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Inmigración Europea


Enviado por   •  5 de Junio de 2013  •  1.861 Palabras (8 Páginas)  •  314 Visitas

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INMIGRACION EUROPEA (1880-1950)

Consignas:

1. ¿Cuáles fueron las causas de expulsión de la población europea y cuáles las de atracción de esta población hacia la Argentina?

2. Describan las características de la población que recibió nuestro país teniendo en cuenta los siguientes aspectos:

• Cantidad de población recibida,

• Nacionalidades,

• Sexo predominante,

• Nivel de ingreso de la mayoría,

• Conformación de la pirámide social,

• Lugares donde se asentaron.

3. ¿Cómo fue la inserción laboral de los inmigrantes y su relación con la propiedad de las tierras?

4. ¿Cómo se veía al emigrante y al que regresaba a su tierra según el dibujo de la página 132 de la bibliografía?

1. Los motivos de la expulsión fueron: Europa atravesaba por problemas religiosos, políticos e ideológicos, pero la migración se debió fundamentalmente a causas económicas y sociales.

A fines del siglo XIX, la economía internacional cambió su rumbo ya que territorios extraeuropeos se incorporaron al mercado internacional como productores de materias primas y alimentos ofreciéndolos a menor precio.

Esto junto al empleo de máquinas agrícolas que reemplazaron la mano de obra, produjo en Europa una gran crisis agrícola que generó que los campesinos se empobrecieran mientras las regiones más industrializadas seguían adelante con su desarrollo, los campesinos se mudaban hacia las ciudades. La falta de esa mano de obra era vista como un peligro y los gobiernos incentivaron a la población europea a emigrar hacia nuevas tierras. Los inmigrantes se sintieron atraídos por mejores salarios, la propiedad de la tierra y hasta el logro de la fortuna que podían hacer en las nuevas tierras, esto los convenció de que debían migrar.

Los motivos de atracción hacia la Argentina: a mediados del siglo XIX, la Argentina poseía grandes extensiones de tierra despoblada. La idea de modernizar el país no podría finalizarse con un territorio sin población y un areamiento vegetativo insuficiente, entonces sucedió el interés por atraer a los migrantes europeos, quienes aportarían sus hábitos de trabajo y cultura, y también nos permitirían ampliar nuestra producción agrícola con la que se integraría el país al mercado internacional.

Se pusieron en marcha proyectos, derechos y leyes para favorecer la colonización en el interior del país.

2. Cantidad de población recibida: Fue alrededor de 6.316.257

Nacionalidades: Los italianos y los españoles conformaban los grupos mayoritarios, ya que superaban el 80% del total de extranjeros. Los otros inmigrantes eran los polacos, rusos, franceses, alemanes, portugueses, yugoslavos, checoslovacos e ingleses.

• Italianos: La migración italiana fue la más numerosa en el período de la época migratoria. El sur de Italia padecía la falta de tierras y no existía ninguna política estatal para la emigración. Así, campesinos, peones y pequeños artesanos con baja clasificación, en su mayoría analfabetos emprendieron lo que dio en llamarse fuga de masa. Construyeron sus casas en la Boca para luego radicarse a orillas del Riachuelo. Al comienzo, fueron acumulándose viviendas de madera, luego de chapa. Para proteger de la intemperie esos materiales se usaba la pintura sobrante de los buques que ahí recalaban. Así nació la policromía de las paredes. Fue barrio de marineros, pero también de disidentes: republicanos, masones, anarquistas, activos militantes de sindicatos. En 1914, el contingente itálico se expandió, tomando Santa Fe.

• Españoles: Tres millones y medio de españoles, en su mayoría gallegos, cruzaron el mar en la gran migración. Ya contaban con los vascos, pastores y lecheros, arribados en el siglo XIX.

Estos dos grupos iniciales son importantes, porque establecieron lo que se ha dado en llamar la cadena migratoria.

Un millón y medio de españoles eligieron nuestro país para migrar. Mayoritariamente eran campesinos, ejercieron la agricultura y otros se ubicaron en servicios. Se ocuparon, particularmente, como mozos de cafés y restaurantes y guardias de tranvías. En 1914 la décima parte de la población era española.

Cientos de vascos eran traídos en barcos, con la seguridad de encontrar un mundo diferente. Y no fueron defraudados ya que se los estableció proporcionándoles parcelas de campos y haciendas para ayudarlos a labrarse un porvenir cierto.

• Polacos: Hasta 1919 los mismos eran registrados como rusos, alemanes o austriacos. Con posterioridad a esa fecha, los polacos ocuparon el cuarto lugar entre las colectividades inmigrantes hasta 1945. Los inmigrantes polacos estuvieron divididos en tres grandes grupos: los polacos cristianos católicos, los rutenos cristianos ortodoxos y los polacos judíos. Los primeros polacos en arribar a territorio argentino eran soldados de Napoleón que lucharían luego por la independencia del país. Durante el siglo XIX fueron contratados polacos por el gobierno argentino para realizar tareas de cartografía o para que se dedicaran a la enseñanza, la medicina, etnografía y geología. Entre las dos guerras mundiales (1918-1939) inmigraron grandes cantidades de polacos, mayoritariamente campesinos, que se dispersaron por todo el país. En este período se fundaron varias asociaciones de polacos en ciudades del conurbano industrial de Buenos Aires.

• Rusos: Se distinguían de los otros grupos por su ingreso tardío y por las diferencias de lenguas y de religión y sus costumbres. Llegaron a nuestras pampas de distintas regiones de la Rusia de los Zares. Muchos de ellos eran agricultores y comerciantes. Existen dentro de 250.000.000 de personas de ascendencia rusa en Argentina. La mayor parte residen en la ciudad e Buenos Aires. La mayoría de los inmigrantes rusos llegaron entre 1880 y 1921.

• Franceses: Los franceses que arribaron al país se distinguían en relación a otras corrientes migratorias por disponer a menudo de calificación profesional, cierto grado de instrucción y a veces capital. Contribuyeron enormemente con el proceso de modernización de la Argentina. Los inmigrantes franceses tendieron a instalarse en barrios de la ciudad de Buenos Aires como el Socorro, cerca de la plaza San Martín, el puerto y las estaciones, donde existían cafés, hoteles y restaurantes que los empleaban como cocineros y mucamos. En los prostíbulos creció la fama de las mujeres francesas, mientras que otras se empleaban de vendedoras, modistas o institutrices en familias de clase alta. Las planchadoras francesas eran muy requeridas, en especial en la zona cercana a los teatros. Fuera de la ciudad de Buenos Aires, los franceses se diseminaron por diversas zonas, particularmente Tandil y Pigüé en la provincia de Buenos Aires, Esperanza y Rosario en la provincia de Santa Fe, San Rafael en el sur de Mendoza, zonas de la provincia de Tucumán y en el territorio del Chaco (actual provincia de Chaco). Otra zona que ha recibido una relativamente importante inmigración francesa y suizo francesa ha sido el este de la provincia de Entre Ríos, por ejemplo, la ciudad de Concordia. Los inmigrantes franceses aportaron características destacadas a la cultura argentina, especialmente en la reiniciación de la producción de yerba mate, la producción de vino, azúcar.

• Alemanes: Entre los inmigrantes de esta nacionalidad se destacan los llamados Alemanes del Volga. Son alemanes sacados por la zarina Catalina la Grande para colonizar el Volga meridional en el siglo XVIII. Ejercieron obligadamente la agricultura, conservaron distintas confesiones religiosas (católica, evangélica, menonita) así como su lengua y buena parte de su cultura. En busca de lugares más favorables partieron hacia Argentina creando dos grandes colonias: Colonia Hinojo en el Partido de Olavarría (Buenos Aires) y General Alvear (Entre Ríos).

La arquitectura alemana se revela en la edificación de la zona, donde es frecuente encontrar bóvedas en forma de cebolla.

Desde los grupos iniciales, la presencia alemana fue expandiéndose hasta La Pampa, Santa Fe, Chaco y Misiones.

• Portugueses: La inmigración de portugueses al actual territorio argentino durante la colonización española, fue considerable, especialmente durante el periodo de unión dinástica entre Castilla y Portugal. Los portugueses radicados en Buenos Aires durante la colonia, casi en su totalidad varones, establecieron una red de relaciones comerciales y familiares de gran influencia en la vida económica de la capital del virreinato. Tras la restauración de la independencia de Portugal, prosiguió una cierta inmigración, con destinos bastante singulares. Las principales comunidades portuguesas se establecieron respectivamente en el Gran Buenos Aires, Comodoro Rivadavia, Olavarría, Mendoza y Obera.

• Checoslovacos: llegaron mayormente durante las dos guerras mundiales. Se orientaron en las provincias de Chaco, Santa Fe, Chubut, Mendoza y Buenos Aires. La actividad cultural en Buenos Aires se concentra en torno a la Asociación Cultural Eslovaca, fundada en 1926. Realiza actividades culturales y sociales, así como nuclear a jóvenes descendientes de eslovacos.

• Ingleses: La inmigración es muy antigua y se vincula con las luchas independentistas. Sobresalieron en oficios y ocupaciones. Fueron banqueros, ingenieros y financistas. Echaron raíces en Buenos Aires y penetraron en el resto del país siguiendo el trazado de las líneas férreas, dejando el inconfundible estilo arquitectónico de sus estaciones ferroviarias. Desde épocas tempranas tuvieron sus propios templos, donde se oficiaba en su lengua, y sus escuelas. Trajeron innovaciones tecnológicas en la industria frigorífica y tuvieron gran influencia sobre la ganadería.

• Ucranianos: La inmigración regular de ucranianos a la Argentina comienza en el siglo XIX, siendo Apóstoles, en la provincia de Misiones, el primer asentamiento ucraniano en el país, en 1897. La mayor parte de ellos provenía de las regiones sudoccidentales de Ucrania. Posteriormente, nuevas grupos de inmigrantes se radicaron en la Ciudad de Buenos Aires, en la Provincia de Buenos Aires básicamente en la ciudad de Berisso, en la Provincia de Misiones. Una gran cantidad también se asentaron en (Rosario, Santa fe) (Oberá, Aristóbulo del Valle, Dos de Mayo) y luego en el resto del país, principalmente en las provincias de Chaco, Corrientes, Formosa, Mendoza y Río Negro.

Sexo predominante: los hombres adultos en edad activa, de 20 a 35 años.

Nivel de ingreso de la mayoría: se formaron siete grandes categorías ocupacionales: agricultores, jornaleros, artesanos, comerciantes, profesionales liberales, varios y sin profesión.

Conformación de la pirámide social: en la cúspide de la pirámide social se ubicaban los ingleses, una minoría con capital y grandes contactos con la clase dirigente; más abajo, los alemanes y sobre todo los franceses, debido en buena medida al gran prestigio que tenía la cultura francesa para la elite Argentina. La base estaba ocupada por los italianos, españoles, yugoslavos, polacos, rusos y los grupos no europeos provenientes del Cercano Oriente.

Lugares donde se asentaron: se asentaron en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Mendoza, La Rioja y Catamarca.

3. Inserción laboral de los inmigrantes: arribaron a la Argentina artesanos, obreros y agricultores, pero también lo hicieron profesionales, empresarios, artistas, científicos o incansables viajeros cuyos libros con sus impresiones contribuyeron a darnos una imagen de nosotros mismos y comenzaron a establecer comparaciones entre la experiencia europea y la americana. Muchos de estos extranjeros enseñaron en nuestras escuelas y universidades, influenciaron en el arte y la literatura, practicaron el periodismo o nos trajeron su tecnología. Las sociedades científicas, los periódicos y las asociaciones culturales por ellos impulsados se encuentran desde los primeros años de la independencia de nuestro país.

Su relación con la propiedad de las tierras: la mayor parte de los inmigrantes soñaba con convertirse en propietarios agrícolas, sobre todo aquellos que provenían de regiones económicamente atrasadas donde predominaban los latifundios y un sistema casi feudal. El alto precio de las tierras durante el período de auge agroexportador dificultó su adquisición.

4. A los que emigraban se los veía como personas pobres, tristes, mal alimentadas debido a la falta de trabajo, sin vivienda, buscando lugar donde poder vivir y/o trabajar. A los que retornaban a su tierra se los veía como personas exitosas, con un trabajo con buena ganancia, ya que el hombre ilustrado esta fumado; bien alimentadas y con buena vestimenta

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