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Hospital De San Andres


Enviado por   •  17 de Marzo de 2014  •  1.329 Palabras (6 Páginas)  •  650 Visitas

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HOSPITAL DE SAN ANDRES DE 1896

Inicia sus funciones en condiciones de urgencia por una epidemia de viruela que asolaba a la ciudad de México.

Fue instalado en 1799 en un edificio que había sido casa de aprobación de los jesuitas; fue desocupado para que enfermos, médicos y demás personal se trasladaran a los modernos pabellones del Hospital General de México que Porfirio Díaz inaugurará en febrero de 1905.

El estudio histórico del Hospital de San Andrés nos ilustra sobre varios asuntos, que en México han tenido que ver desde el siglo XVIII hasta el inicio del XX, principalmente por la creación de hospitales.

El hospital de san Andrés fue fundado por el arzobispo Alonso nuñes de aro y peralta y sostenido y administrado por la mitra hasta 1823.

Este hospital desaparece para dar lugar al modernos Hospital de San Andrés el cual desaparece para dar lugar al moderno hospital General (1905), conjunto de edificios construidos especialmente para este fin: a él acudirán los enfermos de san Andrés con los de otros hospitales, cerrando una etapa de nuestra historia hospitalaria.

Se erigió en un edificio cuya construcción se inició en 1626, fue convento-seminario, gracias a los donativos de don Melchor de Cuellar, ensayador de la Casa de Moneda y de su esposa Mariana de Aguilar y Niño. La obra se interrumpió al morir los benefactores y a partir de 1676, estuvo a cargo de don Andrés de Carbajal y Tapia; el edificio se localiza en las calles de Xicotencatl y Tacuba. El 27 de noviembre de 1770, la Junta que funcionaba en México por orden del virrey Carlos Francisco de Croix, Marqués de Croix (1766-1771), destinó el colegio de la Casa de Ejercicios y todo el terreno que le pertenecía al Hospital.

En este predio, antes seminario, casa de aprobación y residencia de los Jesuitas, el régimen porfirista edificó el Palacio de Comunicaciones. Sin embargo, desde un principio se había planificado la construcción de un hospital general; el proyecto estuvo inspirado en el Hospital General de Madrid, que al fin se logró en 1779, gracias al interés del arzobispo Alonso Núñez de Haro y Peralta, quien en 1787, siendo virrey, ordenó que el Hospital General absorbiera al Hospital del Amor de Dios, dedicado a la atención de los sifilíticos.

La institución quedó a cargo del arzobispado y recibió el máximo apoyo oficial, tenía capacidad para 1000 camas, distribuidas en 39 salas. Disponía de una gran botica, la mejor de la Nueva España, cerería, laboratorio y departamento para inspección y disección de cadáveres. Dependía del producto de 22 propiedades urbanas, del dinero colocado a rédito, del noveno y medio de los diezmos, de los derechos del juego de pelota y de las impresiones cuyo monopolio se le concedió. En la época independiente, siguió perteneciendo a la Mitra. En 1861, pasó a formar parte de la Junta de Beneficencia. En este hospital se embalsamó el cadáver de Maximiliano de Habsburgo, procedimiento en el que se invirtieron 70 horas. El 5 de febrero de 1910, el nosocomio fue substituido por el Nuevo Hospital General de México.

Departamento de Partos Ocultos:

Fue la primera Clínica de Maternidad construida exclusivamente para este fin. En 1745, el Chantre de la catedral de México, don Fernando Ortiz Cortés decidió fundar un hospicio para pobres o Casa de Misericordia, pidió licencia al Rey Felipe V; su petición la apoyaba el arzobispo de México, ilustrísimo señor Rubio y Salinas. Hubo eco en el Consejo de Indias, sin embargo por indecisión del virrey, Carlos Francisco de Croix el edificio no se construía. El Departamento de Partos Ocultos, probablemente lo creó el arzobispo Francisco Antonio Lorenzana, en 1774, para atender a las mujeres españolas que concebían fuera del matrimonio, estuvo en un anexo del Hospicio de los Pobres y se mantuvo en secreto. Fue hasta el 19 de marzo de 1774, cuando el hospicio se abrió al público, que el arzobispo Lorenzana, apoyado por el virrey Antonio María de Bucareli y Ursúa, (marqués de Valle Hermoso y Conde de Jerena 1771-1779), logró que empezara a servir a los pobres.

El arzobispo Lorenzana elaboró las ordenanzas

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