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Identidad Nacional

Cheers11 de Octubre de 2012

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COLABORACIÓN ESPECIAL 373

Pérez-Cajaraville J, Abejón D, Ortiz JR, Pérez JR.

Pain and its treatment over history. Rev Soc Esp Dolor

2005; 12: 373-384.

¿SON REALMENTE LAS UNIDADES DE

DOLOR UN “INVENTO” RECIENTE?

Desde su propio nacimiento, la humanidad viene luchando

contra el dolor. Este compañero innato de la vida,

que la acompaña desde el origen –tal como legitima

la bíblica frase “Parirás con dolor”– también fue

definido con cierta poesía por Albert Schweitzer que lo

llamó “el más terrible de los Señores de la Humanidad”.

Tan antiguo es su tratamiento que en “La Odisea”,

Homero describe acerca de un medicamento

que “tomado con el vino producía el absoluto olvido

de las penas”. Plinio el Viejo especuló que esa droga

debía ser la borraja (Borago officinalis), planta medicinal

con larga trayectoria en estos usos.

INTRODUCCIÓN

El dolor y enfermedad han sido un binomio lacerante

que ha acompañado al hombre a lo largo de toda

su historia. Anestesia y analgesia son ciencias tan antiguas

como la propia humanidad. Etimológicamente

“pain”, en inglés, deriva de “poena” en latín, que significa

“castigo” y “paciente” deriva del latín “patior”:

el que aguanta o soporta sufrimiento o dolor.

CRONOLOGÍA

Delimitar el estudio del dolor y su tratamiento empírico

del científico resulta bastante difícil, no obstante

gracias a los adelantos en ciencias como la fisiología,

la química y la física podemos situar al

siglo XVIII como el gran punto de inflexión.

HASTA EL SIGLO XVIII

Civilizaciones antiguas

—Primitiva:

El hombre primitivo creía que el dolor estaba localizado

en el cuerpo y que lo causaban demonios,

humores malignos o espíritus de muertos que entraban

en el cuerpo a través de orificios. Por tanto tapaban

o sacaban por ellos a los espíritus malignos.

El hombre del Neolítico hace más de 9.000 años

atacaba el dolor desde el aspecto físico, con plantas,

sangre de animales, así como frío y calor. Desde el

punto de vista psíquico mediante ritos mágicos, hechizos

y comunicación con dioses.

—Sumeria:

Los sumerios, en el año 4000 a.C., empleaban el

hulgil o planta de la alegría, como llamaban a la

adormidera. Esta es la primera referencia histórica

que poseemos del uso de opio.

1FRCA, Responsable Unidad del Dolor. Clínica Universitaria de Navarra.

Pamplona

2FIPP, Responsable Unidad del Dolor. Hospital Universitario Clínica

Puerta de Hierro. Madrid

3Adjunto Unidad del Dolor. Clínica Universitaria de Navarra. Pamplona

Recibido: 07-06-05.

Aceptado: 07-06-05.

—Periodo mesopotámico:

De las primeras reseñas históricas de las que disponemos

nos hacen retroceder unos 3.000 años a.C. a

la civilización mesopotámica (actualmente Iraq)

donde levantaron ciudades, desarrollaron una escritura

y profesiones diversas.

“Asu” era el “médico” encargado de realizar exorcismos

para aliviar el dolor. Decían oraciones para

conseguir el perdón de los dioses, a la vez que empezaban

a utilizar hojas de mirto. Hoy en día, se tiene

conocimiento de sus propiedades analgésicas por

contener precursores del ácido acetilsalicílico. El dolor

se consideraba como castigo divino.

Los tratamientos médico-quirúrgicos y honorarios

médicos estaban regidos por el Código de Hammurabi.

—Siria:

Los asirios realizaban circuncisiones con una “peculiar

técnica anestésica” consistente en la compresión

bilateral de las arterias carótidas a nivel del cuello

para producir una isquemia cerebral y la

aparición de un estado comatoso (pérdida de consciencia)

lo cual era aprovechado para la cirugía y alivio

del dolor.

—Antiguo Egipto:

El dolor era percibido para esta sociedad, como un

castigo de los dioses Sekhament y Seth. Consideraban

el orificio nasal izquierdo y los oídos como las

vías de entrada de la enfermedad y de la muerte, con

lo que el tratamiento obvio era purgar dicho “dolor”

a través de esas vías.

No obstante, existen pruebas donde reflejan el uso

de plantas para la curación del “mal”, el Papiro de

Ebers (1550 a.C.), describe con gran detalle el empleo

del opio como tratamiento para las cefaleas del

dios Ra.

Las civilizaciones del antiguo Egipto (1000-1500

a.C.) comenzaron a usar narcóticos vegetales, como

adormidera, mandrágora y el cannabis (hachís) (Papiro

de Hearst) que se cultivaban en India y Persia.

Administraban a sus hijos adormidera mezclada con

una pasta de insectos y cebada para poder dormir

durante la noche. Esta “mágica” planta, paradójicamente

es hoy en día bien reconocida hasta por los

más jóvenes seguidores de la saga de “Harry Potter”.

—Indígenas americanos:

Durante los años 400-700 a.C. los incas peruanos

tenían la creencia de que la hoja de coca representaba

un regalo de Manco Capac, hijo del dios del Sol,

en compensación por todo el sufrimiento humano.

Este regalo producía “satisfacción al hambriento, vigor

al cansado y olvido de las miserias al desdichado”.

Empaquetaban las hojas en forma de bola llamada

“cocada”. Las cocadas eran vertidas sobre la herida

quirúrgica, mezcladas con cal o ceniza y saliva del

cirujano, para producir analgesia. Podríamos considerarlo

como el principio de la “anestesia local”,

llegando incluso a realizar trepanaciones con esta

primitiva técnica.

Estos primitivos pueblos reconocían el adormecimiento

en lengua y labios al masticarla (de esta forma

se liberaba el alcaloide activo), que en quechua

significa “kunka sukunka” (faringe adormecida).

Hecho descrito por el cronista español Bernabé Cobo

en su “Historia del Nuevo Mundo”.

En toda Sudamérica existían tribus, en su mayoría

nómadas, donde la coca estaba muy difundida. Las

características fundamentales de su medicina fueron

las de todos los pueblos primitivos, entre mágica y

empírica. El hechicero jugaba un papel básico al

aplacar los espíritus.

• Entre los matacos (Argentina), por ejemplo, para

ser curandero, hechicero, hombre médico, era necesario

ser viejo y feo.

• Entre los pampas, los que tenían condición de

afeminados, se les iniciaba desde niños en las prácticas

curandiles, porque los creían poseídos por los demonios.

• Los patagones y guaraníes (Paraguay) usaban

hierbas curativas, flebotomías y sangrías. Para disminuir

el dolor, efectuaban la operación denominada

“catatun”, que consistía en tomar entre dos dedos la

parte saliente de la piel del enfermo, levantarla cuanto

podían y pasar un cuchillo de una a otra parte, dejándola

sangrar un poco.

• Los araucanos (Chile) empleaban para la anestesia

las flores de la maya o Datura ferox, cuyo principio

activo es la escopolamina acompañada de cantidades

menores de hiosciamina y atropina. Es

sorprendente que una medicación parecida (morfina

y escopolamina) es usada hoy en día como premedicación

parenteral en nuestros hospitales.

• Los mayas (México) daban estramonio (que

contiene diversos alcaloides del tipo de la atropina y

de la escopolamina) a mujeres como “anestésico en

el acto del parto, para paliar el dolor”. La cultura

maya promulgaba el dolor como sinónimo de muerte:

“Dicen que el dolor, es el hijo del aire y de la tierra,

que son elementos indispensables para la vida,

dicen que se viste con amplios ropajes blancos y emblade

un puñal, y que se hermana con aquella que

374 J. PÉREZ-CAJARAVILLE ET AL. Rev. Soc. Esp. del Dolor, Vol. 12, N.º 6, Agosto-Septiembre 2005

EL DOLOR Y SU TRATAMIENTO A TRAVÉS DE LA HISTORIA 375

viste de negro y siempre lleva una guadaña. Parece,

pues, que el dolor es el compañero inseparable de la

muerte, la constatación y la prueba del sufrimiento

último, que paradójicamente es el cese de todas las

emociones”.

—India:

El budismo del siglo V a.C. planteaba el dolor como

una frustración de los deseos y, por tanto, lo localizaban

en el alma.

En su primer sermón pronunciado en el jardín de

las gacelas en Benares (India), Siddharta Sakia Muni

Gautama (Buda), quien nació probablemente en el 556

a. C. en Kapilavtsu, Himalaya, actual Nepal, anuncio

su doctrina, la buena ley para que los hombres puedan

liberarse y alcanzar la salvación: las cuatro nobles

verdades y el camino de los ocho pasos que constituyen

la esencia de la doctrina budista. Buda a los 35

años reconoce en el mal (el dolor) la causa de todos

los sufrimientos. La primera de las cuatro verdades dice:

“El

...

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