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Guerra Cristera

zakarinita217 de Junio de 2014

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PROYECTO DE ENSAYO

Tema: La Guerra Cristera en México (1926-1929)

Delimitación del tema: La guerra cristera en Aguascalientes, 3 años de lucha, la iglesia contra el estado.

El problema: Con la promulgación de la constitución de 1917 se vio amenazada la iglesia en México, la cual había tenido un desarrollo expansivo en los años de la revolución. La implementación del artículo 130 de la constitución se pudo implementar formalmente hasta que Álvaro Obregón reformo el artículo constitucional y lo llevo a cavo dando inicio a la guerra cristera, lo cual se llevo a los ciudadanos más desprotegido e ignorantes del pueblo de México “los pobres” que creían fervientemente en la iglesia católica.

Hipótesis: la iglesia aprovecho la revolución mexicana para su expansión económica y política en el país y su desarrollo se vio frenado después de la reforma de la constitución de 1917 por Álvaro Obregón.

Objetivos: informar al lector las causas, el desarrollo y consecuencias que tuvo la guerra cristera en el la capital.

Alumno: DAVID RUBIO TORRES

INDICE

• Introducción

• Ejército Cristero

• Reclutamiento de los Cristeros

• ¿Quiénes conformaban el Ejército Cristero?

• Los Jefes Cristeros

• Sustento de los Cristeros

• Las Brigadas Femeninas de Santa Juana de Arco (BB)

• La vida Religiosa en el Campo de Batalla

• La guerra cristera en Aguascalientes

• Asociaciones civiles en Aguascalientes

• Los cristeros en Aguascalientes

• Conclusión

• Bibliografía

La Guerra Cristera en México

(1926-1929)

Introducción

La guerra cristera en México consistió en una lucha que duró 3 años entre el Gobierno y la Iglesia, de la cual se prohibió hablar durante mucho tiempo en México y también se tienen muy pocos documentos que hablen de ella. En la actualidad ya hay informes de que se han estado estudiando expedientes que se encuentran en el archivo secreto vaticano.

Los Cristeros, fue un movimiento armado que, desde 1926 hasta 1929, combatió la política laica del presidente Plutarco Elías Calles y por su sucesor, Emilio Portes Gil, en cuyo mandato se puso fin al conflicto religioso. La denominada "Guerra Cristera", estalló en agosto de 1926, principalmente en los estados de Jalisco, Nayarit, Guanajuato, Michoacán y Zacatecas. Su origen fueron las medidas adoptadas por el gobierno de Calles, encaminadas a disminuir las actividades educativas de la Iglesia y, sobre todo, a eliminar por completo el culto religioso.

El ejército cristero estuvo compuesto básicamente por peones y aparceros rurales, dirigidos por antiguos militares revolucionarios, ex partidarios algunos de ellos de Pancho Villa, Emiliano Zapata y participaron también algunos sacerdotes.

La original Constitución Mexicana de 1917 establecía una política que lejos de separar al Estado de la Iglesia, negaba la personalidad jurídica a las iglesias, subordinaba a éstas a fuertes controles por parte del Estado, prohibía la participación del clero en política, privaba a las iglesias de su derecho a poseer bienes raíces, desconocía derechos básicos de los así llamados

"ministros del culto" e impedía el culto público fuera de los templos. Algunas estimaciones ubican el número de personas muertas en un máximo de 250 mil personas, entre civiles y efectivos de las fuerzas cristeras y el Ejército Mexicano.

En 1926, el presidente Plutarco Elías Calles, general revolucionario y conocido masón, promovió la reglamentación del artículo 130 de la Constitución a fin de contar con instrumentos más precisos para ejercer los severos controles que la Constitución de 1917 estableció como parte del modelo de sujeción de las iglesias al Estado aprobado por los constituyentes. Estos instrumentos buscaban limitar o suprimir la participación de las iglesias en general en la vida pública, pero--dadas algunas características de la legislación, como el hecho que se obligaba a los ministros de culto a casarse y se prohibía la existencia de comunidades religiosas--es posible afirmar que tenían un claro sesgo anti-católico por ser esta confesión la única que en México cuenta con ministros solteros y con comunidades en las que personas deciden convivir.

La ley reglamentaria del 130 constitucional facultaba, siguiendo el dictado de la Constitución, a los gobernadores de los estados de la República a imponer cuotas y requisitos especiales a los "ministros del culto". Tal fue el caso de los gobernadores más radicales, como Tomas Garrido Caníbal (1890-1943 fue un político y reformador. Como gobernador de Yucatán y de Tabasco, incentivó el desarrollo social por medio de políticas agropecuarias y sociales, el voto a la mujer,

generalizar la educación general y con fines específicos) quien decretó normas que iban incluso más lejos, pues obligaban a los "ministros del culto" a casarse para poder oficiar, mientras que en estados como Chihuahua se pretendió forzar a la Iglesia católica a operar con un número mínimo de presbíteros, mientras que en Tamaulipas se prohibió oficiar a los sacerdotes extranjeros.

Es de 1925, con apoyo de a Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM), se creó la Iglesia Católica Nacional Mexicana, dotándola de edificios (tomados de la Iglesia Católica), recursos y medios para romper con El Vaticano. Confrontada con esta situación, la Iglesia intentó reunir dos millones de firmas para proponer una reforma constitucional. La petición de los católicos mexicanos fue rechazada. Los católicos llamaron y realizaron un boicot para no pagar impuestos, minimizar el consumo de productos comercializados por el gobierno, no comprar billetes de la Lotería Nacional, ni utilizar vehículos a fin de no comprar gasolina. Esto causó severos daños a la economía nacional, al tiempo que sirvió para que las posiciones de distintos grupos dentro de la propia Iglesia católica en México se radicalizaran.

La radicalización hizo que en zonas del Bajío, en la Ciudad de México, y en la península de Yucatán creciera un movimiento social que reivindicaba los derechos de libertad de culto en México. La dirigencia del movimiento, cercana pero autónoma respecto de los obispos mexicanos, creyó viable una salida militar al conflicto. En enero de 1927, empezó el acopio de

armas; las primeras guerrillas estuvieron compuestas por campesinos. El apoyo a los grupos armados fue creciendo, cada vez se unían más personas a las proclamas de ¡Viva Cristo Rey! y ¡Viva Santa María de Guadalupe! lanzadas por quienes fueron conocidos como los cristeros.

El origen del sustantivo cristero es disputado. Hay quienes consideran que fueron ellos mismos quienes utilizaron el nombre primero para identificarse, pero hay investigadores del fenómeno, como Jean Meyer, quienes consideran que, en sus orígenes, era una expresión despectiva, usada por agentes del gobierno federal, derivada de cristiano.

En todo caso, los así llamados cristeros fueron capaces de articular rápidamente una serie de descontentos locales con las consecuencias de la Revolución Mexicana, así como de aglutinar en torno suyo a grupos que, por distintas razones, se oponían a lo que ya para entonces se conocía como el "Grupo Sonora", nombre creado por el origen sonorense de los presidentes Adolfo de la Huerta, Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles. No sólo eso, la Cristiada, como también se le conoce, logró un uso muy eficaz de símbolos religiosos profundamente arraigados en las prácticas colectivas en México. Este uso de símbolos como la Virgen de Guadalupe unen, por cierto, a grupos tan disímiles en la historia de México como los primeros insurgentes encabezados por miguel Hidalgo y Costilla, el líder revolucionario Emiliano Zapata y más recientemente grupos vinculados al EZLN.

Los alzamientos comenzaron en Jalisco, Zacatecas, Guanajuato y Michoacán

luego se sumó casi la totalidad del centro del país. El conflicto tuvo un carácter fundamentalmente rural aunque la dirección de la Liga fue eminentemente urbana. Los cálculos más optimistas consideran que hacia1927, las fuerzas cristeras rondaban los 12 000 efectivos y dos años después, en1929, habían alcanzado los 20 000. Semejantes números son dignos de consideración por varias razones.

En primer lugar, los obispos mexicanos, con muy contadas excepciones se distanciaron rápidamente del movimiento armado, desconocieron a la Liga y trataron de negociar la paz con el gobierno de Calles con la mediación del gobierno de Estados Unidos.

En segundo lugar, porque México recién había superado un prolongado y muy costoso conflicto armado que ensangrentó durante poco más de siete años buena parte del país. No sólo eso, los cristeros eran un ejército irregular, que no esperaban recibir pago y que no contaban con mecanismos formales de aprovisionamiento, reclutamiento, entrenamiento, atención a sus heridos o cuidado de los deudos. A diferencia de otros grupos armados en la historia de México no practicaron la así llamada "leva" (una práctica por la que se obliga a personas a sumarse a un ejército). Finalmente, a diferencia muchos grupos armados durante la revolución y antes durante el siglo XIX, el mercado estadounidense de armas estuvo cerrado para este grupo, por lo que no pudieron adquirir armas o municiones y debían depender de armamento anticuado (mucho de él excedentes de la Revolución de 1910) y operar con muy escasa munición.

Después

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