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Independencia De México

Sagitario286629 de Marzo de 2012

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El período de la historia de México conocido como Guerra deIndependencia empieza el 16 de septiembre de 1810 cuando el insurgente Miguel Hidalgo da el llamado "Grito de Dolores" ytermina el 27 de septiembre de 1821 con la entrada del Ejército Trigarante a la Ciudad de México. La idea detrás del movimiento independentista era liberarse del gobierno español y dejar de ser un virreinato. Esta etapa da fin a la llamadaépoca colonial de México.

Como es lógico, antes de 1810 hubo ya antecedentes importantes de la nueva ansia libertaria que operaba, principalmente, en los criollos. Se dice que, antes de estallar la lucha de independencia de México, el ideólogo del movimiento fue fray Melchor de Talamantes, que hacía circular escritos subversivos en los que afirmaba que el territorio mexicano, por tener "todos los recursos y facultades para el sustento, conservación y felicidad de sus habitantes", podía hacerse independiente y que, además de posible, laIndependencia de México era deseable porque el gobierno español no se ocupaba del bien general de la Nueva España, como se ocuparía un gobierno libre, constituido por mexicanos.

LAS CUATRO ETAPAS DEL MOVIMIENTO DE INDEPENDENCIA

La primera etapa del movimiento de Independencia de México

Desde el Grito de Dolores hasta la batalla del Puente de Calderón en 1811, donde la muchedumbre dirigida por Miguel Hidalgo, con su famoso estandarte guadalupano, peleaba con más pasión que estrategia. En este momento, cuando el cura de Dolores llegó a la batalla del Puente del Calderón, sus fuerzas se calculaban en cien mil hombres insurgentes, todos ellos criollos, indios, mestizos o pertenecientes a las llamadas castas. Los realistas, defendieron la causa con tibieza y se calcula que el ejército era de menos de 50 mil hombres.

La segunda etapa del movimiento de Independencia de México

En esta etapa José María Morelos y Pavón entra en escena, desde principios de 1811 hasta la toma del fuerte de San Diego en Acapulco, en agosto de 1813. En este período los insurgentes de la independencia se anotan varios triunfos militares.

La tercera etapa del movimiento de Independencia de México

Se caracteriza por un cierto desorden. Con lamuerte de Morelos, hay cierto vacío de mando en el ejército insurgente y los realistas, al mando del temible Calleja logran rehacerse y recuperar la ofensiva. En este período se rinde el último reducto insurgente de importancia y, técnicamente, los realistas han ganado la guerra. Sólo unas cuantas partidas, como la que comandó Vicente Guerrero, siguen luchando sin tregua. Este periodo terminaría hasta febrero de 1821 cuando se firma el Plan de Iguala.

La cuarta etapa del movimiento de Independencia de México

Transcurre del 24 de febrero de 1821 hasta el 27 de septiembre de ese mismo año cuando el Ejército Trigarante, al mando de Agustín de Iturbide, entra triunfante a la Ciudad de México, compuesto principalmente por la totalidad del ejército realista, ya convertido, y los últimos insurgentes, todos ellos formarían el ejército mexicano, finalizando así el movimiento de Independencia.

1.- En 1810, los conspiradores de Querétaro estuvieron a punto de correr la misma suerte pero, al verse descubiertos, optaron por tomar las armas el 16 de septiembre en compañía de los habitantes indígenas y campesinos del pueblo de Dolores (Guanajuato), convocados por el cura Miguel Hidalgo y Costilla.

2.- José María Morelos y Pavón convocó a las provincias independentistas a conformar el Congreso de Anáhuac, que dotó al movimiento insurgente de un marco legal propio. Tras la derrota de Morelos, el movimiento se redujo a una guerra de guerrillas.

3.- La rehabilitación de la Constitución de Cádiz en 1820 alentó el cambio de postura de las élites novohispanas, que hasta ahí habían respaldado el dominio español.

4.- Agustín de Iturbide dirigió el brazo militar de los conspiradores, y a principios de 1821 pudo encontrarse con Vicente Guerrero.

La etapa de inicio de la Guerra de Independencia de México corresponde al levantamiento popular encabezado por Miguel Hidalgo y Costilla. Descubiertos por los españoles, los conspiradores de Querétaro no tuvieron otra alternativa que ir a las armas en una fecha anticipada a la que planeada originalmente. Los miembros de la conspiración se hallaban sin una base de apoyo en ese momento, por lo que Hidalgo tuvo que convocar al pueblo de Dolores a sublevarse en contra de las autoridades españolas el 16 de septiembre de 1810. Los insurgentes avanzaron rápidamente hacia las principales ciudades del Bajío y luego hacia la capital de Nueva España, pero en las inmediaciones de la Ciudad de México retrocedieron por orden de Hidalgo. Los siguientes encuentros entre los insurgentes y el ejército español —llamado realista— fueron casi todos ganados por estos últimos. Los desencuentros entre Hidalgo e Ignacio Allende, que estaban a la cabeza de la insurgencia, aumentaron después de las derrotas.

Los sublevados tuvieron que huir hacia el norte, donde esperaban encontrar el apoyo de las provincias de esa región que también se habían lanzado a las armas. Los líderes de la insurgencia fueron capturados en Acatita de Baján (Coahuila). Una vez arrestados fueron conducidos a Chihuahua. En esta ciudad fueron fusilados Hidalgo, Jiménez, Allende y Aldama, cuyas cabezas fueron enviadas a Guanajuato para que fueran expuestas en las esquinas de la alhóndiga de Granaditas.

La conspiración de Querétaro y el Grito de Dolores

Ignacio Allende y Mariano Abasolo estuvieron entre los simpatizantes de los conjurados de Valladolid. Cuando ésta fue descubierta, organizaron una nueva conspiración que tuvo su sede definitiva en Querétaro. Las reuniones se realizaban de manera clandestina en casa del corregidor, Miguel Domínguez. Allende estaba al frente de los conjurados, entre quienes se encontraban el propio corregidor, Miguel Hidalgo y Costilla, Juan Aldama y Josefa Ortiz[75] El grupo de conjurados buscaría en primera instancia la destitución de los españoles en puestos de gobierno, apoyados por un levantamiento que iniciaría el 1 de octubre.[76]

La conspiración fue denunciada el 9 de septiembre por José Mariano Galván. Otras denuncias llegaron a oídos del comandante Ignacio García Rebolledo, que dispuso el cateo a la casa y la aprehensión de los hermanos González. Josefa Ortiz envió como mensajero Ignacio Pérez para avisar a los conspiradores en San Miguel el Grande, después fue presa en compañía de su marido y otros conspiradores.[77]

El aviso de la Corregidora llegó a Juan Aldama, y fue él quien lo llevó hasta Dolores el 16 de septiembre. Con ayuda de presos que liberaron de la cárcel, los insurgentes capturaron al delegado Rincón y se dirigieron al atrio de la iglesia. En ese lugar, Hidalgo convocó a los asistentes a levantarse contra el mal gobierno,[78] en un acto que es conocido como Grito de Dolores y se considera el inicio de la guerra por la independencia mexicana.[79] Al paso de los días algunos de los presos de Querétaro fueron puestos en libertad, aunque otros sufrieron el destierro

A partir de Dolores, el movimiento encabezado por Hidalgo se movió por varios puntos del Bajío, una de las más prósperas regiones de Nueva España. El número de tropas es desconocido. En Atotonilco tomaron el estandarte de la Virgen de Guadalupe, que es considerado emblema del movimiento.[82]

En las poblaciones del oriente de Guanajuato se unieron al contingente mineros y peones de haciendas aledañas, mal armados y entrenados. Cuando llegaron a Celaya el 21 de septiembre de 1810, los insurgentes podrían haber sumado veinte mil hombres. Celaya fue saqueada por los insurgentes, aunque Aldama y otros soldados de carrera intentaron inútilmente contener a la masa. Tras este episodio, Hidalgo fue proclamado "Capitán General de América" por encima de Allende, que tuvo el rango de teniente general.[83] Después de apoderarse de Salamanca, Irapuato y Silao; el ejército insurgente llegó a Guanajuato el 28 de septiembre.[84] A pesar de las simpatías que despertó inicialmente, el movimiento de Hidalgo fue mal visto por las clases medias y altas, pues los líderes eran incapaces de contener a su tropa. Por el mismo motivo comenzaron a hacerse más visibles las diferencias entre Allende e Hidalgo.[85]

El apoyo a los insurgentes en Guanajuato era evidente. El intendente Riaño se parapetó con su tropa en la alhóndiga de Granaditas —uno de los edificios más fuertes de la ciudad— y envió cartas solicitando apoyo militar al virrey Venegas, a la Real Audiencia de Guadalajara y a Félix María Calleja, jefe de las tropas realistas de San Luis. La ayuda no llegó. Por su lado Hidalgo, antiguo amigo de Riaño, solicitó la capitulación del intendente, pero éste se negó y fue uno de los primeros en morir.[86] Después que «el Pípila» incendió la puerta principal, Hidalgo y los insurgentes tomaron la alhóndiga.[87] La ciudad fue saqueada nuevamente, hasta que Hidalgo emitió condena a muerte para los responsables.[88]

En respuesta al avance de los insurgentes, el virrey Venegas publicó un bando ofreciendo una recompensa de diez mil pesos por las cabezas de los líderes de la insurrección. Félix María Calleja y Roque Abarca se pusieron en marcha para cercar la rebelión. Por su parte, el obispo de MichoacánManuel Abad y Queipo publicó un edicto de excomunión contra Hidalgo y sus seguidores. El 13 de octubre de 1810 Bernardo de Prado y Obejero ratificó la excomunión y la hizo extensiva a todo aquel que aprobase la sedición, recibiese proclamas, ayudase a los insurgentes o que mantuviese comunicación con

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