Historia Del Canal De Panamá
nanfergut28 de Julio de 2013
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Historia del Canal
Los primeros planes para un Canal
La idea de excavar un paso de agua a través del Istmo de Panamá para unir los océanos Atlántico y Pacífico surgió a comienzos del siglo 16, cuando Vasco Núñez de Balboa cruzó el Istmo en 1513. Balboa descubrió en ese entonces que tan solo una estrecha franja de tierra separaba los dos océanos.
El Emperador Carlos V del Sacro Imperio Romano Germánico, quien también fuese Carlos I de España, inició un movimiento para construir un paso a través del Istmo.
Por medio de un decreto emitido en 1534, Carlos ordenó al gobernador regional de Panamá a levantar los planos para construir una ruta hacia el Pacífico siguiendo el Río Chagres. Este fue el primer estudio realizado para la construcción de un canal que permitiera a los buques cruzar de un océano al otro por Panamá, y su curso seguía más o menos el del actual Canal de Panamá. Para cuando se terminó el levantamiento del mapa, el gobernador opinó que sería imposible para cualquiera lograr tal hazaña.
El interés de los Estados Unidos en un canal que uniera los océanos Atlántico y Pacífico a través del Istmo centroamericano, no necesariamente por Panamá, surgió relativamente tarde. Este interés por construir un canal aumentó con el descubrimiento de oro en California en 1848, que creó un tremendo volumen de comercio transístmico, mayormente por tierra, a través de la sección hasta entonces terminada del Ferrocarril de Panamá.
La instalación de Ulysses S. Grant como el 18o. Presidente de los Estados Unidos en 1869, dio nuevo ímpetu a la política de Estados Unidos de construir un canal. El interés personal de Grant se remonta a julio de 1852 cuando, como capitán del Ejército, dirigió al Cuarto Destacamento de Infantería a través del Istmo de Panamá para prestar servicio en California. El destacamento de varios cientos de hombres, junto a sus dependientes, cayó víctima de una epidemia de cólera en Panamá que cobró las vidas de 150 hombres, mujeres y niños. Del trágico incidente, Grant escribió más tarde, “Los horrores del camino en la época lluviosa van más allá de lo descriptible”.
En 1869, el Presidente Grant ordenó expediciones para realizar estudios topográficos en América Central. La alta calidad de estos estudios es reconocida aún en la actualidad. Como nota interesante, la ruta actual del Canal de Panamá es prácticamente idéntica a la propuesta en el estudio realizado por Panamá en ese entonces.
Luego del fracaso de los franceses por construir un canal, la Comisión del Canal Ístmico de los Estados Unidos (1899-1901), conocida también como la segunda Comisión Walker en honor a su presidente, el Contraalmirante John G. Walker, ordenó nuevamente estudiar todas las rutas factibles para construir un canal entre los océanos Atlántico y Pacífico. El estudio fue ordenado por el Presidente de los Estados Unidos, William McKinley, sucesor de Grant en el cargo. Esta vez, las rutas por Panamá y Nicaragua recibirían especial consideración. La ruta por Nicaragua volvió a resultar favorecida, pero no sería por mucho tiempo.
La Tierra en Panamá
El Istmo de Panamá, con sólo 50 millas de ancho en su punto más angosto, se caracterizaba por sus montañas, su impenetrable jungla, los profundos pantanos, las lluvias torrenciales, el ardiente sol, la debilitante humedad, la pestilencia y algunas de las formaciones terrestres más complejas del mundo a nivel geológico. La mayor parte de esto era aparente para los exploradores y agrimensores que exploraron y midieron la tierra. Lo que no era obvio era la constitución geológica de la tierra, que aún en la actualidad sigue siendo un reto constante que se mantiene controlado, pero que aún no ha sido conquistado. Otro aspecto que era aparente era que el intento de construir un canal por Panamá ya había desafiado y vencido los conocimientos técnicos de una de las naciones más grandes del mundo.
Las pequeñas montañas verdes que emergían tras costas de coral se veían benignas y tentadoras. Sin embargo, al contrario de la mayoría de las cordilleras, en vez de estar formadas por doblaje debido a la presión lateral, estas montañas se habían formado por la actividad ascendente de movimientos volcánicos individuales.
Formaciones independientes de diferentes tipos de roca dura se encuentran intercaladas y en capas entre rocas y materiales más suaves en una mezcla desordenada e impredecible de capas y ángulos. El Istmo también ha estado sometido a varios períodos bajo el agua, añadiendo de esta forma cavidades de material marino a la mezcla geológica. Esto, además del hecho de que existen seis fallas importantes y cinco grandes núcleos volcánicos sólo en el corto trecho entre las ciudades de Colón y Panamá, se convierte en otro reto geológico del área. Los ingenieros de ese tiempo no sabían de la complejidad geológica del Istmo, quizás por fortuna, porque es probable que de haberlo sabido se hubieran asustado.
Además de las dificultades de los agrimensores estaba el bosque tropical que cubría el terreno montañoso desde la base hasta la cima, una vegetación tan densa que era casi incomprensible para el inexperto o aprendiz.
El clima tropical de Panamá, con una temperatura promedio de 80 grados y una precipitación anual de 105 pulgadas, reúne las condiciones ideales para el crecimiento de la jungla, similares a las de la jungla del Amazonas en Brasil. De hecho, la jungla de Panamá fue utilizada como terreno de entrenamiento por las tropas de los Estados Unidos enviadas a Vietnam, al igual que para entrenamiento de supervivencia por los astronautas enviados a la luna. Este tipo de jungla debe ser atacada constantemente ya que, si se baja la guardia, retomará su avance sin descanso por los caminos que tanto costó abrir.
Las inundaciones, especialmente del Río Chagres, constituyeron otro serio problema. Debido a lo empinado del terreno, las fuertes lluvias se acumulan con rapidez formando corrientes que fluyen con fuerza hacia el río, aumentándolo en poco tiempo y causando inundaciones.
Los ingenieros franceses bajo el mando de Ferdinand de Lesseps no habían podido controlar las inundaciones del Chagres y el esfuerzo americano tampoco tuvo éxito completo, sino hasta la construcción de la Represa Madden (Alhajuela) en Gamboa en la década de 1930. Los franceses sufrieron periódicamente la desalentadora barrida de puentes y equipos a manos de las inundaciones y decenas de miles de toneladas de tierra, roca y escombros que se volvían a depositar en las áreas que con tanta dificultad habían sido excavadas.
Finalmente, tanto la malaria como la fiebre amarilla eran enfermedades endémicas del Istmo. Por varios cientos de años, los extranjeros que venían a esta “Costa de la Fiebre”, especialmente los marinos que venían de paso, morían de enfermedades causadas supuestamente por “vapores miasmáticos” que emanaban de los pantanos y ciénagas.
Ferdinand de Lesseps
La Construcción del Canal Francés
En 1876, la Sociedad Geográfica de París organizó un comité que promoviera la cooperación internacional para realizar estudios que llenaran vacíos sobre el conocimiento geográfico del área de América Central con miras a construir un canal interoceánico. El comité, una compañía limitada, era presidida por Ferdinand de Lesseps.
Luego de explorar varias rutas en las regiones de Darién y Atrato, Wyse volvió a París en abril de 1877. Sin embargo, de Lesseps rechazó todos sus planos porque incluían la construcción de túneles y esclusas. Durante una segunda visita de exploración en el Istmo que se inició el 6 de diciembre de 1877, Wyse exploró dos rutas en Panamá: la ruta de San Blas y la ruta desde Bahía Limón a la ciudad de Panamá, que es la actual ruta del Canal. De seleccionar la última, su plan era construir un canal al nivel del mar. La ruta correría casi paralela al Ferrocarril de Panamá y requeriría de un túnel de 7,720 metros de largo a través de la Cordillera Continental en Culebra.
Con este plan para un canal por Panamá, Wyse viajó a Bogotá donde, en nombre de la sociedad, negoció un tratado con el gobierno colombiano. El tratado, firmado el 20 de marzo de 1878, se conoció como la Concesión Wyse. Otorgaba a la Société Civile derecho exclusivo para construir un canal interoceánico por Panamá. Conforme a una cláusula del tratado, la vía acuática revertiría al gobierno colombiano luego de 99 años, sin compensación.
El plan incluía la construcción de represas, una a través del Río Chagres cerca de su desembocadura en el Atlántico y otra en el Río Grande cerca del Pacífico. La altura aproximada de 80 pies del lago artificial que sería creado, se accesaría por medio de esclusas. Las ventajas principales del plan serían la reducción en la cantidad de la excavación necesaria y la eliminación de los peligros de inundaciones del Chagres. El tiempo estimado de construcción sería de seis años. Como este plan requería de un menor volumen de excavación, habría menos problemas debido a las supuestas teorías prevalecientes que decían que las enfermedades tropicales eran causadas por alguna clase de emanación tóxica que salía de la tierra recién excavada y expuesta al aire. El diseño incluía todos los elementos básicos diseñados ultimadamente para el actual Canal de Panamá. La compañía francesa utilizaría estos conceptos como base para el canal de esclusas que adoptaría eventualmente en 1887, luego del fallido intento por construir un canal al nivel del mar. De haber aprobado este plan en un principio,
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