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Historia De La Arquitectura Peruana


Enviado por   •  28 de Noviembre de 2013  •  4.407 Palabras (18 Páginas)  •  402 Visitas

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Las malas condiciones de la vivienda de las clases más pobres de las ciudades peruanas son tan antiguas como la república, y probablemente como las ciudades mismas. Pero empiezan a tomar características de problema con el proceso de urbanización de la población. Lento al principio, hasta el primer tercio del siglo XX, se acelera, especialmente en Lima, a partir de los años 40. En la capital, a la secuela del terremoto de 1940 se sumó la migración que cobra ímpetu a partir de 1945.

La respuesta del Estado peruano es primero eventual. “Quintas”, “casas obreros” y “barrios fiscales” se construyen esporádicamente desde 1911 hasta 1942 promovidas ya por la Sociedad de Beneficencia Pública de Lima, ya por el Ministerio de Fomento.

Sólo a partir de 1945 se asume como política coherente. Desde entonces puede considerarse tres grandes etapas o tiempos, de límites difusos entre ellos: los Tiempos de la CORPORACIÓN (Corporación Nacional de la Vivienda), los Tiempos de la CRAV (Comisión Para la Reforma Agraria y la Vivienda, o Comisión Beltrán) y los Tiempos del FONAVI (Fondo Nacional de Vivienda).

LOS TIEMPOS DE LA CORPORACIÓN

El gobierno de Bustamante

Es el gobierno de Bustamante y Rivero 1945-1948 el que implanta una política habitacional consecuente con la campaña electoral que lo llevó al poder, a partir de una institución ad-hoc: la Corporación Nacional de la Vivienda, cuya vida trascendió por varios lustros más a la del efímero gobierno que le dio nacimiento.

La obra de la Corporación fue basta pero hay que señalar que la más importante fue la primera, la Unidad Vecinal número 3, que puede considerarse un hito, a nivel latinoamericano, en materia de vivienda social ejecutada por el estado.

El hecho de haberse logrado consenso para concretar la preocupación por la vivienda en un gobierno, esperanzador en su comienzo, pero debilitado muy pronto por un parlamento adverso, se puede explicar por el papel que jugó Belaunde Terry, primero desde su revista “El arquitecto peruano” (allí divulgaba las corrientes europeas y norteamericanas sobre el planeamiento de conjuntos habitacionales, así como artículos de profesionales peruanos preocupados por las necesidades de vivienda de las clases trabajadoras); después como candidato, planteando en el Programa de gobierno del Frente Democrático la urgencia de atender con criterio técnico y moderno la vivienda y luego, ya como diputado, proponiendo e impulsando desde el primer momento la Comisión y la Corporación a que me vengo refiriendo.

No es menos importante sin embargo, la influencia de la escena internacional de entonces. La Segunda Guerra Mundial había arrasado ciudades enteras y el tema de la reconstrucción era abordado aún antes de que se alcance la paz (fue célebre, por ejemplo, un discurso de Churchill sobre este asunto). La construcción de nuevas viviendas era pues una preocupación universal.

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La UV.3 con sus 1 115 viviendas, con todos los servicios de barrio para sus 6 mil habitantes fue un hito La idea había sido desarrollar una serie de 4 o 5 unidades a lo largo de la ruta al Callao, al frente de la zona industrial y fue la signada con el número 3 la que encontró primero facilidades prácticas de ejecución.

Las viviendas rodeaban un área central para recreación activa y pasiva y para servicios comunales, desde escuelas hasta centro de compras, cine e iglesia, comisaría y biblioteca. La circulación vehicular externa con calles ciegas de servicio logró una radical defensa del tráfico y la barrera verde del bosque frontal, una eficiente protección del ruido de la avenida. El eficaz diseño urbano que logró una densidad de 200 hab. x Ha. Con 88 % de área libre, fue también acertado en el de los departamentos para diversos tamaños de familias y en los austeros sistemas constructivos propuestos.

EL GOBIERNO DE ODRÍA

Como hemos dicho, la obra de la Corporación fue amplia. El gobierno del general Odría (1949-1956), quien había depuesto a Bustamante, creó el Fondo de Salud y Bienestar, que encargó a la Corporación tres Unidades Vecinales más: Matute, Mirones y El Rímac (1 250, 1 14 y 917 viviendas, respectivamente), cuyo diseño considera, ya no un gran espacio verde central, sino espacios de menor escala, formando vecindarios más pequeños alrededor de las cunas maternales. Se edifican también varios conjuntos habitacionales insertados en la trama urbana de la ciudad: Angamos y Miraflores, (iniciados en el régimen anterior), Alexander, San Eugenio, Unanue Barboncito y otros, cada uno con 90 a 140 viviendas, en edificios de 3 y 4 pisos. Y una obra de sumo interés, el Centro Vacacional Huampaní, con el que la Corporación planeó iniciar una serie de locales de vivienda temporal con servicios de esparcimiento para trabajadores.

En provincias el Fondo financió y ejecutó, según el informe de Smirnof, 1 782 viviendas en Cusco, Ica, La Oroya, Tacna y Piura. Entre tanto la Junta de Obras Públicas del Callao construyó dos agrupamientos, con algo más de 400 viviendas, y la gran unidad Santa Marina con 1 010 departamentos.

Los años del gobierno de Odría se caracterizaron por un incremento de las invasiones y de la formación de barriadas, especialmente en Lima, que la dictadura acogió con criterio paternalista, como clientela política. Además de los cerros San Cosme y El Agustino se desarrollaron en las márgenes del río Rímac. Fue notable la que tomó por nombre la fecha del golpe de Odría, 27 de octubre, asentada a lo largo de la ribera derecha. Los últimos años, de otro lado, se desató una campaña periodística por la casa propia, a cargo del diario “La Prensa”. Ambos hechos confluirían el 24 de diciembre de 1954, cuando varios miles de pobladores, con una inusitada demostración de organización, invadieron en una sola noche, los arenales al sur de la ciudad en el lugar que luego llamaron “Ciudad de Dios”, en alusión a la fecha. El hecho fue destacado por el mencionado diario, cuyo seguimiento, cercano a la propaganda, actuó de estímulo, de modo que en pocos días cerca de 10 mil personas habían acampado, con su estera y su bandera peruana, en el extenso arenal. Sin embargo, muchas se retiraron después.

El escenario mundial estaba signado entonces por la guerra fría (concretamente por la de Corea). Se hablaba del peligro comunista que se asociaba a las demandas de reforma agraria y aun a las reivindicaciones salariales de los trabajadores. El diario La Prensa, dirigido por Pedro Beltrán, vocero de la derecha, ocultando,

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