IDENTIDAD NACIONAL

DISCURSO EN TORNO A LA IDENTIDAD NACIONAL

Maturín; 28 de julio de 2011

“ 5 DE JULIO DE 1811 BICENTENARIO DE NUESTRA INDEPENDENCIA”

Nos hemos congregado en este recinto para festejar la nacionalidad, y lo hacemos, no sólo para rememorar el pasado, sino como una forma también de refirmar nuestra convicción de país libre, soberano e independiente gracias a la audiencia hermosa y decisiva de una casta noble, aparentemente conservadora que con su gesta señaló el camino para la liberación de todo un continente.

Conocer el pasado, para tener conciencia de donde se viene y estimular siempre el propósito de marchar hacia adelante, para pues así las viejas y jóvenes generaciones, recuerden cómo comenzó la patria libre de la cual todos somos miembros, es fundamental. Con ello se robustece y engrandece ese ente tan necesario como es el alma popular, la identidad. Elemento vital de la convivencia colectiva, de ser nacional.

Dos fechas convergen en este momento una primera 19 de abril de 1810, ella Venezuela la lleva escrita como la huella imborrable de su voluntad de nación en la que dispuesta la decadencia y el derrumbe del imperio ultramarino español que mantuvo subyugado al “nuevo mundo”, por lo menos 300 años, marca el punto originario de nuestra soberanía e identidad nacional. De allí surge el despertar de Venezuela: ¡A Cabildo! ¡A Cabildo! No lo queremos capitán general. Es el jueves santo libertario de año de 1810, exaltados varones y sacerdotes de la sociedad caraqueña, lanzaron un grito de independencia cuyos ecos estruendosos sólo se silenciaron 15 años más tarde con el fragor de los cañones de Ayacucho.

Una segunda fecha, 5 de julio de 1811, en la cual se declararía definitiva y legalmente la separación de Venezuela de España, hecho trascendente cuyos protagonistas tuvieron el buen cuidado de recogerlo en acta firmada por los ilustres congresantes de la época.

Definida esta como condición y consecuencia de una plena soberanía y de un recobrado derecho inalienable a la autodeterminación como nación igual en el concierto de país del mundo, proclamando su voluntad inquebrantable de vivir y morir libre.

Se rompe el coloniaje… xlada de juntas conservadores de los derechos de Fernando VII. No en vano el futuro Libertador de un continente el 3 de julio había invitado a los vacilantes ante la Sociedad Patriótica a poner sin temor la piedra fundamental de la libertad de Suramérica… “vacilar es perdernos” dijo.

Hoy, 200 años después, el pueblo venezolano conmemora ese memorable gesto y la acoge como epónimo de nuestra graduación

Año 2011: 5 de julio de 1811 Bicentenario de Nuestra Independencia.

Y qué mejor forma de honrar a aquellos visionarios que vislumbraron la patria independiente en la tarde del 5 de julio de 1811 a través del Acta de Independencia, estampada por el Supremo Congreso de Venezuela.

De aquí en adelante, aquella solemne declaración solo constituía el principio de una cruenta lucha, y un largo y sangriento camino que nos condujo a Carabobo… y el despuntar del alba de aquel 24 de junio, aun no ha tenido ocaso porque la luz de la patria nunca tiene fin… es eterna.

Nuevas y dilatadas luchas seguimos teniendo… es hora de hacerle justicia a este país, hay que cerrar filas. Oír y hacer efectivo el postrer llamado que hiciera el Libertador a favor de la unión. Dejar atrás lo que divide y empecinarse en estrechar lo que nos une. Ustedes jóvenes, tienen planteado el reto.

Nuestro pueblo, como ayer, el pardo, el indio, el negro, el mestizo, siguen siendo el mismo: soñador, ingenuo, pero valiente y comprensivo sin que la injusta y terrible experiencia de miseria y engaños lo desanime, heredero de Venezolanos de la mejor estirpe y al hacernos dignos del legado tan apreciado, elevar al fin

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