Guerra Oculta
Doris210899Ensayo27 de Marzo de 2017
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GUERRA OCULTA
Tras casi 60 años sin elecciones los capitalinos escogen al candidato de Partido Revolución Democrática (PRD), Cuauhtémoc Cárdenas como Jefe de Gobierno del DF. El PRI, por otro lado, tiene un fracaso en el DF y en las principales ciudades del país, todo esto se generó debido a las crisis de años atrás y se fue perdiendo la confianza en dicho partido.
Es el 1° de Septiembre del 94, por primera vez la institución presidencial se enfrenta a un legislativo del que no le es incondicional ya que lo más urgente es el restablecimiento de la paz, la concordia entre los mexicanos, el restablecimiento del estado de derecho donde quiera que nos haya rebasado la violencia y el fin de esta guerra silenciosa alimentada por la impunidad, la corrupción, la desigualdad y la miseria.
Zedillo busca incrementar el modelo económico que fue rechazado con anterioridad y está convencido de que las bases esenciales son correctas y al respetarse nos conducirán al crecimiento con empleos y mejores salarios. Hace énfasis en que el pueblo exige vivir en un país donde las leyes y la justicia se apliquen a todos por igual y se hará un esfuerzo mucho mayor para combatir la inseguridad pública y la corrupción.
En el sexenio anterior, Carlos Salinas emplea a las fuerzas armadas en funciones distintas a las que están asignadas, el ejército hace tareas propias de la policía ya que su gobierno enfrenta decenas de conflictos post-electorales (principalmente en el estado de Michoacán). Salinas crecía por el apoyo militar y las denuncias por las violaciones a los derechos humanos iban en aumento. En 1990 creaba la Comisión Nacional de Derechos Humanos, dependiente del poder ejecutivo cuya función era vigilar al propio ejecutivo para evitar más violaciones a los derechos humanos.
Las fuerzas armadas en el gobierno de Zedillo nuevamente son enfrentadas a las suposiciones civiles. La crisis económica trae innumerables conflictos sociales. La existencia de dos grupos armados en regiones extremadamente pobres y marginadas, es enfrentada abiertamente por el ejército mexicano en Chiapas. El EZLN es amenazado por el incumplimiento de los tratados de San Andrés. El EPR principalmente se encontraba en Oaxaca y Guerrero con un conflicto armado sin síntoma de solución.
La crisis económica trae consigo un notable aumento de los índices delictivos en todo el país. En el poder ya se hablaba del combate al narcotráfico, los grupos armados y la delincuencia, pero se efectúan medidas que afectan los derechos de los ciudadanos. A partir de 1995 la ley permite la salida del ejercito de los cuarteles para participar en puestos civiles. La policía debe ser utilizarse para propósitos de seguridad pública y el ejército para los puestos de seguridad nacional y ambos no se pueden mezclar, se ajusta la Constitución a los actos de autoridad y esto viola las garantías de igualdad, de legalidad y de seguridad jurídica.
Linchamientos y asesinatos a ladrones, violadores y secuestradores se multiplican en el país frente a la ineficacia de las instituciones judiciales, la justicia por propia mano. La violencia cada vez más visible y latente del narcotráfico y la imagen de la ineficiencia y corrupción de una policía mal pagada y preparada son utilizadas como justificación para emplear al ejército en funciones de policías. Tras 7 meses de militarización los índices delictivos aumentaron lo que es sinónimo de violencia extrema. Soldados vestidos de civiles son empleados en labores de información e inteligencia llamados el vigilante anónimo.
La pobreza es cada vez más visible, la exclusión en la participación también es más visible entonces la estrategia de la militarización pensada como una estrategia de vigilancia lo que permite es inmovilizar la organización social ósea paralizar el actuar de la sociedad organizada. El combate a la delincuencia es cada vez menos eficiente que la represión a grupos civiles organizados.
La presencia del Ejército en las calles, la constante violación de los Derechos Humanos y el incumplimiento del tratado de San Andrés, trajeron consigo el descontento del pueblo y la incompetencia del Ejecutivo, que para estos problemas jamás se presentó. Pensar que el tener el ejército en las calles ayudaría, es algo en lo que no se pensó bien, ya que esto no tiene nada que ver con la justicia y la seguridad jurídica de la que nos cobija nuestra Constitución, mucho menos podría esto generar paz en la sociedad al contrario todos estos hechos denominan temor de que los ciudadanos son vigilados y paralizarlos por tal miedo, nos llevó directo al caos, la represión de la voz de los ciudadanos y el total control de las fuerzas armadas. Entonces quien es el villano, ¿el pueblo?, ¿ciudadanos o delincuentes?.
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