Génesis Del Elemento Teatral

El género dramático tuvo su origen en Grecia; al comienzo, las representaciones teatrales estaban relacionadas con el culto a Dionisio, dios del vino y la alegría, y poseían por lo tanto un carácter sagrado. Todas las celebraciones tienen un origen similar: el culto a los dioses, con formas de representación que, partiendo de la danza y el rito, adquieren distintas fisonomías según la particular idiosincrasia de cada pueblo. Todas surgen de un esquema parecido: espacio sagrado, templo o altar, y primitivos actores danzantes que giran alrededor. Partiendo de un sacrificio, el coro se disfrazaba de sátiros. A estos cantos se les comenzó a llamar Trag-odia. De aquí nace el vocablo tragedia, que fue la representación de la lucha de los hombres contra la fuerza de los dioses; estos hombre eran héroes pues se sacrificaban para enfrentar un destino fatal.

Poco a poco en forma sencilla, y como necesidad del pueblo, fueron apareciendo distintas formas de representar la vida: la comedia y el drama. Éstos últimos, junto con la tragedia, forman las manifestaciones fundamentales del teatro. La religión fue tan importante para el surgimiento del teatro que, en la Edad Media, el teatro occidental acudirá a la Biblia con frecuencia, no sólo en busca de temas y de historias, sino también en busca de lenguajes y formas teatrales.

El Género Dramático es, entonces, aquel que representa algún episodio o conflicto de la vida de los seres humanos, por medio del dialogo entre personajes. De manera estricta y específica, el teatro se vincula a la literatura a través de la composición dramática. Inclusive en sentido técnico y profesional, la palabra drama tiene un valor complejo y ambiguo. Desde el punto de vista literario, su significado más general equivale a texto destinado a la representación teatral. Ello quiere decir que, en efecto, nos hallamos en presencia de una composición escrita. Está destinado a ser representado públicamente frente a un auditorio, por lo tanto, abarca a todas las manifestaciones teatrales.

El teatro se ha convertido en un medio de comunicación y de expresión. Elabora y transmite un mensaje al público, que influye en la recepción de espectador gracias al texto dramático, director y actores como medios para comunicar un mensaje.

1. Génesis del elemento teatral

Desde el inicio de los tiempos, el hombre ha sentido la necesidad de comunicarse con sus semejantes: para pedir ayuda, para dar órdenes, para advertir peligro…Nuestros antepasados inventaron la comunicación, suponemos valiéndose de todo su cuerpo: con los pies, con las manos, usando su rostro para expresarse, la voz, aunque, claro, no con un lenguaje estructural como el que usamos hoy en día, sino por medio de sonidos y modulaciones del timbre. Por supuesto, esto aún no era teatro, era simplemente un diálogo elemental surgido de una necesidad que presentaba (y presenta) el hombre. Sin embargo, esta comunicación primaria y los códigos (basados en el gesto, movimientos, la voz…) formarán parte del lenguaje múltiple del teatro.

Aquellas primeras civilizaciones, viendo la majestuosidad de la naturaleza dadivosa, pero también poderosa y hostil, comenzaron a considerar los elementos principales (el sol, la luna, el mar, y algunos animales) como seres divinos y superiores a ellos. Con los cuales debían comunicarse, pero de un modo diferente de la establecida con sus semejantes. El objetivo de esta comunicación era pedirles favores y darles gracias. Para su eficacia, los hombres debieron reunirse en clan o comunidad.

1.1 Rito y Comunidad: Hacía un concepto del teatro

Al pasar el hombre de formar una comunidad agrícola a cazadora, encontraron modos de ritualizar los preparativos y las celebraciones de júbilo. En la primera parte, las imágenes que se detallan en las pinturas rupestres demuestran una función de la ficción dramática: disfrazarse. En este caso, de animal. Revestidos con una decorosa y olorosa piel, el hombre engañaba al rumiante interpretando un papel por el que cobraba, no dinero, sino cueros y carnes. Después vendría correspondiente con su ancestral culto.

Las tribus, a lo largo de siglos y siglos, van conformando estas fiestas o ceremonias en las que se permite adivinar el inicio, aunque muy leve, de una teatralidad o expresión dramática. Son ellas las que asientan una mitología que, llena de aspectos simbólicos y misterio, tratan de conformar fechas o acontecimientos muy determinados, apoyados en efemérides que fijan los calendarios. Todo esto, proyecto un importante carácter de acción participativa propia de una colectividad.

Hemos hablado de una teatralidad “o expresión dramática” y entendemos por tal la serie de manipulaciones que se producen en un hecho concreto para poner en relación

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