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HISTORIA DEL ARTE EN VENEZUELA


Enviado por   •  22 de Junio de 2013  •  19.283 Palabras (78 Páginas)  •  583 Visitas

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HISTORIA DEL ARTE

Arte Baroco Arquitectura Barroca. Italia, Francia y España.

España

Arquitectura barroca en España.

En la España peninsular, la afirmación del Barroco se encontró con las dificultades debidas a la decadencia económica del reinado de Felipe III. En la segunda mitad del siglo XVI, Felipe II había mandado construir el importante complejo del Monasterio de El Escorial, construido en su mayor parte según el proyecto de Juan de Herrera (1530-1597). A Herrera se debe también el proyecto de la Catedral de Valladolid, en el que se refuerza el concepto del eje central y que sirvió de modelo para la Catedral de México.

Progresivamente, la arquitectura española del siglo XVII fue evolucionando hacia el estilo barroco, aunque no dejó grandes ejemplos significativos. La mayor parte de las influencias barrocas fueron recogidas de forma exclusivamente decorativa, especialmente en las iglesias. Este lenguaje, que resultaba rápidamente comprensible incluso para el segmento de la población menos instruido, fue exportado con éxito a las colonias americanas.

Entre los edificios religiosos más importantes del siglo XVII en España puede destacarse la Colegiata de San Isidro en Madrid, iniciada en 1629, la iglesia de Santa María Magdalena de Granada (iniciada en 1677 con planta longitudinal derivada de los edificios con esta disposición de la Antigua Roma) y la Capilla de Nuestra Señora de los Desamparados en Valencia, de planta elíptica.

Etapas y evolución de la arquitectura española

I.- Periodo purista o postherreriano (abarca los dos primeros tercios del siglo XVII). La penetración del barroco -en sus formas arquitectónicas italianas (plantas complicadas, movimiento de fachadas, decoración abundante y creadora de contrastes de luz)- va a ser lenta. La presencia de la ideología religiosa de la Contrarreforma y el prestigio de la monarquía de Felipe II pesan sobre el arte de la época: se prefiere la sobriedad, la sencillez y la uniformidad. Hay una evidente pobreza de materiales –ladrillo, tapial y yeso- junto a una depuración de líneas -al estilo del Escorial-. Así como un escaso desarrollo del movimiento en plantas y alzados; se prefiere la línea recta a la curva; hay un predominio de la Iglesia de nave única con capillas entre contrafuertes -tipo de la iglesia del Gesù de los Jesuitas. Las fachadas expresan la misma sencillez de planos: "De un espíritu abstracto, los palacios, las Iglesias y conventos son con fachadas de paramentos lisos a base de grandes rectángulos ligeramente resaltados e interiores de diáfana blancura en la que solamente se recortan de manera neta las decoraciones de cuadrados y triángulos geométricos de las bóvedas, resultando conjuntos graves y apaciguados para aquellos que los contemplan al exterior o penetran al interior".

Ejemplos de este tipo de arquitectura lo tenemos en la Iglesia de San Isidro de Madrid (construida por un jesuita: es de planta de cruz latina similar a la del Gesù, o a San Andrés de Mantua de Alberti); la iglesia de la Encarnación (Madrid);-la Cárcel de Madrid (hoy ministerio de Asuntos Exteriores), el Ayuntamiento de Madrid, la plaza Real de Madrid, la ciudad de Lerma (Burgos); el palacio del Buen Retiro. Estos cinco últimos edificios siguen la línea llamada "estilo escurialense, caracterizado por la sobriedad de líneas, los volúmenes compactos y torres cuadrangulares en las esquinas, techumbres apiramidadas, agujas en los vértices torres, tejas de pizarra negra. En esta época destacan unas especiales concepciones urbanísticas españolas: las plazas mayores, organizaciones casi cerradas, centro de los espectáculos religioso-políticos (procesiones, autos de fe de la Inquisición, predicaciones, recepciones de reyes), formados por distintos bloques de edificios que se unen dejando, bajo ciertas arcadas, paso a las calles periféricas. La más famosa es la Plaza Mayor de Madrid.

II.- Finales del siglo XVII. Se comienza a complicar la arquitectura; primero penetran las formas decorativas del barroco italiano (columnas de orden gigante y salomónicas, movilidad de planos en las fachadas, etc.), y luego las formas espaciales (plantas ovaladas, o cóncavo-convexas, llenas de movimiento).Destacan: fachada de la Catedral de Granada -de Alonso Cano-, dispuesta a manera de arco de triunfo de tres calles, cubiertas de arcos de medio punto; el Pilar de Zaragoza; la torre de las campanas y la del Reloj (Domingo de Andrade) de Santiago de Compostela. Durante el siglo XVII son escasas las construcciones; ya a finales de siglo se construyen: el presbiterio de la Catedral de Valencia. Las obras más barrocas son la fachada de la Catedral- claro ejemplo de los movimientos de fachadas al estilo de Borromini- : entre el escaso espacio que quedaba entre capilla del santo cáliz y Miguelete, se despliega una fachada a modo de biombo con tres calles plegadas en movimientos sinuosos cóncavo convexo, recargada de decoración en relieve y esculturas. La capilla de la Virgen de los desamparados: de planta ovalada, con espacios de entrada o capillas; destacando el camarín de la Virgen. Otros ejemplos son el museo de Bellas Artes, San Pío V y la torre de Santa Catalina, Palacio del Marques de Dos Aguas.

III.- Corriente nacional: Churrigueresco. Durante el siglo XVIII se acelera la construcción de edificios; resalta la plena asimilación de las formas espaciales de Italia (De Borromini y Bernini) en edificios como: San Marcos de Madrid, las Salesas Reales de Madrid, San Francisco El Grande -Madrid-, Palacio Real de Aranjuez -capilla. Son todos ellos edificios en los que destaca su compleja planta con juegos de curvas y contracurvas, cambitación de formas ovaladas, tangentes y secantes; con alzados en los que las cúpulas, bóvedas, etc. son de gran complejidad (destacan las cúpulas encamonada creadas por Francisco Bautista en e1 siglo XVIII: son un sistema de doble cúpula en el que el intradós es de madera y yeso, mientras que el exterior se despega y separa quedando un espacio hueco para lograr mayor efecto de altura y monumentalidad. Al ser de menor peso permite la constitución de espacios más desahogados).

Por otro lado, la arquitectura del siglo XVIII aumenta la tendencia ornamental hasta límites nunca conseguidos; a este estilo se le llama Churrigueresco: por el nombre de la familia con este apellido que produjo mayores obras. Es una decoración de amontonamiento de formas en ciertos lugares del edificio –puertas, fachada, etc; sobresalen por su monumentalidad y aparatosidad. Frente al resto del edificio de líneas más sóbrias-. Destacan: colegios de Anava y Calatrava en Valladolid, plaza Mayor de la ciudad de Salamanca.

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