?
¿Qué vivencias experimentaron los salvaterrenses durante dicha Guerra?
¿Qué sucesos fueron relevantes durante la Guerra Cristera en Salvatierra?
MOTIVOS QUE ACRECENTARON EL CONFLICTO
Además de los factores que propiciaron la Guerra Cristera en México y más específicamente en Guanajuato (cierre de templos, prohibición de culto y agresiones a sacerdotes), en el caso de Salvatierra los conflictos se acrecentaron debido al movimiento agrario y la dotación de ejidos a las comunidades rurales (algunos hacendados se sintieron despojados de sus tierras y aprovecharon el movimiento para apoyar a los cristeros en su lucha contra las autoridades federales y locales e intentar revertir los hechos). Asimismo, el sindicalismo obrero provocó conflictos con los dueños de las fábricas de la población y ante el caos provocado por la guerra, éstos decidieron actuar en contra de los obreros.
Don Luis Vera en entrevista (2005) señala:
todo era camorra y muchos se aprovecharon para resolver asuntos que no tenía que ver con la guerra: los problema con las fábricas, en el campo, disputas familiares… todo… entonces, el problema se hizo mayor, fue más allá de la persecución de sacerdotes y cristeros.
Otra cuestión que tuvo que ver con el crecimiento del conflicto en Salvatierra fue la cercanía con el Cerro de los Agustinos, ya que era un lugar donde los cristeros podían ocultarse y organizar ataques en contra de las fuerzas federales (Ruiz, 1976). Recordemos que la población es parte del Bajío (una zona plana con pocas cumbres), por lo que cada cerro era muy valioso para fines de refugio.
LA PARROQUIA ABIERTA
El 15 de julio de 1926 el arzobispo de Morelia dio a conocer la orden de suspensión de los cultos. Antes de que los templos fueran cerrados, los sacerdotes pusieron en resguardo los objetos de valor que existían en templos y conventos.
El 1º de agosto de ese año, se integraron las juntas vecinales para custodiar los templos de:
La Parroquia
El Carmen
San Francisco
Capuchinas
Oratorio de Los Dolores
San Juan
Santo Domingo
El párroco de la ciudad, Rafael Lemus, se refugió en la población vecina de Pénjamo, y delegó sus funciones al cura Rafael Méndez. El capellán del templo del Carmen (el más importante de la ciudad), fray Jacinto Coria, también salió de Salvatierra. Fray Gregorio Linares, guardián de la iglesia de San Francisco, permaneció en la ciudad, escondido en casas particulares (Ruiz, 1976).
Cabe destacar que la iglesia denominada como “La Parroquia” fue el único templo de Salvatierra que no cerró sus puertas al culto. Al no haber sacerdotes, grupos de laicos eran los encargados de hacer las celebraciones religiosas (a excepción de las misas), además de los rosarios y novenas (Entrevista a Socorro Aranda, 2005).
LA ZONA DE URIREO Y LOS AGUSTINOS
Los cristeros que salieron de Salvatierra eran en su mayoría campesinos y algunos obreros. Como dice don Francisco Jiménez: “eran gente pobre de las rancherías”.
El pueblo consideraba a los cristeros como héroes: “por el valor de haber dejado a su familia y marchado a pelear por sus ideales”.
Como ejemplo, está un cristero de nombre Gumersindo López, originario del poblado de Presitas, que como muchos otros, abandonó a su familia y se fue a pelear por la causa.
Los cristeros se fueron a pelear con “todos los que andaban en el Cerro de los Agustinos”. Este lugar se ubica en el poblado de Urireo, entre Salvatierra y Tarimoro, y constituía un sitio donde los rebeldes bajaban a comer y abastecerse de víveres para subsistir en la sierra montañosa (Entrevista a Francisco Jiménez, 2005)
Precisamente, en el año de 1927, en Urireo se llevó a cabo “uno de los combates más encarnizados”, en los parajes conocidos como Monte Prieto y Rosas Blancas. Los federales, con el apoyo de las defensas rurales, derrotaron a los cristeros y dieron muerte a Susano Ramírez, cabecilla de éstos, así como a la gente que luchaba con él (Ruiz, 1976).
En ocasiones los cristeros llegaron a entrar a la cabecera municipal, pero de manera pacífica, ya que dentro de la ciudad ni siquiera llegaron a enfrentarse con los federales. Algunos de éstos rebeldes llevaban en su indumentaria un letrero en un listón que decía: “Dentente1 bala, el Sagrado Corazón de Jesús está conmigo”.
Además de los gritos que los caracterizaban: “¡Viva Cristo Rey, viva la Virgen de
Guadalupe, viva la iglesia!” (Entrevista a Francisco Vera, 2005).
En Salvatierra existía un comité de mujeres que periódicamente pedían dinero tanto para la manutención de los cristeros como de los sacerdotes. Lo recolectaban “tocando de casa en casa” y luego se lo hacían llegar a los cristeros para que compraran armas y alimento
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