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Guerra De Corea


Enviado por   •  2 de Marzo de 2014  •  2.545 Palabras (11 Páginas)  •  229 Visitas

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Corea era un antiguo reino asiático que fue ocupado y anexionado por Japón en 1910. El 8 de agosto de 1945, durante los últimos momentos de la Segunda Guerra Mundial(1939-1945), las tropas de la URSS entraron en Corea para liberar el país de la ocupación japonesa. Dos días después, el 10 de agosto, ante el temor de que los soviéticos convirtieran Corea en un estado comunista dependiente de Moscú, las tropas de Estados Unidos desembarcaron en el sur del país, con el mismo pretexto de liberar Corea. Días después, el 15 de agosto de 1945, Japón se rendía incondicionalmente y la Segunda Guerra Mundial llegaba a su fin.

Pero en Corea, el fin de la guerra significó también la división del país en dos zonas de ocupación distintas y separadas artificialmente por el paralelo 38º: al norte del paralelo 38º se estacionarían las tropas de ocupación soviéticas y al sur los norteamericanos. Para poner fin a esta extraña situación, los aliados acordaron unificar de nuevo Corea en un solo país, celebrando para ello elecciones democráticas en 1948. Sin embargo, el estallido de la “Guerra Fría” entre EEUU y la URSS, y las tensiones políticas entre los comunistas del norte del país y los pro-occidentales del sur impidieron dicha reunificación y en 1948 Corea acabó finalmente dividida en dos estados independientes y soberanos cuyas respectivas fronteras seguían la antigua demarcación del paralelo 38º.

Al norte del paralelo 38º surgiría la “República Democrática Popular de Corea”, (denominada también simplemente como “Corea del Norte”), una dictadura comunista dirigida por el tenaz líder Kim Il Sung: un antiguo guerrillero comunista que había combatido a los japoneses en China y que era un firme aliado del líder soviético; Joseph Stalin.

Al sur del paralelo 38º surgiría el estado nacionalista y pro-occidental de la “República de Corea” (conocida como “Corea del Sur”), un estado que pretendía ser democrático, pero el triunfador de las elecciones de 1948, el nacionalista cristiano Syngman Rhee, acabó con la democracia que le permitió ser elegido y estableció una dictadura nacionalista con el apoyo y beneplácito de EEUU. La división de Corea en dos duros estados dictatoriales de ideologías opuestas ocasionó la división de las familias coreanas y la pérdida de su antigua identidad e idiosincrasia convirtiéndose, al igual que Alemania en Europa, en un frente de la “Guerra Fría” entre EEUU y la URSS, en una pieza de la partida de ajedrez que jugaban a nivel mundial ambas superpotencias.

El 1 de octubre de 1949 el partido comunista chino, liderado por Mao Tse Tung, culminaba su movimiento revolucionario y tomaba el poder en China, ocasionando que los nacionalistas chinos se refugiaran en la isla de Taiwán y que el equilibrio de potencias asiático se decantara a favor del bloque comunista. Tras estos acontecimientos, EEUU se mostró decidido a frenar la expansión del comunismo por Asia y por ello decidió mantener a sus tropas en Corea del Sur para apoyar al presidente Syngman Rhee en su dura y sangrienta represión del comunismo. Por su parte, Kim Il Sung, el líder de Corea del Norte, pretendía reunificar Corea en un único país gobernado por el Partido Comunista. Para lograr sus fines, Kim Il Sung solicitó a Stalin que la URSS les prestara apoyo armamentístico y financiero con el cual iniciar una campaña militar contra Corea del Sur. Stalin deseaba mantener la influencia del comunismo soviético en el sudeste de Asia, sobre todo ahora que el comunismo chino comenzaba a rivalizar con la URSS, y de paso averiguar hasta donde estaba dispuesto a llegar EEUU en su respuesta militar. Por todo ello, Stalin se comprometió a apoyar a Corea del Norte en su invasión de Corea del Sur. Tras conseguir el apoyo de la URSS, Kim Il Sung soltó a los perros de la guerra y se inició una contienda que bañaría en sangre a toda Corea.

El 25 de junio de 1950, las tropas norcoreanas cruzaron el paralelo 38º y avanzaron arrolladoramente hacia el sur, derrotando fácilmente al ejército surcoreano, gracias a su mejor entrenamiento militar y al armamento soviético brindado por Stalin. La debacle de las fuerzas surcoreanas ocasionó que Seúl, la capital de Corea del Sur, cayera el 27 de junio. Semanas más tarde la mayor parte de Corea del Sur había caído en manos norcoreanas y el frente sólo se logró estabilizar en la zona de la ciudad portuaria de Pusan, gracias a la heroica resistencia de las tropas norteamericanas que había en el país. A finales del verano el ejército de 100.000 hombres de Corea del Sur había visto reducido su número a la mitad, debido al gran número de bajas sufridas en los combates con los tenaces norcoreanos. Los norteamericanos destacados en Corea no estaban preparados para una contienda de ese nivel y sufrieron mucho para resistir en el perímetro de defensa de Pusan, pero gracias a la valentía y la gran preparación militar de los “marines” estadounidenses destacados en la zona y al aprovisionamiento aéreo que les proporcionaba la fuerza aérea de EEUU, la mezcolanza de tropas norteamericanas del 8º ejercito y tropas surcoreanas cercadas en Pusan logró aguantar la embestida norcoreana y resistir. Mientras las tropas de tierra sufrían tal debacle, el poder aéreo estadounidense, constituido por la “Fuerza Aérea del Lejano Oriente” (FEAF) y la “5ª Fuerza Aérea” con base en Corea, logró obtener decisivas victorias, al destruir rápidamente a gran parte de la fuerza aérea de Corea del Norte, obteniendo con ello la superioridad aérea en la zona y pudiendo así abastecer a las tropas cercadas en Pusan y apoyarlas con bombardeos tácticos. Además del apoyo aéreo cercano que la “5ª Fuerza Aérea” prestaba a las fuerzas terrestres de Pusan, el “Mando de Bombarderos” de la FEAF empezó a bombardear Corea del Norte como represalia. Gracias a las victorias áreas y al valor de los “Marines” el ataque norcoreano fue detenido hasta que llegaron los refuerzos militares de EEUU y el frente se estabilizó.

La primera reacción norteamericana ante el ataque de Corea fue de sorpresa, ya que el gobierno no creyó en los informes de la CIA que advertían de un posible ataque norcoreano. Pero tras la sorpresa inicial, el presidente Truman, siguiendo su doctrina de detener el comunismo allá donde se expandiera, decidió apoyar militarmente a Corea del Sur, enviando la 7ª flota a Taiwán y movilizando a las tropas de ocupación que EEUU mantenía en Japón bajo el mando del experimentado general Douglas Mac Arthur, jefe de las fuerzas norteamericanas en el Pacifico y un personaje que clave en la victoria sobre Japón en la Segunda Guerra Mundial. La cercanía entre Japón y Corea permitió que los norteamericanos pudieran mandaran rápidamente refuerzos a Corea.

Las potencias

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