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Independencia De 1821 Peruana


Enviado por   •  8 de Junio de 2014  •  2.153 Palabras (9 Páginas)  •  296 Visitas

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Venía como un verdadero libertador, no para conquistar por las armas el Perú sino para ganar una guerra de ideas. Por ello, alguna vez se preguntó: ¿Cuánto puede avanzar la causa de la independencia si me apodero de Lima, o incluso del país entero, militarmente?… Quisiera que todos los hombres pensaran conmigo, y no quisiera avanzar un paso más allá de la marcha gradual de la opinión pública. ¿Estaba en lo cierto? Lamentablemente, el tiempo no le daría la razón.

Por ese entonces, España había caído nuevamente en crisis. Desde Cádiz el general Riego encabezó un golpe liberal contra Fernando VII que reimplantó la Constitución liberal de 1812. Para la aristocracia criolla, en su mayoría conservadora, esto era una pésima noticia. El liberalismo -con sus postulados de igualdad social, tolerancia de ideas y libertades políticas- era sinónimo de desgobierno y atentaba contra el orden y la estabilidad. España estaba cada vez más lejos y ya no podía garantizar o defender el sistema jerárquico que favorecía a la aristocracia criolla.

Mientras tanto, el virrey Pezuela había recibido órdenes de entrevistarse con San Martín. Se concertó la cita y la reunión se celebró en Miraflores, entonces un pueblo de indios al sur de Lima. Los delegados de ambos no pudieron llegar a ningún acuerdo importante salvo el de suspender temporalmente las hostilidades. Pero la sola presencia de San Martín afectaba el orden interno. La adhesión del marqués de Torre Tagle, intendente de Trujillo, le aseguraba a los patriotas el apoyo de todo el norte peruano. Al mismo tiempo, el general patriota Álvarez de Arenales en una incursión proselitista en la sierra central, que salió de Ica y siguió por Huamanga y Jauja, derrotaba al realista O’Reilly en Cerro de Pasco.

Luego de hacer el primer diseño de nuestra bandera en Pisco, San Martín cambió su cuartel general y se trasladó al norte de Lima, Huaura, y desde allí lanzaba algunos decretos y continuaba llamando a los peruanos a su causa. Los militares españoles, cansados de la tolerancia de Pezuela decidieron destituirlo y le hicieron un golpe de estado: en el Motín de Aznapuquio, José de la Serna fue elegido nuevo virrey del Perú. España confirmó a La Serna como virrey y le obligó a negociar con San Martín. La nueva entrevista se realizó en la hacienda de Punchauca, al norte de Lima (hoy Carabayllo). Allí, el Libertador exigió proclamar la independencia instalando una monarquía en el Perú. El virrey no podía acceder a tal petición y se reanudaron las hostilidades.

Histórico balcón de Huaura (norte de Lima) donde, según la tradición, San Martín proclamó por primera vez la independencia del Perú

Pero La Serna no podía mantenerse con su ejército en Lima. Lord Cochrane había bloqueado el puerto del Callao y los guerrilleros habían cortado el acceso con la sierra central, la despensa de Lima. El Virrey se retiró al Cuzco y empezó a gobernar el Virreinato desde la antigua capital de los Incas. La decisión era pragmática: en la sierra sur se encontraba el grueso del ejército realista. San Martín aprovechó y entró a Lima. Convocó una junta de notables en el Cabildo limeño que juró la independencia el 15 de julio de 1821. Manuel Pérez de Tudela fue el encargado de redactar el Acta. La proclamación quedó para el sábado 28 de julio en la Plaza de Armas de Lima.

El 3 de agosto, San Martín aceptó el título de Protector del Perú. De esta forma se iniciaba el Protectorado en el que San Martín promulgó el Estatuto Provisorio (base jurídica de su gobierno que hacía las veces de una “constitución”) y organizó un Consejo de Ministros integrado por Hipólito Unanue (Hacienda), Bernardo de Monteagudo (Interior) y Juan García del Río (Relaciones Exteriores).

Más adelante emprendió algunas reformas substanciales: decretó la “libertad de vientres”, abolió el tributo de los indios, promulgó las garantías jurídicas, fundó la Biblioteca Nacional, seleccionó la letra y música del Himno Nacional, decretó el libre comercio y dio los primeros pasos para divulgar su plan monárquico.

Hacia 1822 la situación de San Martín era desalentadora. Se negaba a invadir la sierra y los realistas mantenían su poder casi intacto al interior del país. Lord Cochrane se enemistó con el Libertador y abandonó la campaña con sus hombres. El Libertador comprendió que necesitaba apoyo militar y la solución era Bolívar que, por esos días, había liberado Quito. La entrevista entre ambos se realizó en Guayaquil donde San Martín le pidió a Bolívar apoyo militar y le ofreció estar bajos sus órdenes en la campaña del Perú. Bolívar no quería tenerlo como subordinado y le ofreció un ejército de mil hombres. Al final de la entrevista, San Martín entendió que su presencia era un obstáculo para la liberación del Perú y decidió abandonar el país. Antes de irse, el 20 de setiembre de 1822, instaló el Primer Congreso Peruano. Ante él renunció al cargo y anunció su deseo de retirarse de la vida pública.

La etapa peruana.- Al partir San Martín, el Congreso nombró una Junta presidida por José de la Mar que quiso continuar la guerra. Pero el fracaso en una serie de campañas militares causó su rápido desprestigio. Por ello, el 28 de febrero de 1823, fue nombrado primer presidente del Perú, José de la Riva-Agüero y Sánchez Boquete, impuesto por el ejército en el Motín de Balconcillo, primer golpe de estado de nuestra vida independiente.

Riva-Agüero intentó reorganizar el ejército patriota, incluso creó la primera escuadra peruana al mando del almirante Guisse. El fracaso del patriota Rudescindo Alvarado en las provincias del sur (Moquegua) frente al realista Jerónimo Valdéz le hizo comprender que la guerra no podía ganarse sin apoyo externo, especialmente de Bolívar. El Libertador accedió y envió un ejército de 6 mil hombres al mando de Antonio José de Sucre.

Pero en junio de 1823 tropas realistas entraron a Lima y Riva-Agüero tuvo que huir al Callao junto al Congreso. Un grupo de diputados consideró a Riva-Agüero incapaz de ganar la guerra. Lo destituyeron y le otorgaron todos los poderes militares a Sucre. Por su lado, Sucre presionó para que el Congreso nombrara presidente a Torre Tagle. Riva-Agüero se negó a aceptar su destitución y entró en conversaciones con La Serna. Pronto, con un sector del Congreso, instaló su gobierno en Trujillo.

De esta manera, el Perú era un caos: había dos gobiernos, el de Riva-Agüero y el de Torre Tagle, y dos congresos, uno en Lima y otro en Trujillo. En este contexto llegó Bolívar el 1 de setiembre de 1823 con

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