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IMPERIO BIZANTINO (330-565): JUSTINIANO El Reinado de Justiniano (527-565)

pams97Apuntes14 de Marzo de 2016

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IMPERIO BIZANTINO (330-565): JUSTINIANO El Reinado de Justiniano (527-565) marca el primer gran apogeo de Bizancio y el último intento de reconstruir el imperio romano de Augusto. Esta labor de restauración imperial tuvo una doble base: por una parte, marítima y económica, y por otra parte, religiosa, en el sentido de restablecer la ortodoxia pura y simple. Justiniano inició su reinado con una paz con Persia y un aumento de los impuestos en 532. Una de las características de la política interior de Justiniano fue la lucha obstinada que mantuvo contra los grandes terratenientes por sus reiterados abusos de poder y su vejación constante de la justicia. También dirigió sus esfuerzos  a una mejor recaudación de los impuestos, con la finalidad de que su hacienda ingresara lo suficiente para costear los cuantiosos gastos de sus numerosas y largas campañas militares. En el aspecto religioso, su política consistió en defender la ortodoxia emanada de los diversos concilios, especialmente el de Calcedonia, a cuyas decisiones se oponían las provincias de Egipto y Siria. Esta política religiosa se enemisto con los judíos, los paganos y los heréticos en general. La base organizativa de la administración imperial en Bizancio emanaba de las leyes que hacían las veces de constitución no escrita, basada en el uso y la costumbre. Los grandes esfuerzos de los jurisconsultos se ordenó y se codificó (códigos), y lo mismo se hizo con las normas de procedimiento y derecho privado (digestos), monumentos sólidos y permanentes que contenían las leyes aplicables a todos los habitantes del Imperio. La tradición de la codificación de las leyes, método que fue aceptado por los bizantinos, proveía de Roma. La novedad consistió en que estos modelos de colecciones oficiales. La novedad consistió que estos modelos de colecciones oficiales recibieron un valor legal. Primero fue el Código Teodosiano, el emperador Teodosio II; después el Corpus Iuris Civilis de Justiniano, que es la base de toda la literatura jurídica posterior, a pesar de las modificaciones que se fueron introduciendo. Justiniano mando a compilar en 530 toda la obra jurídica clásica en una comisión de expertos que, al cabo de tres años, presentó el Digesto o Pandectae, dividido en 50 libros, subdivididos a su vez en títulos, y precedió cada uno de ellos por una inscripción que da el autor, la obra y el libro de donde procede el título. Un segundo paso se dio al redactarse un manual elemental de Derecho “para jóvenes deseosos de instruirse” al que se llamó Institutas, que corregía las imperfecciones del Digesto, y de las leyes nuevas que iban saliendo, las Novellae Constitutiones , complementaron la obra justinianea o Corpus Iuris Civilis una obra compleja, típicamente bizantina, en la que se mezclan elementos romanos, helenísticos, orientales y cristianos. (CLARAMUNT, E. PORTELA. M. GONZÁLES Y E. MITRE. Historia de la Edad Media. Barcelona: Ariel – Historia, 1992, pp. 29-31).

Cultura Bizantina: La antigua cultura griega se conserva aún en las provincias orientales, y, aunque falta del genio vivificador que la animó en sus primeros tiempos, conservaba aún bastante esplendor para maravillar a extranjeros como los bárbaros, que poco a poco se iban imbuyendo en sus principios. Si bien no se aportaban elementos nuevos, se vivía de la savia de los antiguos; muchas de las obras maestras de escultura y pintura antiguas se conservaban en los palacios y monumentos de Constantinopla.

El Islam: Hacia el S. VII en una península situada al suroeste del continente asiático y extendido entre el golfo Pérsico y el Mar Rojo, emerge una nueva religión de caracteres tan poderosos, que se convierte en un Imperio, el Islamismo. Los árabes recibieron influencia judeocristiana, pero adoraban las fuerzas de la naturaleza, por ello su principal adoración era la Piedra negra (aerolito) a la cual se le rendía culto en el santuario de Kaaba. El mentor de esta nueva doctrina religiosa fue Mahoma, quien llegó al convencimiento de ser revelado, como profeta del único Dios verdadero Alá. Esta autoconsagración  no fue muy bien recibida por los árabes, lo que condujo a la huida de Mahoma de la Meca, el año 622 en Medina asentó Mahoma un fuerte poderío, e instauro la Guerra Santa contra los infieles, es así como pudo ingresar a la ciudad de la Meca derrotando a sus adversarios e imponiendo la nueva fe (630). Islam significa sumisión a Alá, el musulmán quiere decir seguidor de Alá; el Corán es el libro base de los musulmanes, que contiene entre otros preceptos, los que siguen: a) Sólo hay un Dios, Alá y Mahoma es su profeta, b) La oración debe ser una constante fundamental del que cree en Alá. Puede ser privada cinco veces al día, mirando hacia la Meca, o pública los viernes, dirigida por el supremo sacerdote, c) Ayunar sin excepción durante el mes de Ramadán, d) Cancelar la limosna o el azaque, e) Peregrinar, por lo menos, una vez en la vida a la Meca, f) La Guerra Santa contra los infieles, g) No consumir bebidas alcohólicas, no comer carne de cerdo, no realizar juegos de azar ni usar imágenes, y h) Castiga severamente el adulterio.

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