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Guerras Punicas


Enviado por   •  3 de Abril de 2014  •  2.460 Palabras (10 Páginas)  •  321 Visitas

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Guerras Púnicas. Roma vs Cartago.

Introducción.

Las Guerras Púnicas son una serie de tres guerras libradas entre Roma y Cartago en los años 264 a 146 antes de Cristo y que a su vez se dividen entre los años 264 – 241 a.C. 218 – 201 a.C. 149 – 146 a.C. Sucesivamente, a la vez, fueron probablemente las más grandes guerras que hayan tenido lugar. El término Púnica proviene del Latín Pūnicī nombre usado por los romanos para hacer referencia a los cartagineses, ascendientes de los fenicios.

La lucha entre Roma y Cartago tenía un objetivo más importante que el estrecho de Mesina. El mundo mediterráneo veía de nuevo enfrentarse a dos colosos, como en Maratón, Salamina y Platea dos siglos antes: una vez más, Oriente y Occidente, semitas e indoeuropeos, se disputaban la hegemonía. En esta época, romanos y cartagineses eran los dos únicos Estados civilizados que manifestaban vitalidad política en Occidente. Uno de ellos llegaría a ser, tarde o temprano, el dueño de la cuenca entera del Mediterráneo, pero nadie podía prever cuál de los dos lo conseguiría. Esta guerra tenía como principal objetivo, el dominio comercial del mar Mediterráneo, y tuvo una larga duración, comparada en este ámbito con la guerra de los treinta años, genero al finalizar el florecimiento de Roma y la desaparición por completo de Cartago.

Este conflicto bélico que se desarrolló tanto en el mar cómo en el ámbito terrestre, no pudo llegar a ser solucionado, por los actos diplomáticos desarrollados por ambas naciones de la época, ya que los poderes comerciales eran de mayor magnitud y ninguno de los bandos instaba a ceder su parte. Por ejemplo en la segunda guerra Púnica, el pueblo romano había renovado el tratado de alianza, que estipulaba que la frontera entre ambos imperios seria el río Ebro y que Sagunto, situado entre los imperios de ambos pueblos, conservaría su libertad. Pero esto no fue tomado en cuenta por los de Cartago y Aníbal tomo como suya Sagunto y avanzó hacia Italia por los Alpes. Así fue también como en el siglo XX Alemania no respeto los tratados y comenzó la segunda guerra mundial.

Como se menciona anteriormente la principal causa de las Guerras Púnicas fue el choque de intereses entre el imperio cartaginés existente y la ampliación de la República romana. Los romanos estaban inicialmente interesados en la expansión a través de Sicilia, parte del cual estaba bajo el control cartaginés. Al comienzo de la primera guerra púnica, Cartago fue la fuerza dominante de la Mediterráneo Occidental, Con un amplio imperio marítimo, mientras que Roma tenía un poder en rápido ascenso en Italia, Pero que carecía de la potencia naval de Cartago. Al final de la tercera guerra, después de más de cien años y la muerte de cientos de miles de soldados de ambos bandos, Roma había conquistado el imperio de Cartago y arrasando su ciudad, convirtiéndose en el Estado más poderoso del Mediterráneo occidental, Roma después de esto emergió como la potencia dominante del Mediterráneo y una de las ciudades más poderosas en el mundo clásico. De Cartago lo que se recuerda con mayor ahínco es la gran campaña de Aníbal que hizo temblar los cimientos de Roma.

Desarrollo.

Sicilia, considerada el Peloponeso de Italia, puede ser vista bajo dos aspectos; factor de unidad entre dos pueblos, o como un estrecho, factor de separación. En la práctica no hay mucha diferencia entre ambos. Los cartagineses, que ocupaban ambas orillas del mar Tirreno cuando los romanos sometieron a Italia, intuyeron el peligro. Estando ellos en Cerdeña, podía caer Sicilia, al parecer, en sus manos un día u otro. Los romanos, tenían que impedir a sus adversarios que construyeran un puente que les condujera a Italia. Por ello, cuando los cartagineses hicieron sentir su yugo en Mesina la ciudad pidió ayuda a Roma, los romanos no dudaron en intervenir, aunque tuvieran verdadera necesidad de paz después de la penosa guerra contra Pirro. Esta decisión fue tomada en 264 antes de Cristo. Fue el comienzo de las guerras más peligrosas que Roma entablara jamás.

Primera guerra Púnica; El primer acto de las guerras púnicas tuvo efecto en Sicilia. Los romanos salían victoriosos de los combates terrestres, pero ¿qué significaban éstos si Cartago, pujante metrópoli comercial, no cesaba de recibir por mar nuevas riquezas y aprovisionamientos? Para conseguir un resultado eficaz, los romanos tendrían que vencer en el mar, dominado por el enemigo. El pueblo romano tuvo que cambiar pronto de actitud y pensar en la construcción de una flota moderna y poderosa. Un casual descubrimiento en el dominio de la estrategia naval permitió a los romanos alcanzar una victoria en Miles, cerca de Mesina (Sicilia). Esta victoria naval convirtió a Roma en potencia marítima. Naturalmente, los romanos no podían aún medirse con los marinos enemigos. Cierto día de tempestad, una flota compuesta de 360 navíos perdió las tres cuartas partes de sus naves al chocar contra el litoral meridional de Sicilia. Los romanos, crearon pronto otra flota, reuniendo sus últimas fuerzas para vencer por mar. Semejante esfuerzo sorprendió al enemigo, que sufrió una derrota aplastante a lo largo del litoral occidental siciliano, en el año 241 antes de Cristo. Los cartagineses abandonaron toda esperanza y propusieron la paz. De hecho, habían perdido ya Sicilia hacía años y las posibilidades de reconquista parecían nulas. Por su parte, los romanos nada ganaban con las hostilidades. Se firmó, pues, la paz: Cartago perdía Sicilia y se comprometía a pagar 3.200 talentos como indemnización. La guerra había durado veinticuatro años, sin interrupción.

Amílcar y su yerno Asdrúbal. Determinaron, pues, buscar en España una compensación a las pérdidas sufridas, Amílcar condujo sus tropas a esta península, donde los cartagineses poseían ya Gades y otros puertos comerciales. Apoyándose en estas plazas, Amílcar dedicó su talento de estratego y su inteligencia política a crear un nuevo Estado cartaginés homogéneo que agrupara las regiones fértiles del litoral mediterráneo y se extendiese por el norte hasta el Ebro. Los romanos tardaron en comprender lo que ocurría en la lejana Iberia. Los éxitos cartagineses les inspiraban alguna que otra inquietud, pero se tranquilizaron al morir Amílcar. Desaparecido el gran estratego, creían los romanos que sus ambiciosos proyectos también desaparecerían. Olvidaban a Asdrúbal, heredero espiritual de Amílcar, y a Aníbal, el hijo del gran general. Por otra parte, los romanos pretendían acabar con sus enemigos más próximos, los galos, que ocupaban la llanura del Po, antes de pensar en una nueva guerra contra Cartago.

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